Yoyi Francella: “Prefiero ir haciendo mi camino de a poco”
La protagonista de Millennials cuenta cómo está viviendo el éxito de la tercera temporada de esta serie, que acaba de estrenar en Netflix, y asegura que su apellido no le genera ninguna presión a la hora de actuar
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Se llama Johanna, pero le dicen “Yoyi”. Tiene 27 años y, desde hace cinco, viene pisando el mundo del espectáculo. Es que, sin dudas, lleva la actuación en su ADN. Hija de Guillermo Francella y hermana de Nicolás, esta joven parece haber heredado su pasión por los sets desde muy pequeña: “Me acuerdo que quería ser una Chiquitita. Estudiaba las escenas y las repetía frente al espejo. Además toda mi vida me la pasé acompañando al trabajo a mi papá. De él aprendí a estar en constante movimiento, a poder salir de mi zona de confort y para eso no hay secretos: hay que trabajar, estudiar, formarse”, confiesa quien al terminar el colegio secundario se anotó en comedia musical, tomó clases de teatro y hasta hizo un seminario en Nueva York en el Lee Strasberg Theatre and Film Institute.
Lo cierto es que, desde un principio, esta actriz tuvo el apoyo de su familia para hacer lo que tanto ama, eso sí “sin medias tintas, con pasión y compromiso”. Y ese es el camino que día a día intenta seguir la pequeña del clan y que, por lo visto, está dando resultado. Su paso por Heidi, Bienvenida a casa, Noche y Día, Golpe al corazón y Justo en lo mejor de mi vida -por no mencionar el gran trabajo que hizo junto a su padre en el film El robo del siglo- la prepararon para ser una de las protagonistas de Millennials, una de las series del momento que acaba de estrenar su tercera temporada en Netflix. “Me vieron en otros laburos, me llamaron y me mandaron el libro. Estoy feliz porque se armó un grupo re lindo. Creo que cuando hay química eso se transmite en pantalla y hace que el proyecto funcione mejor”, le cuenta a LA NACION quien en la apuesta de Kuarzo comparte elenco con Gastón Soffritti, Nicolás “Tacho” Riera, Laura Laprida, Juan Manuel Guilera, Noelia Marzol y Matías Mayer.
-¿Cómo estás viviendo el estreno de la tercera temporada de la serie?
-Estamos muy contentos porque parece que la gente la está disfrutando bastante. Está sexta en Netflix Latinoamérica, así que nos sorprendió. Obvio que cuando uno hace algo tiene ganas de que funcione y le vaya bien, pero siempre estos datos te terminan sorprendiendo. Más en el momento que estamos viviendo donde esto significa más trabajo a futuro para todos.
-¿Cómo fue grabar en plena pandemia?
-Nosotros arrancamos esta temporada en agosto o septiembre de 2020, algo que era casi imposible. Fuimos uno de los primeros en volver a grabar y con el tema de los protocolos fue un mundo nuevo, pero siempre estuvimos muy agradecidos y conscientes de lo que eso significaba. En esta pausa a nivel mundial aprendí a tomarme las cosas con más calma, a valorar la importancia de las pequeñas cosas como puede ser un almuerzo o ver a tus viejos, a tu abuela. Cosas que quizás con toda la vorágine del día a día uno se pierde.
-¿Cómo te llegó la propuesta?
-Me vieron en otros laburos, me llamaron y me mandaron el libro. Creo que ninguno de mis compañeros tuvo que hacer un casting. Ni bien leí la propuesta me encantó. Nunca me dejan de sorprender los mensajes que me llegan desde distintos países. Netflix es una plataforma enorme, donde a veces me encuentro viendo series rusas o películas que quizá no hubiese visto ni loca y que resultan ser impresionantes. Te hace sentir como que no hay techo, que podés conectar con otro mundo, que pueden llegar oportunidades más grandes.
-Contanos sobre Alma, tu personaje, ¿tenés algo en común con ella?
-Siento que cuando uno hace un personaje, ese papel siempre tiene algo de uno. En este caso, hay muchos disparadores para identificarme. Alma es una millennial con sus problemas y altibajos como todos y la verdad que la veo bastante parecida a mí. Quizá a medida que fueron transcurriendo las temporadas me fui pareciendo cada vez más. Yo arranqué a los 24 años con este papel y me sentía conectada, pero había muchas cosas que no entendía. Hoy, tres años después, sí me siento mucho más parecida. Crecí con ella y eso creo que está bueno.
-¿Qué fue lo más interesante de interpretarla?
