Claudia Mariaca, la argentina que compite para ser alcaldesa de una de las ciudades más importantes de Miami-Dade
Quedó segunda en las elecciones en Doral y pasó a un ballottage para diciembre; es candidata independiente y cuestiona la polarización creciente en Estados Unidos; critica la corrupción en la Argentina
- 11 minutos de lectura'
MIAMI.- Es la mayor de cuatro mujeres, todas nacidas en Buenos Aires. Espera en su casa, con la puerta abierta. Se le escapa un “che” en un español perfecto, pero en algún momento suena un desliz venezolano. Pasa a un inglés impoluto cuando aparece su hijo y al portugués cuando le pide a su marido la boleta de sus impuestos.
Claudia Mariaca vivió en la Argentina hasta los 8 años, cuando a su papá, quien trabajaba en un banco, empezaron a trasladarlo: pasaron por Bélgica, Estados Unidos, Brasil (donde conoció a su novio, actual marido) y volvió a Buenos Aires. Se fue a Boston a cursar la universidad y, ya graduada en economía y finanzas, se radicó en Miami junto a su marido. “Fuimos los únicos que salimos, mi familia está toda en Argentina. Mi padre quiso que todas naciéramos allá, mantuvimos la cultura y no dejaron que perdiéramos el idioma”, cuenta a LA NACION.
El martes pasado, Mariaca compitió para ser alcaldesa de Doral, una de las ciudades más importantes del condado de Miami-Dade, vecina al aeropuerto de Miami, y con 83% de latinos, más de la mitad con título universitario. No se identifica con republicanos ni demócratas, más allá de que en las elecciones de alcaldías, los postulantes van de forma independiente. “Yo voto al candidato que más me represente, en vez de votar a un partido”, dice. Tras quedar segunda con un 30% de los votos, pasó al ballottage del 13 de diciembre frente a Christi Fraga.
- ¿Cómo arrancó tu vida política?
- Yo trabajaba en marketing en el Grupo de Diarios América, pero siempre me gustó involucrarme en la comunidad. Si veo que algo no me gusta, quiero ayudar en cambiarlo. Hoy es muy común que ves algo que no te gusta, reclamas con un post en las redes, y después lo dejas ahí para que te lo arregle otro. Empecé en la asociación de padres del colegio, estuve en un concejo escolar de Miami-Dade, en la asociación de mi barrio, hasta que entró un nuevo alcalde en Doral y no me gustaba cómo estaba cambiando la ciudad. Me empecé a involucrar, a ver las agendas e ir a hablar, porque acá son abiertas, me plantaba adelante de ellos y les decía que no nos estaban representando. Peleé tres años, pero cuando no hubo cambio, me lancé en 2016 para concejal y gané; fui reelegida en 2020. Serví también de vicealcaldesa, y ahora el actual alcalde Juan Carlos Bermúdez fue electo como comisionado para el condado de Miami-Dade, y me sugirió que me postule para el cargo.
- Dijiste que te podés dedicar de lleno a la política porque los ingresos de tu marido permiten que no tengas que buscar otro trabajo externo. ¿Cobra poco un político? Eso desde la Argentina suena raro.
- Ni siquiera sé cuánto cobra el alcalde, nunca fue la razón para hacerlo. En ese sentido es muy diferente, si acá sos honesto, no vas a ser rico. Entiendo lo que la gente cree, pero no es así. Primero que la justicia funciona. A mí me gusta dormir tranquila y que mis hijos tengan a sus padres. Nuestro salario está en la constitución de la ciudad, no hay forma de cambiarlo. Nosotros [los concejales] ganamos US$17.000 por año, a lo que le agregan US$30.000 que es el estipendio que nos dan. (US$47.000 al año es un salario medio, o apenas por debajo.) No hay aumento por bono ni nada. La razón por la que nuestro salario es tan bajo es porque técnicamente es part time, pero en la realidad no lo es. Si estás en el supermercado te paran para hablarte, te llaman los fines de semana, tenés que ir a eventos, reuniones. Me llaman el sábado a la noche porque la luz no funciona. Hay que dedicarle tiempo, somos una de las ciudades más importantes de Miami-Dade.
- ¿Te imaginás como alcaldesa de Miami-Dade?
- Me gusta mi comunidad. No sé. Me gustaría pelear o ayudar porque necesitamos más gente buena involucrándose en política. Me da lástima que como es tan fea, hay tanto ataque no solo a la persona sino a su familia, cada vez tenés menos gente buena que quiere dedicar su tiempo. Eso me preocupa para el futuro.
