La brutal secta de California que impresionó hasta a los policías más duros: “Estaban asustados por lo que vieron”
En 1990, el líder de la secta The Cause y cuatro de sus miembros asesinaron a cuatro personas; cómo los detuvieron y cuáles fueron sus condenas
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En mayo de 1990, Salida, un pequeño pueblo agrícola de California fue sacudido por un cuádruple asesinato que conmocionó hasta a los agentes que acudieron al lugar tras un llamado al 911. “Estaban asustados por lo que vieron”, afirmó el detective Gary Deckard, quien detalló que en la escena del crimen hallaron “un cuerpo tras otro”.
Poco después, los asesinatos se conectaron con “The Cause” (La Causa), una secta liderada por Gerald Cruz, quien manipulaba a sus seguidores y los controlaba con salvajes métodos de castigo. Tanto el líder del grupo como quienes cometieron los crímenes fueron detenidos y condenados por la Justicia.
Una noche de terror: el cuádruple crimen en un pueblo de California
Pasada la medianoche del 21 de mayo de 1990, la Policía acudió a una vivienda ubicada en el 5223 de Elm Street, Salida, en el condado de Stanislaus, California. Habían recibido un llamado al 911. Al llegar, los efectivos encontraron los cadáveres de cuatro personas: Dennis Colwell, Darlene “Emmie” Paris, Franklin Raper y Richard Ritchey. Todas las víctimas presentaban traumatismos contundentes y múltiples heridas de arma blanca. Paris, la más joven, había sido casi decapitada.
“Cuando llegué a la escena del crimen, había dos agentes que respondieron a la primera llamada al 911. Todos estos agentes estaban asustados por lo que vieron. Y son agentes muy grandes... Cuando entré en la escena del crimen, entendí por qué”, contó el detective Deckard en diálogo con Fox News Digital. El investigador reveló que antes del ataque, los asesinos cortaron la electricidad de la casa, sumiendo todo en la oscuridad y sorprendieron a sus víctimas. “Era una escena de crimen horrible”, recordó.
Las víctimas fueron brutalmente atacadas, especialmente Raper, quien fue golpeado con un bate en la cabeza hasta que quedó irreconocible. Según documentos judiciales citados por el mismo medio, también fue apuñalado y le rompieron el brazo, lo que hizo que los investigadores concluyeran que él era el objetivo del ataque, mientras que los otros tres simplemente estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado.
El relato de Donna, la única sobreviviente
Donna, la única sobreviviente de la masacre, fue clave para resolver el caso. Decker dijo que la mujer contó que llegó a la casa la noche del crimen con una de las víctimas y que presenció los asesinatos. Según relató, logró ocultarse en medio de la oscuridad y vio que los atacantes vestían ropa de camuflaje y máscaras. “Traté de sacarle a ella toda la información posible”, explicó el detective.
Mientras los asesinos masacraban a las víctimas en la sala de estar, Donna logró esconderse en el garaje, cubriéndose con un montón de ropa para no ser detectada. “Mientras asesinaban a todo el mundo, Donna corrió al garaje, se escondió debajo de la ropa y los sospechosos no la vieron”, señaló Deckard.
Cuando tuvo la oportunidad, la mujer escapó corriendo por Elm Street y fue de puerta en puerta, pidiendo ayuda a los vecinos. Finalmente, alguien respondió a sus gritos y llamaron al 911.
La pista que llevó a los investigadores a la secta
Gracias al relato de Donna y a la ayuda de los vecinos, los investigadores obtuvieron una descripción de un sospechoso. Así, elaboraron un identikit de un hombre caucásico con cabello afro, al que uno de los habitantes del pueblo reconoció. “Parece un tipo llamado Jason. Vive en ‘El Campamento’”, dijo el detective.
“El Campamento” era una zona residencial ubicada en las afueras de Salida. Al llegar al lugar, la Policía encontró prendas de camuflaje colgadas en un tendedero como las que había descripto la sobreviviente. Entonces, fueron hasta un remolque cercano que pertenecía a Gerald Cruz, quien aseguró no saber nada de lo ocurrido.
Sin embargo, Deckard explicó que poco después descubrieron que Cruz lideraba una secta llamada “The Cause” y que tenía un control absoluto sobre sus seguidores, a quienes manipulaba. “Gerald Cruz recogía a la gente de la calle, a los que estaban desempleados, a los que no tenían dinero y se convertía en ‘su padre’ y les prometía que les daría lo que necesitaban. Se envalentonaban tanto… que hacían casi cualquier cosa por él”, detalló el investigador.
Tras una orden de allanamiento a la casa de Cruz, los agentes encontraron máscaras, materiales para fabricar bombas y un dispositivo conocido como la “Rueda del Castigo”, que usaba para torturar a quienes desobedecían sus órdenes. “Entrevisté a otras personas que formaban parte del grupo que supervisaba Gerald Cruz. Me describieron que la ‘Rueda del Castigo’ se utilizaba si te metías en problemas por cualquier cosa. Y Gerald gobernaba con puño de hierro”, comentó Deckard.
Las condenas para los involucrados en la secta
La investigación terminó con la detención del líder de la secta y de cuatro de sus seguidores, quienes fueron juzgados y condenados. Jason LaMarsh y Ronald Willey fueron condenados por cuatro cargos de asesinato en segundo grado y sentenciados a 62 años de prisión.
Gerald Cruz, el líder del grupo, fue condenado a la pena de muerte. La misma condena recibieron James Beck y Richard Vieira, seguidores de la secta. Por su parte, Michelle Evans, otra integrante de The Cause, se declaró culpable como cómplice de asesinato y fue sentenciada a un año de prisión a cambio de su testimonio. Cumplió seis meses y fue liberada. “Gerald Cruz tenía mucho poder sobre ellos”, concluyó Deckard.