Esta noche, William Gray presenta en The Roxy Live Bar su segundo disco, Silentio, una ambiciosa conjunción de rock progresivo con ritmos vernáculos
Silentio, el flamante segundo disco de William Gray, narra la historia de un niño que cobra el don de hablar con los objetos. Y todo lo que ello trae aparejado. El disparador argumental fue el banco de una iglesia, explica el guitarrista, cantante y compositor del septeto, Sebastián Medina: "Desde chico, para mí algunas cosas tenían un halo medio mágico: esos objetos preferidos tenían vida. Silentio se disparó a partir del banco de una iglesia, más como objeto estético o de estudio que religioso. Si bien eso no está en Silentio, se me ocurrió que aquel objeto no podía tener una carga igual a la de la mesada de la cocina, si pudiera contarnos todo lo vivido".
Más allá del hilo argumental, se trata de un ejercicio de rock progresivo, que incorpora ritmos vernáculos (tango, folclore) y sonoridades del mundo (su tecladista, Juan Manuel Tavella, también toca el sitar). "Es una fusión poco convencional, pero aparece cada vez con mayor frecuencia. Simplemente nos gusta y también nos identifica. Y siempre tratamos de respetar la particularidad de cada género. Es decir, los motivos musicales ejecutados en ciertos momentos de la obra se repiten, pero mutan hacia instrumentación clásica del tango: no es que mandamos unos bandoneones sobre una base de heavy metal", explican.
La decisión de transformar a Silentio en una ópera rock es, esencialmente, estética: "Siempre nos gusto la música elaborada y por suerte en este momento hay varios exponentes a nivel global. A nosotros también nos interesa la fusión de géneros musicales y estéticos: la plástica, el diseño, la literatura y la música. Había un cuento para contar y elegimos hacerlo de esta manera. Living Fossils (2006) fue una muy buena experiencia, pero ahora apostamos a una producción cada vez ambiciosa".
Esa ambición estética será una de las claves de la presentación de Silentio esta noche, en The Roxy Live Bar, Niceto Vega 5542, a partir de las 20.30. William Gray está integrado por Fausto Manes (batería), Maximiliano Rago (bajo), Federico Ferme (guitarra), Federico Zanzottera (piano, órgano Hammond, acordeón y sintetizadores), Juan Manuel Tavella (sitar, santoor, acordeón, guitarra, piano y Rhodes), Carolina Azcune (coros) y Sebastián Mediana (voces y guitarra). "¿Expectativas para ésta noche? Que el público disfrute. Se van a encontrar con La historia completa de Silentio, un buen despliegue de proyecciones y textos que ayudan a la comprensión del relato, muchos músicos e instrumentos raros en el escenario", se entusiasma su frontman, Sebastián Medina.
Por Humphrey Inzillo
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