Una de piratas

En los inicios de la fiebre de internet se insistía en que la web era el medio que iba a revolucionar a todos los otros medios. Y eso sucedió, pero no exactamente como se imaginaba. La industria de la música cambió completamente tras la aparición de las redes de intercambio de mp3, cuyos usuarios ya suman varios juicios insólitos. La industria cinematográfica, en cambio, aunque también lleva adelante juicios por piratería, sobre todo contra los crackers de dvd, no percibe una amenaza tan cercana. Nadie cree que la gente vaya a dejar de ir al cine porque pueda bajarse una película pirateada en la red.

Y no porque la oferta sea deficiente. Cualquiera que ingrese a las redes p2p -peer to peer- como Kazaa ( www.kazaa.com ) o eDonkey ( www.edonkey.com ), o en las redes de sistemas servidor-cliente como las de Hotline, kdx o dc Plus Plus, se encontrará, entre muchas otras cosas, con un generoso catálogo de films que incluirá buena parte de los estrenos recientes, cine underground, clásico o de culto, convertido a formatos de video que el usuario bien puede ver en su computadora o copiar a un vcd o dvd.

Claro que aun con una buena conexión de banda ancha se tardará no menos de un día entero para bajar una película completa; en general, pesan alrededor de 700 Mb, aunque esto varía de acuerdo al sistema de compresión de video. Y, además, se trata de una práctica totalmente ilegal. Pero digámoslo: aunque es más simple y gratificante comprar la entrada e ir al cine, quien baja una película y la ve en su casa sin pagar un peso siente también la dulce aunque efímera sensación de haber derrotado, por una vez, al sistema.

Pero si se le quitan los atractivos del anticipo y la gratuidad -sólo posibles en copias piratas-, la exhibición de una película vía web presenta muchas desventajas y ningún beneficio sobre los otros medios existentes.

A pesar de ello, en mayo de 1999, en pleno período inflacionario de la burbuja de internet, tuvo lugar el primer estreno simultáneo de una película en las salas y en la red. La empresa ifilms ( www.ifilms.net ) y el isp Globix ( www.globix.com ) presentaron conjuntamente Dead Broke, una mediocre historia de humor y suspenso que se podía descargar y visualizar con el wmp.

El Tribeca Film Centre de Nueva York hizo lo propio y exhibió la película en su sala gracias a un proyector digital de alta definición. Los representantes de ifilms afirmaron que este sistema permitiría eliminar completamente los costos de distribución: había llegado el e-cinema. Gracias a él, las productoras independientes podrían competir con los grandes estudios en la distribución de sus films, ya que no tendrían que gastar miles de dólares en imprimir una importante cantidad de copias para su distribución internacional. A partir de ese momento, se estimó, bastaría que la película fuera descargada de la red.

Lo que no entró en los cálculos fue el costo de equipamiento de una sala con los requerimientos técnicos para exhibir una película descargada de internet con una calidad aceptable: unos 250 mil dólares. (Un proyector de cine de última generación no cuesta más de 30 mil.)

De más está decir que casi nadie hizo semejante inversión para apoyar una idea tan incipiente. Si se exceptúan algunas reapariciones puntuales del cine electrónico, como las funciones de preestreno de El ataque de los clones, de George Lucas, por el momento la idea está esperando un mayor desarrollo tecnológico y una reducción de costos.

Al año siguiente, la empresa Metafilmics ( www.metafilmics.com ) invirtió 3 millones de dólares en la producción de la que sería la primera película realizada exclusivamente para la World Wide Web: Quantum Proyect -el sitio www.quantumproject.com está hoy inactivo-, dirigida por el argentino Eugenio Zanetti, quien poco antes había ganado un Oscar por su escenografía para el film Restoration.

El estreno de Quantum… coincidió con el lanzamiento del reproductor Windows Media Player 7 ( www.microsoft.com ), no casualmente el único que podía reproducirla. El "film", que combinaba la presencia de actores con un uso extensivo de cgi -imágenes creadas en una computadora-, contaba de manera errática la historia de un especialista en física cuántica que, tras estudiar el tramado más imperceptible de la realidad, descubre la naturaleza del amor. Llamar a esta película "feature film" o largometraje, tal como hizo la empresa productora, implica una seria falta de autocrítica. La película duraba 32 minutos y, en su versión de alta resolución, que permitía ver manchas de colores con forma humana a pantalla completa, pesaba casi 200 Mb y tomaba casi seis horas para ser descargada. A un precio de 5.95 dólares, no era precisamente una ganga. La experiencia no se repitió.

