"Volvería a ser actriz una y mil veces"
Patricia Palmer integra el elenco de La leona y dirige Temporada de topos
A partir de sus papeles protagónicos en múltiples teleteatros como Libertad condicionada, Sin marido, Dulce Ana y tantas otras, Patricia Palmer se convirtió en una de las figuras más populares de la televisión. Pero aunque tiene más de 20 tiras en su haber, siempre mantuvo una gran pasión por el teatro, además de escribir y dirigir. Recientemente acaba de estrenar Temporada de topos, de Juan Fassi, en su rol de directora. "Cuando dirijo una obra nunca sé lo que voy a hacer, sólo tengo un texto que quiero investigar. Lo demás me lo dan los actores, la situación, los duendes. Es muy lindo el trabajo de estar ahí afuera y encajar las fichas de ese rompecabezas que se va armando entre todos. Y un buen día, aparece la magia", asegura. Es una obra que habla de la amistad, los sentimientos y pensamientos de la generación de treinta y pico. Su elenco se conforma con Mauricio Méndez, Luciano Percara, Luciana Ulrich y Damián Valgiusti.
Pero además, en su faceta de actriz está grabando La leona, la telenovela para Telefé con Nancy Dupláa, Pablo Echarri, Miguel Ángel Solá, Susú Pecoraro, Esther Goris y Dolores Fonzi. "Llevamos grabados unos quince capítulos y me parece que va a ser un golazo. La historia transcurre en una fábrica textil, donde intentan hacer una quiebra fraudulenta. A causa de esta situación quedan en la calle muchos obreros, que deciden tomar la fábrica y formar una cooperativa. Y en medio de todo eso, por supuesto, surgen las historias de amor", adelanta.
A los 24 años Patricia partía de su ciudad natal, Mendoza, para instalarse, junto con su pequeña hija, en Buenos Aires. Estudió danza, canto y actuación con Lito Cruz, Augusto Fernandes, Luis Agustoni y Agustín Alezzo. En 1981 debutó en teatro y televisión, y en 1995 protagonizó en Canal 9 la novela Dulce Ana, donde tuvo su pico de popularidad y fama. Este trabajo le abrió camino para que Alejandro Romay le permitiera escribir, actuar y producir la telenovela Los ángeles no lloran y, más adelante, le diera la dirección artística de Canal 9, en 1998. "Cuando llegué por primera vez a Buenos Aires tenía mucho miedo. Los primeros dos o tres años estuve muy sola, me costaba mucho relacionarme. Dicen que lo que no te mata te fortalece. A mí me sostenía la ilusión, los proyectos y mi pequeña hija", cuenta Palmer, sentada en el barcito del Taller del Ángel, su propia sala, donde lleva adelante un importante trabajo social junto a la Fundación Fortaleza (www.fundacionfortaleza.org.ar). "Somos un grupo de asistentes sociales, psicólogos, abogados, psicoterapeutas, que trabajamos con jóvenes de capacidades diferentes. Y el taller funciona como su club, su lugar de pertenencia. Organizamos bailes, distintas actividades, salidas al teatro", explica entusiasmada.
"Volvería a ser actriz una y mil veces. La palabra vocación deriva de un vocablo griego que significa llamado del alma. No tiene mucha racionalidad. Pero si tenés la suerte de tener ese llamado, no lo podés desoír. Es imposible. Por más cosas que hagas, es el lugar adonde uno siempre vuelve. La actuación es un juego y siempre será un privilegio. Es mi lugar de pertenencia, el propósito de mi vida", concluye.
La crisis de los treinta
A partir de un planteo existencialista, Temporada de topos pone en escena a cuatro jóvenes que al llegar a la bisagra de los 30 años se cuestionan qué hacer con sus vidas. "Sin ser solemne, sin ser discursiva, con humor, es una obra que tiene hondura, y habla de estos agujeros existenciales tan comunes que se abren a esa edad, cuando las personas se van diversificando, con sus parejas, sus amistades, sus profesiones, con sus historias. Una etapa donde mirás el reloj y decís, ah bueno, no queda tanto, hay que hacerla ahora, llegó el momento de desplegar el plan. Y el que no tiene un plan para desplegar se empieza desesperar un poco", sintetiza la directora.
Temporada de topos
De Juan Fasti
Sábado, a las 20.
Taller del Ángel, Mario Bravo 1239
lanacionar