Descubrió que el agua potable de una ciudad de Florida generaba enfermedades y la despidieron, pero ahora deberán recompensarla

El año pasado, una inspectora de Delray Beach, en Florida, fue despedida tras denunciar que el agua llegaba contaminada a los hogares de los residentes. Cuando la exfuncionaria informó el problema a sus superiores, estos no tomaron las medidas necesarias, por lo que recibieron una multa del gobierno estatal. Lo anterior provocó el despido injustificado de la mujer. Ella los demandó y ahora la ciudad deberá recompensarla con cientos de miles de dólares.

Christine Ferrigan era inspectora en 2018 cuando comenzó a recibir reportes de que el agua potable tenía mal olor, lucía amarilla y arenosa. La trabajadora señaló a sus supervisores estas quejas, sin embargo, investigaciones posteriores evidenciaron que los funcionarios locales no informaron al gobierno estatal y tampoco advirtieron adecuadamente a los residentes, explicó CBS 12.

La ciudad recibió una multa de un millón de dólares por las violaciones. Tiempo después, un portavoz del gobierno local aseguró que se habían atendido los problemas, que el líquido ya cumplía con los requisitos necesarios y que era seguro para beber. No obstante, Ferrigan estaba dudosa y no confiaba en esas versiones.

En enero de 2022 fue despedida “por hablar”, declaró al mismo medio citado. Es que, según detalló, su destitución ocurrió tan solo una semana después de que presentó una queja en el departamento de Recursos Humanos. Aseguró que no le dieron una notificación ni motivo adecuado, por lo cual decidió emprender acciones legales contra los funcionarios de Delray Beach.

En su demanda, los abogados escribieron: “Desde 2018, la ciudad y su administración se han involucrado en un patrón de hostilidad continua y repetida. Han perpetrado acciones laborales adversas contra la señora Ferrigan debido a su denuncia de irregularidades protegida por el gobierno federal”.

El proceso legal duró poco más de un año, llegó a su fin el pasado 20 de abril, cuando una investigación federal decretó que los funcionarios de Delray Beach tomaron represalias contra la inspectora, según detalló el Departamento de Trabajo de Estados Unidos en un comunicado: “La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA por sus siglas en inglés) abrió una indagatoria y determinó que la ciudad acosó y despidió ilegalmente a la empleada por denunciar los problemas de contaminación”.

La recompensa tras el despido

Los demandados alegaron que el cese de labores de la inspectora fue porque su puesto fue eliminado en una reorganización del organigrama. No obstante, las autoridades rechazaron esta versión y ratificaron un acuerdo de conciliación, a través del cual, la ciudad está obligada a pagarle US$818.500 a Ferrigan.

“Las acciones de la ciudad de Delray Beach hacia esta trabajadora, y su respuesta a los temores sobre el suministro de agua potable municipal, son profundamente preocupantes. Nuestra investigación mostró que la ciudad acosó a una trabajadora que juró proteger a los residentes. Ningún empleado debe ser castigado por informar problemas legítimos de seguridad y salud”, señaló Lily Colon, administradora regional adjunta de OSHA en Atlanta, en el mismo comunicado. Además, advirtió que su la OSHA trabajará “enérgicamente para defender a personas valientes como esta inspectora”.

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