Van Gogh, de puño y letra
El pintor escribió 872 cartas que cuentan su trágica historia
Arles, 16 de octubre de 1888
Mi querido Theo:
Finalmente te envío un pequeño croquis para darte una idea del giro que toma el trabajo. Ya que hoy comencé nuevamente. Aún tengo los ojos cansados, pero finalmente tengo en mente una nueva idea y éste es el croquis. Siempre tela de 30. Esta vez es simplemente mi dormitorio, sólo que el color debe actuar aquí y, al darle un estilo más grande a las cosas por su sencillez, sugerir el reposo o el sueño en general. En fin, ver el cuadro debe reposar la cabeza o más bien la imaginación.
Las paredes son de un violeta pálido. El suelo tiene baldosas rojas. La madera de la cama y las sillas son amarillo manteca fresca, las sábanas y las almohadas limón verde muy claro. La manta roja escarlata. La ventana verde. El tocador anaranjado, la jofaina azul. Las puertas lila.
Y eso es todo; nada más en esta pieza con los postigos cerrados. La anchura de los muebles debe expresar ahora el reposo inquebrantable. Los retratos sobre la pared, un espejo, una toalla y alguna ropa. El marco -como no hay blanco en el cuadro- será blanco.
Esto para tomarse la revancha por el reposo forzado que me vi obligado a tomar. Seguiré trabajando en esto aún todo el día de mañana, pero ya ves lo simple que es la concepción. Las sombras y las sombras proyectadas son suprimidas, está coloreado con tintes chatos y francos como los impresos japoneses. Esto va a contrastar, por ejemplo, con La digilencia de Tarascón y el Café nocturno. No te estoy escribo una carta larga porque voy a comenzar mañana muy temprano con la luz fresca de la mañana, para terminar mi tela. Te haré bosquejos de los otros cuartos también algún día.
Con un buen apretón de manos.
Siempre tuyo, Vincent.
* * *
Ochocientas sesenta y dos cartas escribió Vincent Van Gogh: a su madre, a su hermana Will, a colegas -comoPaul Gaughin-, a sus amigos y, principalmente, a su hermano Théo. Esa colección epistolar nacida de la mano de quien creó girasoles eternos llegó milagrosamente hasta nuestros días gracias a la prolijidad de Théo -quien mantuvo a salvo 651 cartas- y a pesar del desapego del artista que sólo conservó 37 piezas de la correspondencia de su hermano.Desde esas páginas, Vincent cuenta su historia, explica su estilo y desespera su vida. No hace falta mucho más para una biografía. Por eso hoy las formas de conocer a Van Gogh son múltiples. A la vez que en las librerías se puede encontrar "Cartas a Théo" (Adriana Hidalgo editora), la TV ofrece el mismo camino: el productor norteamericano Jackson Frost también eligió el recurso epistolar para "Yo, Van Gogh", el documental que hoy, a las 16, emitirá People+Arts.
Hace dos años, Jackson Frost, productor senior de la filial en Washington de la cadena pública PBS, puso en marcha "Van Gogh´s Van Goghs", un proyecto que llevó seis meses de producción. En esos días, el equipo del canal iba cada noche a la National Gallery of Art de esa ciudad para filmar la colección de cuadros del pintor holandés, en exposición.
"La mayor dificultad fue la luz", explicó Frost en diálogo telefónico con La Nación desde la capital norteamericana. "Hay que tener mucho cuidado con las luces para no dañar las pinturas. Utilizamos filtros ultravioleta, a pesar de que con las cámaras de High Definition no se necesita mucha luz." Lo mismo se hizo, luego, en el Museo Van Gogh, en Amsterdam.
Para financiar los viajes, la producción técnica digital en High Definition y el casting del documental, Jackson Frost contó con el apoyo de la Fundación Eugene B. Casey. En virtud de ese patrocinio, la PBS afrontó los gastos: 350.000 a 400.000 dólares. "Para nosotros también es un costo alto -acota el productor-, pero debe tenerse en cuenta que el programa tiene música original, un gran guionista y actores."
"Yo, Van Gogh" no se ha privado de nada. Jacqueline Bisset es quien narra una década de la vida del pintor: su primer trabajo en los Países Bajos, sus días en París y su período creativo en el sur de Francia. "La elegí porque ya narró para nosotros -explica Frost-, porque tiene un encantador acento natural para un tema como el impresionismo francés y porque -se ríe- se ve tan bien como se oye."
Para comenzar, Frost dio tres instrucciones: "Que no interpretáramos qué era lo que Van Gogh estaba pensando -enumera Frost-. Ibamos a usar las palabras de las cartas. Que se contara la historia a través de las pinturas. Que se encuadrara la narración en los marcos de las pinturas".
El documental incluye citas de una carta de Gaughin -de los días en que Van Gogh perdía la razón-, y los recuerdos de la hija del dueño de la posada donde vivía el pintor, cerca del campo de trigo donde se pegó dos tiros. Ella cuenta que, herido, caminó hasta la posada y agonizó hasta la llegada de su hermano.
Vincent murió en la madrugada del 29 de julio de 1890. Dos años antes le había escrito a Théo: "No puedo evitar que mis cuadros no se vendan. Sin embargo, llegará el tiempo en que la gente vea que valen más que el precio de la pintura y mi sustento..."
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