Universos paralelos en una bella pieza
Libro: Nick Payne / Dirección: Teresa Costantini / Elenco: Victorio D'Alessandro y Victoria Alsua / Sala: Camarín de las Musas / Funciones: viernes, a las 20 / Nuestra opinión: excelente
Teresa Costantini, ávida también de buscar siempre nuevas vertientes, en el cine y el teatro, vio la pieza de Payne en Nueva York, con Ruth Wilson y Jake Gyllenhaal y la trajo a Buenos Aires.
Mariana y Rodrigo, se conocen una noche en que se hace un asado en casa de un amigo. El está en pareja, ella no. El es apicultor, ella una científica que se dedica a investigar la teoría de cuerdas y la física cuántica. Por eso para ella los seres humanos, somos, apenas partículas. "No importa cuánto nos esforcemos –le dirá a él en otro de sus tantos encuentros–. Somos parte de un multiverso. No podemos medir o predecir varios desenlaces, porque todo sucede al mismo tiempo". En síntesis le está hablando de los universos paralelos. Esos mismos que ellos a lo largo de la pieza se encontrarán una y otra vez, pero de manera distinta. Se dirán casi lo mismo siempre, sí; pero su relación irá madurando y entrará en un espacio en el que el tiempo no se mide como se lo conoce.
La propuesta es creativa, original, inteligente y fascinante a la vez. Victorio D’Alessandro (qué hace escapar alguna lágrima al espectador) y Victoria Alsua, convierten sus diálogos en una especie de teoría encantadora, en un ejercicio de relojería, por la exigencia de los innumerables cambios que se les exige. Invita a volver a interrogarnos sobre la existencia humana, la amistad, el libre albedrío y hasta la finitud de la vida.
Teresa Costantini, que hace teatro desde los ‘70, además de guionista, actriz y directora de cine, convocó a uno de los grandes iluminadores del cine para su pieza, Hugo Colace y con él y sus dos valiosísimos intérpretes, "meten" al espectador en una vorágine en que parece que todos somos parte de un cosmos que cambia constantemente sin que nos demos cuenta. O tal vez sí.