- El latinoamericano es más descreído del político. ¿Lo ves comparativamente en tu ciudad frente a otras del país?
- Sí, el latino dice ‘ustedes, políticos, son todos la misma cosa’. Cuando toco puertas me encuentro con eso, pero les puedo hablar, a veces les podés explicar y cambiar la idea. No ayuda que en las campañas políticas se fomenta eso, estás echando leña al fuego. Trump hizo muy buena campaña en Miami-Dade al usar la idea del comunismo. El comunismo nunca va a entrar en Estados Unidos, pero le estás hablando a gente que se ha escapado de eso. Esa palabra les eriza la piel, pero estás fermentando un problema. Es un daño general; lo veo cada vez más y da miedo.
- En la Argentina está la grieta que ha dividido hasta familias. ¿Lo empezaste a ver acá?
- Siempre pudo haber discordia, pero creo que se agrandó mucho en los últimos años, por varias razones. Creo que los dos partidos han hecho muy buen trabajo en fomentar ese odio. Creo que no es una casualidad, inclusive gente de afuera sigue fomentando esta división. Veo que cada vez más, con tanta influencia de los extremos y fuerzas ajenas, nosotros nos estamos autodestruyendo. Porque la economía es cíclica, estamos mal y estuvimos mal en 2008. Pero no podés llegar a un fanatismo porque perdemos todos. La falta de educación, y más se ve en los países latinos, ayuda. Soy de la idea que si vos le mejorás la vida a otra persona, la tuya va a mejorar también. Pero a veces hay una mentalidad que si vos querés hacer algo, le tenés que hacer mal a alguien en el camino.
-¿Cuál es tu lectura sobre el fuerte triunfo del gobernador de Florida, Ron DeSantis?
- Hizo una campaña tranquila, no fue tan polémica como otras que se han hecho anteriormente. Él hizo un buen trabajo porque ha mantenido la parte económica después del Covid, y se está aprovechando de un momento en que los republicanos están más motivados para salir a votar. Tuvimos muy pocos demócratas que han votado, más que nada en Florida, porque en el país esperaban una ola roja grande pero solo se dio aca. Florida también cambió en los últimos años por la gente que vino a vivir. Hemos tenido inmigración de otros estados buscando áreas republicanas. Hay estados de los que la gente se va por eso. Pero cada vez más la gente está dejando sus partidos. Trump fue demócrata toda su vida, Charlie Crist (candidato a gobernador demócrata de Florida) fue republicano. Yo nunca fui de votar a un partido porque hay candidatos malos de los dos lados. Creo que este país necesita un tercer partido, el del centro, el del sentido común. Se escuchan los extremos.
-Visto desde la Argentina, no hay extremos. Cuando ves que en Estados Unidos si gana un demócrata o republicano no hay grandes cambios...
- Claro, cuando uno habla acá no es lo mismo que allá. Los límites del republicano y demócrata no están alineados con nuestros límites en la Argentina de derecha e izquierda. La derecha y la izquierda de la Argentina ya arrancan más a la izquierda de los demócratas. La derecha de allá no es la derecha de acá. Lo noto cuando hablo con la gente que se viene a vivir, que exigen, por ejemplo, un teatro de la ciudad. Y yo le digo ‘si tuvieras un teatro, te tengo que cobrar más impuestos”. Están acostumbrados a vivir en ciudades donde hay subsidio para todo, y vienen con la mentalidad de que los impuestos los guardamos los políticos en el bolsillo y no los aplicamos. Acá cada dólar está medido. La administración debe ser clara y sin entrar en la historia de subsidios porque una vez que entras en eso no volvés para atrás.
- ¿Qué es lo que propones en tu campaña?
- Visto desde otro lugar, obviamente somos bendecidos porque tenemos seguridad, lindos parques, las calles están bien. No falta nada. Tenemos hospitales, buenos colegios, restaurantes... Pero el primer punto es la seguridad, que siempre es importante. Soy la única concejal que salió a manejar con los policías, hago el turno entero. Me pongo el chaleco antibalas y salgo con ellos. Hoy el 43% de los ingresos de la ciudad se destinan a seguridad pública. Hay 140 policías para 80.000 habitantes (en una extensión de 39 km2). Nosotros estamos en una comunidad muy particular, y te lo digo porque yo salí con la policía. La gente protesta, lo cual en Estados Unidos no se hace. Si vas a otro lugar te van a tirar una taser y cuando estés en el piso te van a preguntar cuál era el problema. Hay que capacitar a los oficiales para eso.
