David Faitelson reveló el detrás de la guerra entre Televisa y TV Azteca por el deporte mexicano
El periodista brindó una entrevista en donde contó detalles sobre los años en donde las dos cadenas se disputaban el rating; desde pagarle a atletas para obtener la exclusividad de sus testimonios, hasta seguir minuto a minuto qué hacía la competencia
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LA NACION
Durante años, la rivalidad entre las dos principales cadenas de televisión en México, Televisa y TV Azteca, fue uno de los temas más comentados en los medios de comunicación. Esta competencia alcanzó su punto máximo durante grandes eventos internacionales como los Juegos Olímpicos y las Copas del Mundo, donde ambos se disputaban no solo la atención del público, sino también la preferencia de los atletas mexicanos.
David Faitelson, quien trabajó en TV Azteca hasta después del Mundial de 2006, compartió recientemente algunas anécdotas inéditas sobre esta histórica “guerra televisiva” en una entrevista con Toño de Valdés en su canal de YouTube.
Rivalidad desmedida y momentos icónicos: cómo fue la guerra entre Televisa y TV Azteca
En la charla con Toño de Valdés, Faitelson recordó cómo la competencia entre Televisa y TV Azteca llegó a niveles insólitos, en especial durante los Juegos Olímpicos de Sídney 2000. “Nos hacía crecer indudablemente”, mencionó, refiriéndose al impulso que ambos equipos de producción recibieron de esta rivalidad.
Sin embargo, también reconoció que las cosas se salieron de control. “Llegó una parte enfermiza”, afirmó. A su vez, destacó cómo en eventos como los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, los productores de TV Azteca y Televisa vigilaban obsesivamente los contenidos del otro, al tratar de ajustar su programación en tiempo real para competir con el rival.
Uno de los episodios más recordados que compartió Faitelson tuvo lugar en Atenas, donde José Ramón Fernández, líder de TV Azteca, fue emboscado en el baño por un productor cubano de Televisa. Este tipo de incidentes, aunque ridículos desde la perspectiva actual, eran comunes en la época entre las televisoras.
El alcance de la rivalidad no se limitó a las estrategias televisivas; también afectó directamente a los atletas, quienes en muchos casos quedaban atrapados en medio de la disputa. Faitelson recordó cómo tanto Televisa como TV Azteca competían por la atención y la exclusividad de los deportistas. “Un atleta lo jalaba Televisa de un lado y nosotros de otro”, relató. Uno de los casos más emblemáticos fue el de Nancy Contreras, una ciclista mexicana que en ese momento era una de las grandes favoritas para ganar medalla.
Según Faitelson, José Ramón Fernández intentó asegurarse la exclusividad de Nancy Contreras ofreciendo una suma importante de dinero, pero Televisa finalmente ofreció más. “Nos ahorramos 50 mil dólares”, dijo Faitelson entre risas y destacó cómo esa negociación terminó por beneficiar a Belén Guerrero, otra ciclista mexicana que finalmente ganó la medalla en la prueba de puntos en el velódromo de Atenas, en lo que fue una gran sorpresa.
El declive de TV Azteca tras Sídney 2000
A pesar de que TV Azteca logró grandes éxitos durante eventos como los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, donde su cobertura fue un éxito rotundo, Faitelson reconoció que después de ese evento comenzó el declive. “Empezamos a caer”, dijo y señaló que gran parte de ese éxito se debió a la imagen que tenían, como el “equipo pequeño”, un grupo que competía contra el “gigante” que era Televisa. “José Ramón jugó mucho con eso”, explicó y destacó cómo la narrativa de ser los desfavorecidos resonaba entre el público y dentro del equipo.
Sin embargo, cuando TV Azteca empezó a competir a la par con Televisa en términos de cobertura y recursos, la situación cambió. Según Faitelson, ese cambio de dinámica fue uno de los factores que llevó al equipo a perder el enfoque y la ventaja que habían ganado en años anteriores.
El día que Faitelson tuvo un momento de humanidad en medio de la guerra mediática
Además de los momentos de tensión y competencia desmedida, Faitelson compartió anécdotas más personales y humanas que ocurrieron en medio de esta guerra mediática. Un episodio que llamó especialmente la atención fue cuando, durante los Juegos Olímpicos de Sídney, prestó su teléfono a un reportero de Televisa para que pudiera comunicarse con su equipo luego de que Jorge Alarcón, un importante directivo de la cadena opuesta, se desmayara en el aeropuerto.
Este tipo de gestos reflejaba cómo, a pesar de la competencia extrema entre las televisoras, existían momentos en que la humanidad prevalecía. Faitelson destacó que cualquier persona habría hecho lo mismo en una situación de emergencia, dejando claro que, más allá de la rivalidad profesional, el compañerismo y el respeto entre colegas eran valores que se mantenían.
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