Un reflejo de la convulsión en la industria del cine
El Oscar, todos lo sabemos, es la celebración que Hollywood se brinda a sí misma cada año. Y al mismo tiempo es el reflejo de su actualidad. En este momento, el debate que enfrenta Hollywood cuando se mira en su propio espejo y en el escenario social y político en el que vive y se mueve es particularmente fuerte.
Los conflictos en el interior de la Academia y los reclamos a favor de mayor diversidad se hicieron esta vez todavía más fuertes que en 2017 y se extendieron de la comunidad afroamericana a los latinos, grandes ganadores en varios flancos durante esta ceremonia. A este factor se unieron las cuestiones relacionadas con las denuncias de abuso sexual y los reclamos en favor de mayor igualdad de género, expresados en la contundente arenga de Frances McDormand cuando recibió el premio a la mejor actriz protagónica.
El cóctel se completó con unas cuantas alusiones muy explícitas en contra de Donald Trump, de la Asociación Nacional del Rifle y de varios otros asuntos muy sensibles para el ánimo del progresismo hollywoodense. Todo un enfoque sintetizado en la corrección política apreciable en cada intervención de Jimmy Kimmel, que ni se despeinó.
Sin embargo, también era inevitable que el homenaje de Hollywood a Hollywood quedara impreso en letras de molde durante un festejo como el de anteanoche. El Oscar cumplía 90 años y cada aniversario redondo impone la necesidad de reforzar el espíritu autorreferencial del tributo. Mucho de ese aporte lo hizo ese espléndido montaje de imágenes a modo de celebración de estas nueve décadas.
Imposible no emocionarse frente a tantos y tan bien elegidos momentos icónicos del cine estadounidense, con títulos premiados que apenas vislumbrados dan ganas de volver a ver en una secuencia parecida al binge watching. Finalmente, todo cerró. El premio mayor a La forma del agua, una virtuosa amalgama de géneros que rinde tributo al cine fantástico de los 50, al melodrama, a la ciencia ficción, al musical y a las películas de intriga político-testimonial. Y, a la vez, puede leerse en clave de actualidad como un manifiesto de afirmación de las diversidades.
Más leídas de Espectáculos
Polémica. Quién es Manuel Anido Cuesta, el polémico nuevo amor de Ana de Armas
Carolina Herrera deslumbró en la presentación de su colección Resort 25 en Ciudad de México
"Tengo una nueva reunión". Massaccesi define su futuro, tras la salida de Lapegüe de TN, y Nelson Castro le pone un punto final a los rumores