Un recorrido por la carrera de la fallecida actriz Brittany Murphy
Desde su divertida participación en Ni idea hasta la oscura La ciudad del pecado, recordá los mejores papeles de la joven de 32 años, que murió ayer
Brittany Murphy fue una de esas actrices subvaloradas que, a pesar de haber brillado tanto en papeles dramáticos como cómicos y de haberse codeado con grandes realizadores y actores, no obtuvo el reconocimiento merecido. Asimismo, su nombre siempre estuvo irremisiblemente ligado a un rol: el de chica excéntrica. A continuación, un repaso por cinco de sus papeles más importantes:
Ni idea (1995): curiosamente, su interpretación más reconocida tuvo lugar en la génesis de su carrera. Esta comedia de Amy Heckerling - que hasta el día de hoy no puede desligarse de calificativos peyorativos - es la quintaesencia del film adolescente de los 90 y una original relectura de la novela Emma de Jane Austen. Protagonizada por Alicia Silverstone como una casamentera con debilidad por ir de shopping, aquí Murphy se destacó en el papel de Tai Fraiser, la chica nueva de la secundaria que termina siendo más popular que su hada madrina.
Inocencia interrumpida (1999): uno de los personajes prototípicos en la carrera de la actriz, que siempre tendió hacia lo oscuro y lacónico. A pesar de que la película de James Mangold tuvo como anti-heroínas indiscutidas a Winona Ryder y Angelina Jolie (quien obtuvo el Oscar por su actuación), Murphy brilló como Daisy Randone, una joven paciente de un instituto psiquiátrico que se auto-flagelaba por no poder huir de un pasado signado por abusos sexuales.
Los chicos de mi vida (2001): un giro diferente en su filmografía. En esta gran comedia de Penny Marshall, Murphy interpretaba a Fay, la mejor amiga de Drew Barrymore. Como siempre, y más allá del nivel de profundidad de los personajes que abordaba, la sonrisa de Murphy (que acaso podría haber sido tan emblemática como la de Julia Roberts) iluminaba la pantalla.
8 Mile, calle de las ilusiones (2002): independientemente del supuesto romance que hubo entre ella y Eminem a partir de esta biopic-no-tan-biopic, Murphy, a mitad de camino entre lo trash y lo adorable (una constante en su carrera), se entregó a un papel que parecía de poco vuelo y al que le dio una densidad notable.
Sin City, la ciudad del pecado (2005): un papel hecho a su medida, aún más notable en la atmósfera comiquera que lleva la impronta de Frank Miller y Robert Rodríguez. Murphy era Shellie, la chica de mirada profunda y errática, siempre perseguida por los conflictos.
Y hubo mucho más. Su lucimiento como comediante en Recién casados (al lado de su ex, Ashton Kutcher), Pequeñas grandes amigas y Las ex novias de mi novio; su incursión en el cine animado con Happy Feet; y su tour-de-force en Spun, ese delirio frenético de Jonas Åkerlund. Próximamente, Murphy iba a probar la acción en The Expendables, la esperada película de Sylvester Stallone, en la que lamentablemente ya no podremos verla. Miss Simpatía, chica hiperquinética, promesa quebrada. Todo eso fue Brittany Murphy, una actriz de luminosidad incuestionable.
Opiná.
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