- Salir con la policía te da una perspectiva de lo que se vive…
- Salí de las 22 de un sábado a las 6 del domingo. Hasta ahora lo hice tres veces. Es la forma de entender lo que pasan, ver cómo funciona el equipamiento y la tecnología. No es fácil, en mi familia se ponen histéricos. La primera vez que salí entró una llamada que encontraron un auto robado. Prendimos la sirena, y fuimos el primer auto que llegó. Todos saltan afuera del auto con las armas y yo por un segundo pensé “qué hago acá”. Finalmente era un auto alquilado que se lo quedaron, o se pasaron del tiempo. Antes de ser electa hice la academia de policías para residentes. Te da la oportunidad de aprender lo que hacen todos los departamentos dentro de la policía y sentir un poco lo que ellos viven, incluso hicimos tiro. En una oportunidad nos llevaron a un lugar, donde nos dicen que hay un “tirador activo”, alguien disparando. Te dan un arma que tiene menos que una bala de goma, si bien duele. Nos pusieron a prueba. Nos cubrieron la cara, te dicen que hay un hombre disparando, no tiene descripción, estás en un lugar con más gente y tenés unos segundos para tomar la decisión. Te descubren los ojos y había uno armado, otro tenía un celular en la mano, otro una botella, etc. Realmente te das cuenta, aunque sepas que no te van a pegar un tiro, la adrenalina que generás. Había gente que le sacaban el antifaz y volaba a todo el mundo por miedo. Ahí sentís que es muy fácil analizar la acción de la persona en peligro sentada desde tu sofá. Cuando fui electa empecé la academia de policía para adolescentes. Fue buenísimo porque quería cerrar esa brecha que hay de los chicos con los policías. Todos nosotros vivimos en países donde querés estar lejos del ladrón y lejos de la policía, por si las moscas. Acá tenemos buenos oficiales y si hay un chico que necesita ayuda, sabe algo, o quiere ayudar un amigo, quiero que sienta que puede confiar en ellos, porque algunos quizá no tienen un adulto en su vida.
We thank her for her hard work and dedication towards protecting our freedom and keeping us safe. #Doral #USA #DoralProud #TeamMariaca pic.twitter.com/AcVjmcdJB2
— Claudia Mariaca (@doralcmariaca) November 2, 2022
-¿Cómo ves a la Argentina?
- Me da lástima. Haber quitado a todos los grandes países del mundo para hacer negocios, fomentar inversiones, o relacionarse, y en cambio vincularse con países terroristas y corruptos, dice mucho del liderazgo de un país. Me da pena, amo la Argentina, mi familia sigue ahí. Espero que le den una oportunidad a PRO u otra gente. Nos han limpiado el país. Les va mal porque ya no tienen qué robar. Espero que la gente se dé cuenta. Acá el sueño americano, cuando uno llega, no es que te están esperando en el aeropuerto con una bolsa de dinero y todo lo que necesitas. El sueño es que el país te brinde la oportunidad de trabajar, estudiar, tener tu casita, to auto, lo básico para prosperar en tu realización como persona. Eso lo podemos lograr en nuestro país, pero la gente tiene que quererlo. Si no querés trabajar, estudiar, estás yendo para atrás. Creas un país que no está preparado para el resto del mundo. Cuanto más fomentamos eso peor, porque la gente que puede ser va, y seguís sacando el patrimonio financiero e intelectual.
Otras noticias de Elecciones en Estados Unidos
Acusado por tráfico sexual. Renunció el candidato de Trump para fiscal general de EE.UU. en medio de fuertes cuestionamientos
Fuerte polarización. Nueva encuesta revela cómo cambió la imagen de Tim Walz tras ser compañero de Kamala Harris en la fórmula demócrata
“Solo para ciudadanos”. La enmienda de Carolina del Norte que restringe el derecho al voto a ciertas personas
Más leídas de Estados Unidos
Último escalón. En cuánto queda el salario mínimo de Illinois en 2025 tras el aumento escalonado
Turismo. Cómo es el pueblo a tres horas de Los Ángeles que ofrece buen clima, precios accesibles y atrae nuevos residentes
¿Cuántos clasifican? Tabla de posiciones de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026: ¿Cómo va Venezuela y quién quedaría afuera?
Acogedora. La ciudad de Texas con raíces alemanas que es de las mejores para pasar la Navidad 2024