Caminaba con su detector de metales en Connecticut y encontró una moneda que vale miles de dólares: “Estaba feliz”

Cada vez con más las personas en Estados Unidos que deciden excavar en la arena o la tierra en busca de antiguos tesoros. Muchas veces solo encuentran viejos restos de basura, pero también hay quienes han obtenido rastros arqueológicos y elementos de gran valor. Este es el caso de un aficionado a la búsqueda de objetos metálicos, que se llevó una sorpresa mientras paseaba con su detector por el condado de New Haven, en Connecticut. Allí lo estaban esperando una serie de monedas del siglo XVII que podrían valer miles de dólares.

Mike DeLucia caminaba muy tranquilo con su artefacto hasta que este empezó a emitir su típico pitido. Así fue como el hombre encontró, a unos 10 centímetros de profundidad, algo que parecía un botón antiguo. Luego, mientras el detector seguía con su ruido, entendió que había más tesoros escondidos, por lo que cavó y ahí se topó con el hallazgo que había soñado: una moneda Barber Dime y una Large Cent, que datan de 1893.

Según relató el hombre a la revista Coin Week, realmente entendió lo que tenía entre sus manos cuando tomó una fotografía de los artículos e hizo una búsqueda en Google. Allí descubrió qué eran exactamente esas curiosas monedas y también ese extraño “botón”, que finalmente resultó una pieza de valor de cobre, una “ficha” emitida de forma privada que apareció por primera vez en circulación en la Ciudad de Nueva York a finales de 1785.

El hombre, completamente entusiasmado, no pudo dormir en toda la noche. Publicó en sus redes sociales el hallazgo y recibió todo tipo de recomendaciones de otros aficionados en la búsqueda de metales. “Estaba feliz de saber que era real”, contó el hombre a Coin Week y reveló que en un primer momento dudó en poner las piezas en una subasta online y sacarle miles de dólares de manera instantánea.

Si bien Mike escuchó ofertas por el cobre y habló con importantes casas de numismática que lo aconsejaban sobre el valor de sus monedas, el coleccionista optó por conservar los objetos por un tiempo prudencial.

La búsqueda de metales es tradición familiar

El padre de Mike DeLucia era un detector de metales profesional y durante mucho tiempo salió a recorrer Estados Unidos en busca de tesoros escondidos bajo la tierra. Cuando su hijo se hizo mayor, en la década de 1980, el hombre le enseñó su pasatiempo y este rápidamente se enamoró de la actividad. Ambos se acompañaban en este hobby y llegaron a encontrar cobre colonial y otros artefactos que los hacían muy felices.

Su padre falleció en 2020 y Mike comenzó a recordar todas esas aventuras que tuvieron juntos. Él había abandonado el campo durante los últimos 20 años, sin un motivo aparente, pero ese trágico suceso volvió a despertarle las ganas de salir con el detector de metales. Fue así que tomó el White’s Eagle de su papá y no paró de detectar desde entonces. El año pasado, Mike compró un Minelab Equinox 900 y fue con esta herramienta que encontró la barra de cobre y las monedas.

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