De Harvey Weinstein, Pablo Escobar, Jeffrey Epstein... las mansiones en EE.UU. que nadie quiere habitar y son demolidas
Propiedades emblemáticas son tiradas abajo para aprovechar los terrenos, como pasó esta semana con la del productor de cine norteamericano sentenciado por violación y agresión sexual
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LA NACION
MIAMI.- Las lujosas propiedades donde han vivido personas con nombres que se han vuelto infames en Estados Unidos continúan siendo demolidas, a menudo, con todo adentro. Hay un movimiento creciente en el país norteamericano: para que la propiedad no se devalúe por su historia, vinculada a sus antiguos dueños, los nuevos compradores deciden derribar los muros y luego construir un edificio nuevo.
Así sucedió esta semana. La mansión en Connecticut del productor de cine Harvey Weinstein, sentenciado a 23 años de prisión por cometer violación y agresión sexual, fue demolida. Llaman la atención las imágenes de la gigantesca propiedad de estilo colonial convertida en polvo. A continuación, el antes y el después de propiedades que fueron destruidas por la misma razón.
Harvey Weinstein
Productor de cine sentenciado a 23 años de prisión por cometer violación y agresión sexual, Harvey Weinstein tenía una enorme casa en Connecticut que fue demolida: la residencia está ubicada en una de las calles más caras del pueblo de Westport. Vendió el lugar en 2018, justo cuando sus crímenes comenzaron a salir a la luz. El nuevo dueño del terreno quería “poner a cero” el lugar.
Weinstein compró la primera propiedad, en 26 Beachside Avenue, en Westport, por 4,24 millones de dólares en 1994. Luego compró la propiedad adyacente, que mantuvo como un lote baldío, en 28 Beachside Avenue, seis años después, por 4 millones.
En el apogeo de su escándalo de agresión sexual en 2017, Weinstein se deshizo de ambas propiedades por un total combinado de 16 millones de dólares, en 2018.
Los nuevos propietarios, el empresario inglés Andrew Bentley y su esposa, la historiadora del arte Fiona Garland, ahora venden ambos lotes, que ocupan 22 hectáreas, por 21 millones de dólares.
Bentley lleva mucho tiempo adquiriendo propiedades en esa calle y tiene otras cinco casas de lujo en la zona
“Nunca conocí ni vi a Weinstein”, dijo Bentley sobre su exvecino, que era conocido por pasar los fines de semana en su casa de Westport con su exesposa Georgina Chapman y sus dos hijos.
Aunque no era su residencia principal, Weinstein realizó allí eventos para recaudar fondos tanto para Barack Obama como para Hillary Clinton.
Inicialmente, Bentley tenía planes para construir una nueva casa en uno de los terrenos, pero la idea fue desechada, reportó New York Post.
La mansión colonial ocupaba casi 2750 metros cuadrados y también tenía una casa de huéspedes estilo granero. También incluía una enorme pileta rodeada de jardines.
Jeffrey Epstein
La mansión en el condado de Palm Beach, Florida, donde el magnate Jeffrey Epstein abusó sexualmente de niños y jóvenes fue comprada por un empresario en 2020. Posteriormente, la propiedad fue demolida y se está construyendo una nueva casa sobre el terreno.
La antigua vivienda de Epstein, que se suicidó en prisión en espera de un juicio por tráfico sexual de menores, fue demolida con la autorización del condado de Palm Beach y después de que un desarrollador inmobiliario la tildara de “infame”.
La demolición de la antigua mansión de seis habitaciones de Epstein fue en abril de 2021, después de que la Comisión de Arquitectura de Palm Beach aprobara el plan para demolerla en diciembre de 2019.
La propiedad estaba ubicada en un barrio exclusivo de Palm Beach -donde tiene su mansión el expresidente norteamericano Donald Trump, llamado Mar-a-Lago- y había sido comprada por Epstein en 1990.
El desarrollador inmobiliario Todd Michael Glaser supervisó a los equipos que derribaron la “infame mansión”. Glaser había comprado la casa frente al mar en marzo de 2021 por 18,5 millones de dólares, y había dicho antes que sería personalmente satisfactorio derribar y construir un inmueble nuevo en ese lugar.
Pablo Escobar
La mansión en Miami del capo narco colombiano Pablo Escobar -histórico líder del Cartel de Medellín que fue abatido en 1993- fue demolida en enero de 2016 por el entonces nuevo dueño del inmueble. En ese momento, el propietario estaba buscando tesoros en la casa recién adquirida. Se creía que podría haber dinero y joyas detrás de las paredes y los pisos. La demolición tomó de dos a tres semanas.
Christian Berdouare y su esposa, Jennifer Valoppi, no dudaron en pagar casi 10 millones dólares por la mansión en Miami Beach, conocida como “La casa rosada”, que había pertenecido a Escobar.
La pareja incluso contrató a un equipo de filmación que los siguió en la realización de un documental sobre los “misterios” que escondía la mansión.
Berdouare era dueño de una cadena de restaurantes en Miami y Valoppi, reportera estadounidense, expresentadora del canal de televisión NBC y ganadora de varios premios Emmy por investigaciones periodísticas.
“La casa rosada” estaba ubicada en un exclusivo vecindario de Miami Beach, donde solo los que tienen varios millones de dólares pueden vivir. Escobar la compró por 762.500 dólares en 1980.
A partir de 1986, instituciones como la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), el condado de Miami Dade y la Patrulla Fronteriza unieron esfuerzos para incautar “narco mansiones”. El Cartel de Medellín, según un artículo de la revista Semana de 1988, era dueño de un número de propiedades valoradas en alrededor de 500 millones de dólares en el sur de Florida.
La mansión de Escobar -de cuatro habitaciones, seis baños y una estratégica salida al mar- fue una de las incautaciones de la DEA en 1987, como parte de una arremetida contra el líder narco colombiano.
Jeffrey Dahmer
El edificio que albergaba el departamento donde el asesino en serie Jeffrey Dahmer -tema de una miniserie reciente en Netflix (“Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmer”)- cometió varios crímenes fue demolido en 1992. La destrucción ocurrió 15 meses después de que salieran a la luz las atrocidades. Hoy, el sitio es un terreno cercado, diseñado para preservar la memoria de las víctimas.
Conocido como “El carnicero de Milwaukee”, Dahmer fue un joven asesino en serie que se cobró 17 vidas de varones jóvenes a lo largo de 13 años, entre 1978 y 1991. Muchos de sus asesinatos involucraron la necrofilia, el canibalismo y la preservación permanente de partes del cuerpo, generalmente todo o parte del esqueleto.
Sobre su vida y sus crímenes se han realizado decenas de series de televisión, películas y obras de teatro, sin contar los textos que se han escrito, desde reportajes hasta libros con testimonios de sus compañeros de secundaria.
O Globo/GDA, BBC Mundo y agencia AP
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