Una mirada tierna y con humor sobre el círculo de la vida

El encuentro es en el palermitano bar Querido González. El mismo lugar en el que Roberto Maiocco conoció a su mujer y donde, de alguna manera, nació la historia que cuenta en Romper el huevo. Esta fábula, tan disparatada como tierna, intenta que el espectador descubra, a través del humor y la risa, que "los hijos salvan a los padres, sea como fuere que se hayan encontrado, por vínculo adoptivo o biológico". Así lo explica el autor, director y coproductor del film que, sin necesidad de preguntas, cuenta: "Yo ya era papá, pero ella no tenía chicos, así que empezamos a buscar y nada. Probamos con inseminación artificial y tampoco. Durante seis años estuvimos anotados en el Registro Único de Adopción de San Isidro, pero jamás nos llamaron. Finalmente, uno de los tratamientos que encaramos dio resultado y hace veinte días nació Margarita. Como si se tratara del destino, fue muy poco antes del estreno de la película".

El film narra la historia de Manso Vital (Hugo Varela) que descubre que padece una enfermedad terminal el mismo día en que recibe a Pollo (Conrado Valenzuela), niño al que espera en adopción desde hace doce años. Romper el huevo cuenta, entonces, la relación de un hombre que quiere "morirse tranquilo" y una criatura que pugna por vivir.

Es que, no casualmente, el tema de la vida y la muerte también está presente. Maiocco es médico recibido con diploma de honor en la Universidad de Buenos Aires. Confiesa que siempre fue "un traga" y que a los 15 años ya cursaba el último año del bachillerato y el ingreso a Medicina. Mientras realizaba la residencia en el Hospital de Avellaneda, hacía cursos de fotografía, flauta traversa, actuación, dirección de actores o cine.

Dato curioso, le llevó la misma cantidad de tiempo recibirse de médico que conseguir el crédito para el film, declarado de Interés Cultural por la Secretaría de la Nación, que estrena este jueves.

"Más allá de las críticas positivas y los premios, a la hora de llevar mis historias a la pantalla grande, no he encontrado el apoyo que creo que deberían tener este tipo de trabajos, inusuales y ajenos a los cánones comerciales", comenta sin enojo, con tono sereno y reflexivo, el también director de Gracias por los servicios , Solo gente y Un minuto de silencio , largometrajes en los que ya queda en evidencia que el absurdo es su estilo: "Escribo sobre temas muy espinosos con humor. Me sale así. De todos modos, en este caso, siento que debería hablarse de la película de Hugo Varela. Encarna un personaje que difícilmente otro actor podría haber hecho. Hasta desde lo físico es perfecto. Un ogro que termina siendo delicioso". El elenco se completa con Agatha Fresco y Tony Lestingi, entre otros.

Durante gran parte de los años que le llevó pensar y filmar Romper el h uevo, Maiocco guardó un artículo de este diario del 3 de octubre de 2005. Ahora, abre una carpeta, saca el recorte y lee: "Casi 3000 chicos esperan una familia". La nota incluye una imagen que, dice, le dolió terriblemente: "Eran tres pibes con los hombros encorvaditos mirando la televisión como si estuviesen en un geriátrico, cuando deberían tener la vida por delante. Es desesperante ver la cantidad de chicos que necesitan ser adoptados, la cantidad de parejas que buscan adoptar y las dificultades que impiden ese encuentro", dice. Algo que su película logra poner en palabras e imágenes.

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