-Más allá de que es una serie subida de tono tiene mucha comedia y la dupla que hacemos con Mati Mayer me parece muy divertida. Pegamos una conexión tan grande que fue el triple de divertido interpretar a esta pareja que, en las primeras dos temporadas, no funcionaba en lo sexual. Era como gracioso porque de repente tenías a las otras dos parejas (Nico Riera y Laura Laprida o Juan Manuel Guilera y Noelia Marzol) que eran una explosión. Me parecía interesante también mostrar esa otra realidad.
-¿Cómo encarás las escenas más jugadas?
-Hoy en día, después de tres temporadas, obviamente que no es lo mismo que la primera escena que grabé. Me pasó que cuando salí de la primera reunión que tuvimos quedé muy nerviosa al punto de decir: ‘Che, ¿podré hacer esto?’ Porque yo no venía de hacer nada así. Es parte de la vida del actor, pero no por eso deja de ser raro y no te voy a mentir: fue difícil al principio, pero después entramos en un terreno de mucha confianza no sólo con el elenco, sino con toda la gente de producción, dirección, cámaras, microfonistas que hizo que me relaje mucho más. Es un momento en el que uno se tiene que sentir extremadamente cómodo sino no funciona.
-¿Qué dice tu papá cada vez que te ve? ¿Te aconseja?
-Somos una familia muy unida y entre los cuatro (mamá, papá y mi hermano Nico) nos aconsejamos y conversamos todo. Aunque después cada uno termina haciendo lo que quiere y lo que siente que va a ser lo mejor. Yo me considero muy autocrítica también y me doy cuenta que a medida que uno va creciendo va adquiriendo más seguridad. Uno se va sintiendo más cómodo y con más herramientas para elegir lo que quiere. Y quizás a veces no es lo mismo que piensa el de al lado, pero uno sabe que es lo que le va a hacer bien a uno mismo. No suelo pasar letra con papá, pero si tengo la necesidad obvio que es al primero que recurro.
-¿Quién es más cuida: tu papá o tu hermano?
-Nico es mucho peor que mi papá, quiere saber todo [risas]. Mi papá es más de observar, hacer alguna pregunta pero hasta ahí. Igual, los dos son súper respetuosos de mi intimidad y cero invasivos.
-En 2019 trabajaste con tu papá en El robo del siglo... ¿Cómo fue esa experiencia?
-Estuvo buenísimo hacer esa peli porque es una historia que habla por sí sola, además de ser mi debut en el cine. Fue un personaje bárbaro, más el libro, la dirección, era un golazo de entrada e imposible dudar de hacerlo pero, hoy en día, quizá esperaría un poco para volver a trabajar con mi viejo. Prefiero ir haciendo mi propio camino de a poco. Si bien haber laburado con él me dio otras oportunidades prefiero ganármelas por mi cuenta.
-¿Sentís que tu apellido te abrió puertas o lo vivís como una presión?
-No, la verdad que no lo vivo como un peso porque estudio hace un montón y vengo laburando hace tiempo y estoy segura de mí misma. Pueden hablar un montón, pero mientras que uno cuando se acuesta en la cama este tranquilo y confíe en las personas que tiene al lado, eso es lo importante. Seguramente me puede abrir algunas puertas, pero depende de mí que permanezcan abiertas. Te puede dar una oportunidad, pero también hay que saber aprovecharla.
-¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a esto?
-Desde muy chiquita. Seguramente fue porque me la pasaba en los sets con mi papá. De hecho, muchas veces faltaba al colegio para ir a verlo grabar y amaba ese plan. Así que una vez que terminé el colegio, me aboqué cien por cien a esto. Sin embargo, en un momento me asusté porque estaba eligiendo una profesión no tan convencional. Pensé estudiar psicopedagogía, pero por suerte en casa me dijeron: ‘Seguí lo que realmente te gusta’. El resto se fue dando de a poquito. Me considero una afortunada porque tengo amigas que todavía no encontraron su vocación y encontrarla desde tan pendeja creo que es algo que está buenísimo.
-Este año también vas a ser parte de El primero de nosotros, la nueva novela de Telefe, ¿qué podés adelantar al respecto?
-Estoy contenta, está muy buena la historia. El elenco ya arrancó a grabar hace dos o tres semanas y yo entro unos capítulos después. Pero no puedo adelantarles nada de mi personaje, así que tendrán que esperar a verlo.
-¿Cómo te imaginás en el futuro?
-Me imagino actuando, pero tampoco quiero encasillarme, siempre digo que me dejaría sorprender por las cosas que vayan surgiendo en el momento. Producir o dirigir no es algo que hoy en día me vuele la cabeza, pero tampoco cierro la puerta. Por fuera de lo actoral, me gustaría hacer radio. Hice un programa a los 20 años con cuatro amigos y me encantó. Está bueno a veces dejarse llevar por la vida. Creo que hoy con el tema de las redes sociales una influencer puede actuar, un actor puede conducir y romperla por eso no me cierro a nada.
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