Hace 40 años aterrizaba en los cines de los Estados Unidos un nuevo tipo de película: ¿Y dónde está el piloto? El film de Jim Abrahms y los hermanos David y Jerry Zucker revolucionó la comedia con su parodia de los clichés del cine popular, el ritmo incesante de los gags y las interpretaciones de actores reconocidos por sus papeles dramáticos. El éxito de taquilla se convirtió con el paso de los años en un objeto de culto para toda una generación.
Todo comenzó con la emisión de una película clase B en la televisión a altas horas de la noche. Zero Hour!, un film de 1957, escrito por Arthur Hailey, el mismo guionista de Aeropuerto, llamó la atención de Abrahms y los Zucker. Los ZAZ, tal como se conoce al grupo creativo, usaban la TV como fuente de inspiración para sus rutinas de comedia, doblando en vivo los diálogos de lo que veían para transformarlo en chistes. De esa forma armaban sus espectáculos de comedia para el teatro que tenían en Los Ángeles, el Kentucky Fried Theatre.
Al ver Zero Hour! tuvieron la idea de llevar su método un paso más allá y escribir un guión utilizando como base este film. Tuvieron un primer borrador listo en 1974 pero la oportunidad de llevar su peculiar sentido del humor a la pantalla grande llegó con otro proyecto. Kentucky Fried Movie fue la segunda película del director John Landis y está compuesta por cortos de comedia paródica creados por los ZAZ.
"Nuestro primer borrador de ¿Y dónde está el piloto? tenía cortes con comerciales falsos porque no nos dábamos cuenta lo sólida que era la historia que Arthur Hailey había escrito -explica Abrahms en una entrevista con AV Club-. Nosotros no éramos de ninguna manera guionistas, éramos escritores de chistes. Así que nos apegamos a la trama de Zero Hour! De hecho, terminamos comprando los derechos de la película. Supongo que nos lo debe de haber aconsejado nuestro abogado. Pero me acuerdo que tuvimos que encontrar la definición legal de parodia y, según recuerdo, lo legal era que podías usar la trama y algún diálogo. Nuestro guión estaba tan cerca de Zero Hour! que sabíamos que no podíamos zafar".
Mantener la estructura clásica de la película fue un gran acierto por parte del trío. Muchas parodias fallan en ese aspecto, pero la trama de ¿Y dónde está el piloto?, por más absurda que parezca, logra captar el interés del público, más allá de los chistes. Como lo expresa David Zucker en una entrevista, de alguna forma un poco tonta el espectador realmente quiere que al final el avión aterrice y que los protagonistas se reconcilien.
Los ZAZ recorrieron Hollywood con el guión, que tuvo buena recepción entre varios productores y ejecutivos de estudios. El problema era que el trío quería dirigir la película y nadie se animaba a arriesgarse con un grupo de novatos, por más gracioso que fuera su guión. Hasta que llegaron a Paramount, en donde Michael Eisner, el entonces presidente del estudio, aceptó hacer el film con ellos como directores. Hubo un tira y afloje entre los creativos y el ejecutivo sobre algunos aspectos estéticos del film: los ZAZ querían hacerlo en blanco y negro y en un avión antiguo. Eisner, el hombre que pocos años después rescataría a Disney del borde de la quiebra, se puso firme en su decisión de que tendría que ser a color y en un jet, para que el público de los 80 pudiera identificarse con el modo de transporte. Los guionistas aceptaron y desde entonces reconocen que Eisner salvó la película con su firmeza en este punto.
Para asegurarse de que a los directores debutantes no se les fuera la producción de las manos, Paramount les asignó a Howard W. Koch como productor junto con Jon Davison, un egresado de la factoría de Roger Corman. Los ZAZ cuentan que en vez de resultar un problema para su libertad creativa contar con el experimentado productor en su equipo, porque conocía a todo el mundo en Hollywood.
Una comedia sin comediantes
Gracias a él encontraron al actor ideal para interpretar a Ted Stricker, el piloto traumatizado por un accidente aéreo durante la guerra de Vietnam. Caitlyn Jenner, Bruce en ese entonces, había pasado por tres audiciones para ese papel pero no los convenció. La agente de Robert Hays conocía a Koch y le recomendó a su cliente, quien trabajaba en una serie llamada Angie. Los ZAZ enseguida vieron en él a su reticente héroe.
"Leí el guión en un avión -cuenta Hays sobre su primera impresión del material, en una entrevista con The Guardian-. En cada página había algo que me hacía reír a carcajadas y la azafata se dio cuenta. Cuando terminé se lo di. Era una mujer muy correcta y de aspecto muy prolijo, con su pelo atado en un rodete tirante. Miré por el pasillo a donde ella estaba sentada leyendo el guión. Al rato, la vi sonreír. Después empezó a reírse. Pronto estaba con el pelo desarmado riéndose a carcajadas. ´Esa es una buena señal´, pensé".
Para el rol de Elaine Dickinson, la azafata con la que Stricker quiere reconciliarse, se probaron Sigourney Weaver y Shelley Long pero Julie Hagerty resultó la elegida, con su aspecto encantador e inocente perfecto para el personaje.
