
Un proyecto que busca romper las distancias
Elías Gurevich y Haydée Schvartz interpretan y explican obras clásicas y contemporáneas para violín y piano
Dos músicos que se conocían de antes. Dos músicos que no querían sólo juntarse a tocar violín y piano. Dos músicos con ganas de trabajar todo el repertorio para esos dos instrumentos. Dos músicos que buscaban aportar más allá de sólo tocar. De todo esto y más surge Manos a las Obras, el proyecto que llevan adelante desde 2009 el violinista Elías Gurevich y la pianista Haydée Schvartz y que nació como un ciclo de seis conciertos transmitidos en vivo desde el auditorio de Radio Nacional Clásica y ha ido creciendo hasta contar en la actualidad con jornadas de conciertos y clases magistrales a todo lo largo de la Argentina y de América latina.
"Nosotros fuimos a ofrecerle a Pablo Kohan, director de Radio Nacional Clásica, un proyecto que iba más allá de un ciclo de conciertos de cámara. Queríamos presentar un programa que tuviera un concepto, prepararle un guión y que todo el proceso que nosotros hacemos como instrumentistas la gente lo viera. Antes de tocar le mostramos al público en un lenguaje radial y de manera muy concreta las decisiones interpretativas y cómo llegamos a lo que van a escuchar. En ese preconcierto, la gente se anima y pregunta, y al final nos damos cuenta de que son cosas que le gustaría saber a todo el mundo pero siempre está ese prurito de que el que escucha música clásica debería saberlo. Al romper esa distancia, la gente escucha desde otro lado", explica Gurevich, quien además es primer violín de la Orquesta Filarmónica del Teatro Colón y concertino adjunto de la Camerata Bariloche.
"Hemos armado los seis conciertos de cada año sin haber repetido nunca ni una obra, así que en estos 42 programas que llevamos tenemos una amplitud muy grande de repertorio. Lo que más nos interesa es armar un programa en el cual no haya límite entre lo tradicional y contemporáneo. Cada uno está basado en una idea o en un concepto troncal que convoca al resto del programa; encontrás cierto material que obedece a una situación social o política, o sobre un año determinado, y lográs que las obras convivan en una especie de hilo que las une. Lo que más nos interesa es que la gente se lleve un concepto, no un popurrí, que la música sea una sola", afirma Schvartz, quien, además de su actividad en Manos a las Obras, realiza diversas presentaciones como solista con orquestas argentinas y extranjeras, y tiene a su cargo la dirección artística y musical del Ensamble Tropi de música contemporánea.
A medida que el proyecto creció, el Ministerio de Cultura de la Nación lo tomó entre sus planes y esta idea de los conciertos explicados a través de la interpretación se extendió a las universidades, conservatorios e institutos de música de todo el país y de América latina; así realizamos veinte jornadas al año que incluyen master classes en el día y conciertos por la noche.
"También lanzamos una convocatoria para jóvenes compositores argentinos, lo cual constituyó un gran éxito. Estos estudiantes avanzados de composición tienen muy pocas posibilidades de que les toquen una obra, y esto es una parte muy importante de nuestro proyecto ya que así sentimos que trabajamos con la música que está viva", explica Schvartz.
Con un disco de obras para violín y piano de compositores latinoamericanos que salió el año pasado y otro más en puertas con obras muy poco grabadas de Prokofiev, Janácek y Ginastera, Manos a las Obras se prepara para su segundo concierto del ciclo de este año. "Somos dos músicos mostrando desde la cocina, no desde el escritorio", concluye Gurevich.
El nuevo encuentro será hoy, a las 18, en el auditorio de Radio Nacional (Maipú 555), con entrada gratuita. El repertorio estará dedicado a sonatas y sonatinas de Franz Schubert. El concierto será transmitido por La 96.7 el jueves próximo, a las 18.