Una participante del primer Gran Hermano se lanza a la política
Patricia Villamea confirmó que será candidata a concejala por Ezeiza y llegó a la política por una dura historia de superación que vivió junto a su familia: “Vendí pastas caseras para pagar el colegio de mis hijos”
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Hace unas semanas Pato Villamea, una de las participantes de la primera edición de Gran Hermano, anunció que se lanza a la política. En su cuenta de Instagram, la exintegrante del reality show, que tiene un duro pasado fuera de los medios, adelantó que es precandidata a concejal por el partido Hacemos Ezeiza “para cambiarle la vida a la gente”.
Pasaron 20 años desde que Soledad Silveyra pronunció aquella icónica frase que iba a quedar para la posteridad: “Adelante mis valientes”, con la que le dio la bienvenida al primer grupo de participantes que dieron vida al exitoso reality de la televisión argentina. En aquella edición de marzo de 2001 hubo 12 participantes entre los que se encontraban Lorena González, Patricia Villamea, Alejandro Restuccia, Natalia Fava, Verónica Zanzul, Martín Viaña, Eleonora González, Fernando Navarro, Santiago Almeyda, Tamara Paganini, Gastón Trezeguet, Gustavo Jodurcha y Marcelo Corazza, que terminó por consagrarse como ganador.
“Hace mucho que yo vengo trabajando en la parte social, con comedores. Yo tenía un restaurante, hacíamos días de ñoquis por juguetes, donde la gente venía a almorzar y tenían que traer un juguete. Para cada comienzo de clases también juntábamos los útiles y había mucho apoyo de los vecinos y amigos, del padre Gabriel en Ezeiza. Fue un conjunto de pasos por los que estoy en este lugar”, dijo en conversación con LA NACION.
Después de varios años apartada de los medios, Villamea quien fue la primera participante en abandonar la famosa casa, se dedicó a las tareas sociales por las que decidió buscar un lugar dentro de la política. Así fue que se postuló como concejal por el partido Hacemos Ezeiza. “Néstor Franco me convocó porque sabía que estaba realizando cosas para los vecinos”, agregó. Apenas unas horas antes del cierre de lista, la precandidata anunció en la red social que estaba “feliz de comenzar en un espacio en el que se siente identificada”. “En el día de hoy rubriqué mi participación en el espacio #hacemosezeiza. Comienzo así una nueva etapa, de compromiso ciudadano en la que espero poder ser útil a la comunidad”, dijo.
Detrás de su decisión de dedicarse a la política hay una historia de superación. “A nosotros, todo el mundo nos ha visto trabajar y hubo una época que como familia estábamos muy mal y todos los vecinos contribuyeron a que estuvieran mejor. Eramos clase media, teníamos nuestro auto, le dábamos trabajo a gente y de un momento a otro no teníamos nada. Pagamos todo y a alguno les quedamos debiendo, a los empleados”, contó.
Junto a su esposo Juan Pablo habían emprendido en el rubro gastronómico. “Teníamos bastantes empleados, más o menos 16 y estábamos constituidos como empresa. Cuando asumió Mauricio Macri nos quedamos sin trabajo. Pagamos toda nuestra deuda y nos quedamos con un Fiat Palio 2009. Nos sentamos los dos a hablar porque teníamos que cambiar a nuestros hijos del colegio porque ya no teníamos el mismo estilo de vida para sostener los colegios”, narró.
Limpiando la casa donde vivían, Juan Pablo se encontró una vieja receta de pastas caseras. “Le dije que hiciéramos las pastas. Ya teníamos todos los implementos y empezamos a hacer pastas caseras, las pusimos en el Fiat Palio y los vendimos a las chicas del colegio en un grupo de country, inclusive, la directora del colegio. Así pude pagar el colegio de mis hijos”, contó. Estas carencias, dijo, la motivaron a involucrarse en actividades y políticas sociales.
“Por eso estoy en este lugar. Hay una cosa que hay que destacar: ser buena persona, que hace que estas cosas sucedan. Nosotros agarrábamos lo poco que teníamos y lo entregábamos a los que lo necesitaban más que nosotros”, reflexionó. Hay dos cosas que todavía atesora de Gran Hermano: la amistad, un lazo que pudo construir con Tamara Paganini, y el apoyo entre el resto de los participantes de ese año, pese a ser tan distintos.
Patricia es madre de Luca y Ciro y se gana la vida como responsable de ventas en una empresa de amoblamiento de cocina, de un estudio de arquitectura. “Estuve muy alto y también estuve muy bajo. Siempre viví esta cuestión de que hay gente que te ayuda. A veces, le cambiás la vida a una persona sin darte cuenta. Por ejemplo, cuando alguien te toca el timbre para pedirte comida, porque esa persona lo pensó mucho antes de tomar esa decisión. Esas cuestiones me motivan a mí a seguir porque los políticos te hablan de seguridad, pero hay un conjunto de gente que no tiene para darle de comer a los hijos. ¿Por qué hay tantos comedores?”, se preguntó la candidata en su nuevo rol.
Por último, señala que esto recién comienza. “Al lado hay muchas personas que están poniendo su granito de arena. Los políticos van, hablan y hablan, pero no viven la realidad. Esas cuestiones son esenciales y humanas, pero ellos se olvidan de dónde vinieron”, apuntó.
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