Xavier Dolan, el niño terrible venido de Canadá
Con Mommy, su quinta película, el joven cineasta confirma su estatus como uno de los realizadores más respetados
Desde el principio, Xavier Dolan dio que hablar. Tenía 20 años recién cumplidos cuando su primera película, Yo maté a mi madre, que él mismo había producido, escrito, dirigido y coprotagonizado, fue saludada con una ovación en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes de 2009. Allí, en la Costa Azul, con una sola excepción -Tom à la Ferme, de 2013, que se conoció en Venecia, probablemente a causa del enfado que le había causado que su anterior film, Lawrence, anyways no hubiera entrado en la competencia, sino en Un Certain Regard-ha presentado todas sus películas, que ya son cinco, la última de las cuales (Mommy, que el año pasado participó de la selección oficial y terminó compartiendo con Godard el premio del jurado), será estrenada hoy por CDI.
El cine de Dolan no demoró en hacer su aparición entre nosotros. Tanto su triunfal ópera prima como su segunda realización, Los amores imaginarios, un singular triángulo romántico que exploraba distintas variantes de la sexualidad y que había sido estrenada en Un Certain Regard, fueron seleccionadas para el Festival de Mar del Plata de 2010. El joven canadiense nacido en Quebec en 1989 y ya establecido como el nuevo enfant terrible del cine siguió acumulando récords, distinciones y polémicas. Su obra genera reacciones extremas. Quienes lo adoran lo juzgan un genio; en cambio, enoja o irrita a quienes lo juzgan pretencioso, gritón y redundante. Pero casi todos reconocen su afán por la innovación y la originalidad. En Mommy, por ejemplo, filmó en 35 mm y un formato 1:1, de pantalla cuadrada. Él tiene sus razones: reconoce que tal formato (que a veces genera la extraña ilusión de estar viendo una película vertical) le impuso unas cuantas restricciones, pero "me servía -ha dicho- para centrar el foco del público sobre los personajes", además de contribuir con cierto clima claustrofóbico que los agrupa. También le permitía probar que lo asiste la razón cuando pone tanto énfasis en la importancia decisiva que tiene un buen casting. Son fundamentalmente tres intérpretes centrales: dos actrices las prestigiosas Anne Dorval (la madre) y Suzanne Clément (la vecina), que han actuado respectivamente en cuatro y tres de sus films anteriores, y Antoine Olivier-Pilon (Steve), un muchacho a quien descubrió cuando dirigió College Boy, un hiperviolento clip del grupo Indochine, el más longevo del rock francés, que denuncia sin ahorrar crudeza la violencia en los colegios.
Le han señalado que Mommy regresa al tema de su primera película: la difícil relación entre una madre y su hijo. Dolan, sin embargo, señala las diferencias. La base argumental puede ser parecida: "Una madre que cría sola y entre mil peleas a su hijo, que padece hiperactividad y déficit de atención. Es un muchacho susceptible y a veces muy violento, pero las semejanzas acaban ahí. Primero, porque, en este caso, interviene una vecina, lo que convierte la relación madre-hijo en un triángulo. Y además porque Yo maté a mi madre narra una crisis juvenil y es un film autobiográfico. Y Mommy es un conflicto existencial y no tiene nada que ver con mi vida".
¿De dónde surgió? "De varios elementos, que se fueron agrupando: básicamente de un artículo que leí en el Reader's Digest sobre una madre que a comienzos de este siglo decide abandonar a su hijo con severos trastornos de comportamiento: un chico de 7 u 8 años que era violento con ella, con su hermano menor y que cada vez la atemorizaba más. Por otro lado, existía un proyecto de ley que permitiría a los padres de chicos con esos trastornos abandonarlos legalmente en hospitales, sin necesidad de iniciar otros procesos." De ahí -y porque las cosas que suceden en la película son bastante fantasiosas- agregó las leyendas que en el comienzo del film ubican la acción en una Canadá imaginaria. "También surgió de mi contacto con Pilon, en quien desde el principio vi a Steve, que era bastante mayor que el chico de la historia. Y de una canción que me inspiró y de otros elementos que fueron añadiéndose y enriqueciendo a los personajes."
Ya al definir a Steve, el muchacho en cuestión, dice que es "un personaje enfermo que no tiene control de sus sobresaltos emotivos, un jovencito extremadamente explosivo, pero, sobre todo, carismático, gracioso, bastante vulgar. Un ser al que define el exceso de amor que siente por su madre, y que nunca está satisfecho con el sentimiento que ella le demuestra o duda de su veracidad".
En cuanto a la madre, es "una viuda bella, sexy, testaruda, orgullosa, traductora con escaso trabajo, una especie de Madre Coraje, víctima de muchas cosas, pero que se no se victimiza. La suerte se ensaña contra ella, pero ella está empecinada en sobrevivir, en ser feliz. Quiere dejar entrar el sol como deja entrar a su vecina, por voluntad de vivir. Es una heroína. Y gana. La madre gana siempre en mis films".
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