Un doble de Luis Miguel hizo un papelón en Bienvenidos a bordo y en las redes no lo perdonaron
En un nuevo desafío, un grupo de imitadores del cantante latino invadieron el estudio y compitieron para ver quién hacía un mejor trabajo
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LA NACION
Guido Kaczka caminó lentamente hacia una de las puertas en su estudio donde se leía un cartel que decía “Luis Miguel” . Acto seguido, anunció que, en cuanto se abriera, entrarían al estudio una fila de imitadores del artista mexicano. Tal como anticipó, uno detrás de otro se presentaron frente a las cámaras quienes aseguraban ser muy parecidos al cantante. Algunos se destacaron por su voz y otros por su look, pero hubo uno que llamó la atención por un pequeño error cometido.
La hilera de dobles de Luis Miguel generó dudas, ya que muchos de ellos no se parecían ni un poco al tan querido autor de “La Incondicional”. Pero solo hizo falta que las luces se apagaran y comenzaran a cantar para que sucediera la magia. Uno tras otro, se posicionaron debajo del reflector para entonar alguno de los múltiples hits del músico y lograron dejar a los presentes con la boca abierta.
El objetivo del desafío era que los colaboradores fijos de Bienvenidos a bordo (eltrece), entre los que se encuentran Hernán Drago y las asistentes de Guido, eligieran al mejor imitador quien se llevaría el premio en efectivo. Las voces eran tan similares que no le hicieron el trabajo fácil al improvisado jurado. Al darse cuenta que iban cabeza a cabeza y que cualquiera podría salir coronado, los participantes decidieron elevar sus presentaciones.
El primero que pasó fue uno que se esforzó para resaltar su parecido físico al Luis Miguel cincuentón, al que se puede ver hoy en día. El resto, al no tener ninguna similitud exterior, tuvieron que sacar a relucir no solo su voz sino también debieron adoptar la energía que presume el artista en los escenarios.
El tercer participante, comprometido totalmente con el juego, se paró frente a una gran multitud imaginada. Bailó, saltó y hasta agitó las manos en el aire instando al público inexistente a que hiciera palmas. Pero su error radicó en que, al llegar al tan aclamado estribillo de “Ahora te puedes marchar”, en vez de cantarlo se quedó en silencio y levantó el micrófono para que los supuestos fans completaran la letra.
La falla en el cálculo resultó en un bache de silencio que solo fue completado por el conductor quien atinó a comentar: “Ay no hay nadie para contar lo que queda”. Sin dejarse abatir, el concursante continuó como un profesional.
El show de los imitadores de Luis Miguel estuvo cargado de momentos similares, con bailes llamativos y la emoción de Guido Kaczka quien se sumó haciendo la mímica de algunas canciones. Los usuarios de Twitter, siempre listos para hacer eco de los eventos más graciosos de la televisión, no tardaron en responder con burlas, memes y ácidos comentarios al divertido segmento.
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