Un gallo para Esculapio: qué tenés que saber sobre la segunda temporada
Para LA NACIONMartín Fernández Cruz
Luego de una muy buena primera temporada, el director Bruno Stagnaro y el guionista Ariel Staltari de Un gallo para Esculapio volvieron a sumergirse en el peligroso universo de Nelson ( Peter Lanzani ), Yiyo ( Luis Luque ) y el resto de la banda de piratas del asfalto. Aunque todo parecía indicar que el asesinato de Chelo Esculapio ( Luis Brandoni ) era el punto final de la historia, esa pérdida se convirtió en el gatillo de un nuevo y oscuro conflicto. LA NACION habló con ellos y con los protagonistas, Luis Luque, Peter Lanzani y Julieta Ortega, para saber qué esperar de la segunda temporada, que prometen será más oscura y peligrosa que la primera.
Comenzar y dar de nuevo
Originalmente Un gallo para Esculapio estaba planteada como una historia cerrada, una saga de delincuentes anclada en una dinámica familiar, que encontraba al Esculapio del título como figura paterna más de su banda que de sus hijos biológicos. En ese contexto aparecía Nelson, un joven del interior que de a poco se ganaba no solo un lugar en ese grupo mafioso, sino también en el corazón del propio Chelo Esculapio. Ambos personajes se adoptaban como la única familia que podían tener, en un mundo que no permitía lazos sanguíneos fuertes. Pero cuando Chelo fue asesinado por Yiyo –uno de sus hombres de confianza– el status quo se desmoronó irremediablemente. Por este motivo, la segunda temporada se dedicará a descubrir las batallas protagonizadas por esos delincuentes que ya son mitos televisivos. "En octubre del año pasado nos sentamos con Bruno y dijimos... ¿y qué hacemos ahora?", recuerda Staltari y agrega: "En la primera temporada no nos habíamos guardado nada, entonces había que plantear un mundo nuevo desde el inicio. Fue todo un desafío haber matado al protagonista".
Para Stagnaro, el reto no solo tiene que ver con la historia sino también con cómo enamorar una vez más al público: "Había que encontrar algo que fuera particular y novedoso dentro de un relato que tenía que continuar. En esta temporada llegamos bastante pronto a un gran núcleo que era contar qué significaba la ausencia de Esculapio en el universo de estos personajes y cómo eso gravitaba sobre cada uno de ellos. Ese es el gran tema de los nuevos episodios".
La vida después de Chelo
Refiriéndose a esta serie, la metáfora es tan obvia como inevitable. Frente al homicidio del capo de la banda, el resto del cuerpo, como un gallo, sigue vivo como puede ante una muerte que se sabe inevitable. En la primera temporada, el gran eje estaba puesto en Esculapio y todo se aglutinaba a su alrededor: el drama familiar y el mundo delictivo. Él era ese jefe que muchos de sus alternos amaban cuestionar, pero al que necesitaban como cabeza de equipo. Y en la nueva temporada, Nelson volverá al oeste para vengar a ese padre putativo con el que compartía un estricto código de honor y en el que parecía verse reflejado. Por eso, ahora, el corazón de la trama estará puesto en la rivalidad entre Nelson y el nuevo líder de la banda, Yiyo, y qué rol jugará en esa batalla la llegada del Coronel (Juan Leyrado). El adentrarse en la mente de los personajes es un viaje muy peligroso porque –según dijo Lanzani– la única forma de continuar la historia es "entrar en la locura y en terrenos muy oscuros".
"En base a lo que sucedió con Chelo y con mi hermano, empiezan a explotar todos los protagonistas. Este segundo año tiene a favor que al conocer ese mundo, ahora todo es palo y a la bolsa. Van a pasar miles de cosas y se verá cómo ellos empiezan a actuar y a decidir en base a determinadas situaciones. Es una serie que habla sobre la vida, y estos personajes reciben golpes, pero son luchadores y tienen que salir adelante", dice Lanzani.
"El que va a explotar en la segunda temporada es Yiyo", remarca Stagnaro. Y Luque explica cómo evolucionará su carismático villano: "Él arranca exactamente a partir de haber hecho eso que hizo y cómo eso lo enfrenta con la realidad de dudar sobre quién es él. Yiyo tiene muchas lecturas y todas son verdaderas. Eso es muy atractivo, complejo, angustiante y muy oscuro, fue un trabajo increíble. Yo creo que llegué a lugares a los que no había llegado nunca, llegué a lugares de miedo, de revelación. Y Nelson también tiene esa curva, esto de ocupar un lugar que no es de nadie. Eso es algo muy básico del ser humano: pretender estar en un lugar que no se puede". Como señala Luque, Nelson estará atravesado por un conflicto interno sobre cuál es su rol en ese nuevo orden.