Si bien la unión entre largometrajes e internet no parece un matrimonio demasiado feliz, no pasa lo mismo con otros formatos.

"Hoy la web es el principal canal de distribución de materiales previos de un film, como fotos, trailers y teasers", dice Gabriela Bolognese, quien es la responsable de Pantalla.com ( www.pantalla.com ), uno de los escasos sitios dedicados al cine creados en la Argentina. Esto es algo que las grandes distribuidoras se están tomando muy en serio; hoy pueden verse en internet trailers de películas que se estrenarán dentro de un año, como The Polar Express ( www.apple.com/trailers/wb/the_polar_express ). Internet también ha establecido un nuevo formato promocional, que consiste en distribuir gratuitamente los primeros 6 ó 7 minutos de un film".

La exhibición de trailers y anticipos de películas en la red es una práctica que ha sido aceptada. Los trailes son tan populares que empresas que no están directamente ligadas a la creación o distribución cinematográfica mantienen páginas con ellos. La más celebre es la de Apple ( www.apple.com/trailers ), creada para promocionar el programa Quicktime.

Dado el estado actual de la tecnología, en internet reinan las formas audivisuales breves.

"Gracias a la popularidad de herramientas como Shockwave y Flash, y al uso del e-mail como mecanismo impulsivo de distribución, están reviviendo el cortometraje, y el corto animado para adultos en particular, un formato que parecía condenado", señala Bolognese. Pero es difícil hablar de éxito, porque los cortos animados para adultos son por definición para un mercado marginal. Si estas herramientas se usaran para el corto animado clásico, el infantil, internet podría ser el espacio para las fantasías animadas de mañana.

Un extraño y fascinante archivo fílmico de internet se encuentra en los Prelinger Archives ( http://www.archive.org/movies/prelinger.php ), un sitio que recopila más de 1.200 películas breves, que van desde la década del 20 hasta la actualidad e incluyen publicidad, documentales, películas de propaganda -las que enseñan a los niños a protegerse de las bombas atómicas (¡!) son tristemente desopilantes- y más. El archivo es un lugar único en el que se hace evidente, por el extrañamiento que nos provoca el paso del tiempo, cómo funciona la ideología, volviendo razonable y natural algo que es todo lo contrario.

Aquellos que busquen información sobre cine deberán visitar la meca: Internet Movie Database ( www.imdb.com ), donde encontrarán links a todo el universo legal: críticas, fotos, avances, datos, filmografía, equipos técnicos, etc. All Movie ( www.allmovie.com ) es un sitio similar, pero de menor caudal informativo. Los contenidos de ambas no son irreprochables en su tratamiento del cine no norteamericano pero, a pesar de eso, son las dos bases de datos más completas de la red.

Para leer críticas sobre estrenos conviene detenerse en Metacritic ( www.metacritic.com ), donde se compilan y confrontas los cometarios de decenas de medios (y no sólo de cine, sino también de música y juegos). Rotten Tomatoes ( www.rottentomatoes.com ) es similar, pero sólo se ocupa de cine, aunque con mala navegabilidad.

Quien quiera leer sobre cine en castellano y, en particular, con anclaje en nuestro país, tiene varias opciones. Por un lado, los sitios de las revistas especializadas: El Amante ( www.elamante.com ), Film ( www.filmonline.com.ar ) y Haciendo Cine ( www.haciendocine.com.ar ), que ponen a disposición algunos artículos de la edición en curso y, en los dos primeros casos, los estrenos de la semana y búsquedas sobre las ediciones anteriores. El sitio Otro Campo ( www.otrocampo.com ) se concentra más en la reflexión teórica mediante artículos de reconocidos intelectuales argentinos y reseñas de estrenos de la semana. Cine Nacional ( www.cinenacional.com.ar ), mantenido con el apoyo de Instituto Nacional de Cine y Artes Audivisuales ( www.incaa.gov.ar ), ofrece un completo panorama del cine en nuestro país: estrenos, críticas, festivales, efemérides, entrevistas.

Los interesados en la reflexión teórica pueden visitar Rouge ( www.rouge.com.au ), cuyo segundo número esta dedicado al cineasta chileno Raúl Ruiz. T ambién Senses Of Cinema ( www.sensesofcinema.com ), y 24fps ( www.24fpsmagazine.com ). Para investigar el cine no occidental: Kino Asia ( www.kinoasia.com ), Upperstall ( www.upperstall.com/home.html ) -sobre cine de indio- o Cinema Iran ( www.cinemairan.com ), sobre cine iraní.

Textos: Hernán Ferreirós
Ilustraciones: neodg.com.ar

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