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Alerta para familias: exigen retirar de la venta un disfraz para niñas por peligro de incendio

Un sombrero de bruja no podrá ser comercializado debido a que el material con el que fue construido es inflamable; por el momento, no hubo incidentes reportados con el producto, pero se sacó del mercado de manera preventiva

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Un sombrero de bruja, utilizado normalmente en ambientes festivos de Halloween, violaba el requisito federal de inflamabilidad
Un sombrero de bruja, utilizado normalmente en ambientes festivos de Halloween, violaba el requisito federal de inflamabilidad

Con la premisa principal de prevenir un posible incidente, un disfraz para niñas fue retirado de los comercios por incumplir con los requisitos de inflamabilidad. Según se informó, era propenso a incendiarse por el material con el que fue confeccionado. La medida fue anunciada por la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos y pone el foco en la salud de los usuarios.

La decisión del retiro

Pese a que la medida puede parecer curiosa, es acertada desde el punto de vista de la prevención. Se trata de un sombrero de bruja utilizado normalmente en ambientes festivos de Halloween, que violaba el requisito federal de inflamabilidad.

El producto tiene una confección de 100% de poliéster. Es de color negro, con una malla azul y, en la parte inferior, cuenta con una bufanda de estrellas brillantes. Dentro, se lee una etiqueta cosida que dice: “CBI Distributing Corporation”.

Aun así, el sombrero es riesgoso, ya que por sus componentes es propenso a prenderse fuego en caso de estar cerca de una llama y es por eso que su distribución viola los requisitos federales impuestos. Por ende, si no ordenan su retiro, las autoridades serían responsables en caso de que sucediera una tragedia por haber permitido su comercialización.

¿Qué pasó luego?

Las autoridades tomaron la decisión de retirar la prenda del mercado el pasado 11 de julio, pese a que no hubo incidentes reportados por el momento. En total, se pusieron a la venta 5700 unidades, de las cuales se comercializaron alrededor de 450, en Canadá.

Obviamente que quien quiera adquirir el sombrero ya no podrá hacerlo por la prohibición vigente, pero cabe resaltar que, aquellos que ya desembolsaron dinero y lo tienen en su poder, deberán dejar de usarlos y devolverlos a cualquier tienda Claire’s o Icing para poder obtener el reembolso correspondiente.

Las normativas de inflamabilidad

En lo que respecta a esta temática, la guía de normas es inflexible. Tal como establece, se debe ofrecer a los consumidores la garantía de que los productos textiles sean seguros y resistentes a la inflamabilidad sin la posibilidad de un margen de error.

En Estados Unidos, por ejemplo, comenzaron a desarrollarse normas estrictas contra la venta y distribución de tejidos altamente inflamables con el establecimiento de la Ley de tejidos inflamables de 1953. Esta norma se desarrolló a raíz de los múltiples casos de lesiones graves y muertes provocadas por quemaduras relacionadas con prendas fabricadas con rayón de hilo largo. En 1972, la aplicación de esta ley pasó a manos de la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC, por sus siglas en inglés).

En conformidad con el código federal, los tejidos cuentan con tres grados de inflamabilidad, 1,2 y 3. En el país norteamericano, está prohibido vender productos que estén por encima de la clase 3.

Para tener un mayor control de la situación, y determinar que una prenda es de clase 1 y aceptable para el ser comercializada, la empresa fabricante debe certificar el producto en una declaración que incluye detalles específicos, requisitos y resultados de las pruebas aplicables.

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