El misterioso Coronel
Uno de los grandes interrogantes de la nueva temporada tiene que ver con la identidad del Coronel, el peligroso líder mafioso interpretado por Juan Leyrado . Poco se sabe de él y todos los involucrados en la serie prefirieron mantener el misterio alrededor de esta poderosa figura. "Aparece como una amenaza puntual, él es otro capanga", remarca Luque. Y Lanzani suma: "Él es un capo dentro de las miles de mafias de la zona. Cuando entra a jugar abre un panorama más grande que el que teníamos con Yiyo y Chelo".
Staltari también procuró ser muy cuidadoso con sus palabras: "El Coronel es un personaje muy fuerte que marcará un nuevo rumbo para la historia de Nelson. Va a aparecer hacia mitad de temporada, y eso le dará un plus a la saga".
Un mundo femenino
El de los piratas del asfalto es un mundo masculino y muy machista. En el primer año, Nancy (Julieta Ortega), Estela (Eleonora Wexler) y Vanesa (Andrea Rincón) transitaban distintos espacios, no se cruzaban entre ellas y cada una –desde su lugar y a su manera– soportaba lo que le tocaba vivir. Pero en estos nuevos capítulos Nancy y Vanesa, esposa y amante de Esculapio respectivamente, deberán hacerle frente a quienes buscan sacar ventaja de la muerte de Chelo. "En esta temporada se hará más hincapié en los vínculos. Por eso las mujeres tendrán un protagonismo más importante. Ellas podrán mostrar y desarrollar su mundo interior. Con el personaje de Juli, por ejemplo, me siento muy feliz por el recorrido hecho", remarca Staltari.
Para Julieta Ortega, Nancy ahora adquiere una dimensión mucho más rica que la que pudo mostrar el año pasado: "Nos adentramos más en cada personaje, las mujeres pasaron un poco más al frente y eso me permitió meterme en el corazón de Nancy. Ella iba siempre atrás de su marido, nunca se entendía cuánto sabía o cuánto ignoraba, ella era una especie de sufrida y ahora ese tipo no está más y por eso se le corre un telón".
Una nueva forma de hacer series
Un gallo para Esculapio es una rareza en la televisión local. En términos de producción, narrativos y de elenco, un relato de esta ambición puede jugarle de igual a igual al cine y, desde la dirección, Stagnaro comprendió cómo combinar lo mejor de ambos mundos, mezclando la espectacularidad de la pantalla grande con la meticulosa construcción de personajes que solo permite una ficción serializada. "Al ser una historia que se despliega en tantos episodios, te permite algo un poco más ligado a la novela, donde vos te aferrás a los protagonistas y los seguís. Siempre la parte más compleja del laburo previo a la escritura tiene que ver con entender cuáles son los ciclos que vas a contar en cada capítulo, y esa es una cosa muy intuitiva. Esta serie tiene la necesidad y la voracidad de acercarse al cine. Dentro de un esquema de tiempos televisivos, nuestra intención es que Un gallo para Esculapio esté vinculada a un lenguaje parecido al cinematográfico", dice el director.
El futuro de un gallo
Jugar a una tercera temporada es algo que está presente en la cabeza de todos los involucrados en Un gallo para Esculapio. Ante al deseo cumplido de un segundo año (que inicialmente iba ser de solo dos episodios y que luego pudo extenderse a seis), la posibilidad de una continuación si bien no es una realidad, al menos sí una fantasía que puja con fuerza. Staltari rápidamente reconoce que "ideas para una tercera temporada siempre hay, pero eso ya depende de muchos factores", y junto a Stagnaro ambos se ríen frente a un posible spin off centrado en Loquillo o en el hijo de Roque vengándose de su propio tío. Lo cierto es que haya o no un tercer año, Un gallo para Esculapio se convirtió en un título ineludible dentro de la historia de la televisión argentina. Para Lanzani, por lo pronto, el objetivo ya se cumplió: "Más allá del éxito, la mejor recompensa es la calle. El público se acerca, ve el programa y se enoja con los personajes y ahí te das cuenta que la cosa funciona y a la gente le llega. El desafío ahora es cómo llevamos esto a más".
¿Cuándo y dónde verla? Un gallo para Esculapio, segunda temporada, se estrena el martes próximo, a las 23, por TNT, y desde el miércoles estarán los seis episodios disponibles en Flow.
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