Un vuelco en la temporada
Pese al desalentador panorama que auguraba la primera quincena de enero, este mes mejoró el clima, llegaron más turistas y la taquilla logró un repunte que trajo un importante alivio para la escena teatral veraniega
MAR DEL PLATA. La temporada teatral, como aquellas obras en los que el autor se guarda un margen de suspenso y un desenlace capaz de sorprender hasta a los especialistas del género, escondía un final que pocos habían palpitado. Después de un arranque tremendo y para muchos casi dramático, con cifras récord de caída en el corte de boletos con respecto a años anteriores, llega a esta mitad de febrero con un notable repunte que no logra revertir lo perdido, pero sí evitar que el impacto en las compañías sea tan grave como se presumía hace poco más de un mes.
Al cierre de la primera quincena del año los productores reconocían una merma del 40%, inédita por lo menos en las últimas dos décadas. Pero entre el cierre de enero y lo transcurrido de este mes, sumado a un buen pronóstico para lo que queda por delante, se mantiene una notable recuperación que permitió achicar la brecha y llegar al balance final con una baja que rondará sólo el 20%. Contra todos los pronósticos, la cuota de alivio más importante no se le debe a los turistas de la segunda quincena de enero, período que históricamente es el más fuerte de cada verano en estas playas, sino a los que han llegado por aquí en los últimos 15 días. "Lejos de lo habitual, una semana de febrero fue mejor que cualquiera de enero", dijo a LA NACION el empresario Carlos Rottemberg, propietario de siete salas en esta ciudad.
También presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (Aadet), fue uno de los que a mediados de enero y con las cifras que presumían un fracaso casi histórico supo llevar una palabra de calma y aliento a sus pares y anticipar que el escenario adverso no era tanto producto de una realidad económica sino meteorológica. "En Iguazú cae el turismo cuando no hay agua en las Cataratas, lo mismo en Bariloche cuando no hay nieve y acá cuando no hay sol para ir a la playa", advirtió. Y el tiempo, el del almanaque y en especial el otro, le empezaron a dar la razón.
Porque, y vale la pena recordar, el año arrancó con más nubarrones y lluvias que días de playa. Sumado esto a las permanencias cada vez más cortas de los visitantes y esas salidas espontáneas, solo con la previa certeza de encontrar sol para decidir el viaje, enero terminó aquí con un balance por debajo de iguales períodos anteriores.
"Uno de los grandes problemas es que el turista viene por muy pocos días y el teatro lo sufre porque la grilla de actividades en Mar del Plata es muy grande y variada", explica el productor teatral Javier Faroni.
También hizo referencia al impacto que sufre el rubro con las atracciones gratuitas. La Fragata Libertad, por ejemplo, cerró anteayer un período de puertas abiertas con más de 100.000 visitas. Y a esto se suman los recitales organizados por la provincia de Buenos Aires y compañías privadas, todo en similar horario que las funciones teatrales. "El golpe es aún más duro entre las compañías que no son las más elegidas por el público", resaltó quien es responsable de varios de los espectáculos más taquilleros de esta temporada.
El mal tiempo recién comenzó a dar tregua a comienzos de este mes. Y los turistas volvieron a asomar, incluso más allá de los fines de semana que han signado los momentos más altos de este verano. El cambio de ritmo no alcanzó para trabajar a sala llena, pero sí para mejorar el promedio de cada noche. Y el último fin de semana largo de carnaval, con más de 280.000 turistas arribados a la ciudad sólo durante esos cuatro días, terminó de redondear el generoso aporte de este febrero que los empresarios teatrales agradecen y aplauden como pocas veces.
"Me pongo contento primero porque a mitad de enero no tuvimos reparo en reconocer que la cosa estaba muy mal pero mucho más porque tuvimos confianza en que con la ayuda del sol y el buen tiempo iba a llegar el repunte que tanto esperábamos", explicó Rottemberg. Puso como ejemplo el caso de la comedia Toc Toc, que en febrero y ante la nueva demanda llegó a tener cuatro días con doble función cuando en enero sólo pudo hacerlo una o dos veces por semana.
Lo saludable es que se emprende el tramo final de la temporada sin bajas en la cartelera. Seguirán hasta fin de mes o, como el caso de las principales compañías, hasta el 10 de marzo.
Según las últimas cifras difundidas esta semana por Aadet, la obra que más recaudó aquí es Escandalosas, que encabezan Carmen Barbieri y Moria Casán. La siguen Toc Toc, que tiene aquí su segunda temporada consecutiva; Fátima Florez es única, la gran revelación del verano; La cabra, con Julio Chávez y Viviana Saccone, y El hijo de p#t@ del sombrero, con Pablo Echarri, Nancy Duplaá y Fernán Mirás.
La dama de negro, la obra de Nicolás Scarpino y Fabián Gianola que resultó la mayor ganadora en los premios Estrella de Mar, seguirá aquí sin pausas hasta Semana Santa, que este año tiene forma de fin de semana híper largo, ya que a los cuatro días tradicionales se sumarán el lunes como puente turístico y el martes 2 de abril, feriado de homenaje a los soldados caídos en Malvinas. Hasta entonces también continuará el espectáculo de Florez, pero intercalará una semana de descanso.
Con este bálsamo que fue febrero se reavivaron ánimos y reaparecieron los compromisos con miras a la próxima temporada estival. Carmen Barbieri y Moria Casán ya firmaron con Faroni para volver con un nuevo espectáculo. También hay un acuerdo para que regresen La dama de negro, Fátima Florez, Toc Toc y ya se empieza a hablar de una nueva escala marplatense para Antonio Gasalla, tal vez con la segunda parte de Más respeto que soy tu madre.
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