Los guionistas y directores tenían en mente un concepto que resultó novedoso. No querían comediantes para interpretar a los personajes de la película sino actores dramáticos. El estudio proponía a figuras como Chevy Chase y Bill Murray, que eran conocidos como humoristas, en especial por ser parte del elenco de Saturday Night Live, pero el trío prefirió a actores como Robert Stack y Lloyd Bridges, que luego continuaría su carrera en comedias paródicas. La idea era que los diálogos fueran interpretados como si los actores no supieran que están en una comedia. Vincent Price y Jack Webb hicieron pruebas para el papel del médicopero finalmente los ZAZ encontraron un tesoro escondido para la comedia en Leslie Nielsen, una cara reconocible por aparecer en pequeños roles dramáticos, en cine y TV.
El actor, que luego trabajaría con David Zucker en las películas de La pistola desnuda y murió en 2010, tiene a su cargo uno de los chistes más famosos del film, un juego de palabras en inglés con el sonido de "seguramente" (surely) y "Shirley". Cuando Striker le dice al médico: "Seguramente no está hablando en serio"; éste contesta: "Estoy hablando en serio y no me llames Shirley". La solemnidad con la que Nielsen pronuncia un chiste tan absurdo, sin ningún guiño o señal de entender la gracia de lo que está diciendo, genera un efecto cómico muy potente. Tan efectivo que cuando los preocupados ejecutivos de Paramount vieron la escena en la proyección de lo rodado en el primer día entendieron, finalmente, que los ZAZ tenían muy claro lo que estaban haciendo.
Según contaron los directores y sus compañeros de elenco en diversas oportunidades, Nielsen no solo resultó un gran comediante, con un timing impecable, sino que además le encantaba hacer bromas. Durante el rodaje llevaba consigo una máquina de hacer ruidos flatulentos con los que sorprendía a otros actores y extras. La máquina, construida por un amigo del actor, fue un éxito tal que Nielsen consiguió varias para el equipo técnico y su uso indiscriminado terminó en una prohibición de las mismas en el set.
La irreverencia de otros tiempos
Sin participar de este tipo de bromas y muy poco convencido de actuar en la película, Peter Graves interpretó el papel del piloto que cae enfermo, como gran parte de los pasajeros y sus compañeros de cabina, tras intoxicarse con el pescado servido en el avión. La leyenda dice que al actor de La noche del cazador y Misión imposible le pareció horrible el guión de ¿Y dónde está el piloto?, pero su esposa e hijos lo convencieron de hacerlo.
Graves protagoniza uno de los chistes más irreverentes de la película, uno de los tantos que sería imposible hacer en la actualidad en una producción de un estudio de Hollywood. El humor del film se ocupa del aborto, la religión y las diferencias raciales, con algunos gags muy agudos y brillantes y otros que son prescindibles. Cuando un niño visita la cabina, el piloto interpretado por Graves le hace una serie de preguntas inapropiadas, que empiezan con: "Joey, te gustan las películas de gladiadores?", y van escalando hasta: "¿Alguna vez viste a un hombre adulto desnudo?".
Rossie Harris, el actor que hacía del pequeño Joey, cuenta que cuando filmó la película no tenía idea del subtexto del diálogo con el piloto interpretado por Graves. Pero cuando se estrenó el film, un años después, había crecido y empezó a tomar dimensión de lo que se hablaba en esa escena.
"Peter Graves tenía muy claro el subtexto o, en realidad, el texto explícito del guion, así que tenía mucho, mucho cuidado -explica Harris en una entrevista con AV Club-. Creo que lo habían tenido que convencer para hacerlo. Entre escenas no quería tener contacto conmigo. Era un poco distante y yo no lo entendía en ese momento. Él y Kareem eran así, pero Kareem era una persona tímida y tranquila en general, no quería hablar mucho con nadie, no solo conmigo. El resto del elenco era muy alegre. Había mucha camaradería, hacían muchas bromas en el set y todo el mundo la pasaba bien. No entendí lo de Peter en su momento pero después, cuando me quedó todo claro, me di cuenta: 'Ok, ese era su problema'".
Kareem Abdul-Jabbar, una de las estrellas más famosas del básquet en esa época, aceptó el rol del copiloto después de que su agente negociara con la producción el pago de 35 mil dólares. La suma, según les explicó el agente, era lo que costaba una alfombra oriental que el jugador de la NBA quería comprar. Los ZAZ tomaron esto como una excusa creativa del agente pero un par de semanas más tarde vieron una foto en el New York Times de Kareem parado sobre la alfombra que se había comprado con su cachet del film.
¿Y dónde está el piloto? se estrenó el 2 de julio de 1980 en los Estados Unidos, donde fue un gran éxito de taquilla. A la Argentina llegó unos meses más tarde, en noviembre, con el curioso título local con forma de pregunta en vez de la exclamación del original (Airplane!), puntuación copiada de aquella película clase B que inspiró a sus creadores.
"Creíamos que iba a ser un éxito así que cuando eso sucedió no nos sorprendimos -dice Zucker, en una entrevista con Vulture-. Lo que nos sorprende es cuánto ha durado. Los comediantes de hoy, desde los Farrelly hasta Seth MacFarlane y Judd Apatow, hablan sobre la influencia del film en sus trabajos. A medida que más y más fanáticos de Una Eva y dos Adanes se vayan muriendo, ¿Y dónde está el piloto? se convertirá probablemente en la película número uno en las encuestas de las mejores comedias de todos los tiempos".
Con los años, las innumerables emisiones en televisión y las ediciones en VHS primero y en DVD después, ¿Y dónde está el piloto? se convirtió en una de las comedias preferidas del público que supo apreciar las caras adustas de los actores mientras participaban de esos chistes absurdos que, 40 años después, todavía funcionan a la perfección.
¿Y dónde está el piloto? está disponible en Amazon Prime Video
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