
Un álbum con el sabor de Rada
"Montevideo": el nuevo álbum del percusionista uruguayo se gestó luego de preparar el chimichurri en un asado con el productor.

"Este disco es la conquista del chimichurri". La referencia le sirve a Rubén Rada para definir su nuevo CD, "Montevideo", con el que, más allá de su regreso musical, volvió a instalarse en el Río de la Plata después de pasar varias temporadas en México, donde confiesa haber extrañado bastante este lado del mundo: "Sufrí mucho, no la pasé bien".
El condimento que los rioplatenses utilizamos para hacer más sabroso el asado fue el medio que, al parecer, sirvió para conquistar al productor Neil Weiss, cuyo sello se encarga de promover músicas de distintos rincones del planeta con una alta calidad de producción.
Fue en Los Angeles, en la casa de una amiga, donde un asado reunió a músicos uruguayos viajeros y a Weiss. Allí, Rada le pasó algunas cintas que el productor prometió escuchar. Pero lo cierto es que estaba más entusiasmado con la exquisitez del preparado que con ponerse a trabajar.
Tanto, que tardó un año en darle alguna respuesta al Negro Rada, que por fin se dio el gusto de sacar su primer disco en el país del norte, después de algún intento frustrado por cuestiones ajenas a él.
"Es el disco que soñé grabar toda mi vida", sintetiza el percusionista. "Primero empecé a grabar temas nuevos, porque Weiss me dio total libertad para trabajar en el estudio, pero cuando escuchó los temas viejos me dijo que tenían que estar, porque de mí no se conoce nada en el mundo. Y tenía razón".
Grabado con músicos de la talla de Hugo Fattoruso, Hiram Bullock (guitarrista de Gil Evans y Jaco Pastotius), Bakithi Kumalo (bajista sudafricano que acompañó a Paul Simon) y Anton Fig (baterista, también sudafricano, que realizó varias giras con Bob Dylan), "Montevideo" es un compendio de música rioplatense que nos lleva del candombe al rock, del tango al pericón, con el sello inconfundible del Negro Rada (letras sencillas, intensidad sonora y, por supuesto, mucho ritmo) y una producción envidiable:"Estuvimos grabando ocho meses y otros ocho meses más llevó hacer la mezcla. Contado así parece sencillo, pero se hizo muy largo".
La dulce espera
"Encima, tardó un año en volver a hablarme después del asado -continúa Rada-. Ese día, Weiss decía que si hacía un chimichurri tan rico tenía que componer bien. Y cuando me llamó, me dijo entrá al estudio y cantá algo, y entonces grabé sonidos percusivos con la voz. Algunas de esas grabaciones va a estar, seguramente, en el próximo disco."
Después llegó otra música. La nueva, la de siempre. Música de este lado del mundo que Rada grabó en el país del norte con anterioridad en "Rada Factory", producido por Oscar López, que nunca vio la luz por problemas entre el productor y el sello discográfico, aunque el músico uruguayo confía en que próximamente, a través de Weiss, pueda conocerse ese material.
Entre Gardel y Lennon
Una muestra de la amplitud musical del álbum son las canciones que sirven como homenajes y empiezan con una versión de "El día que me quieras" seguida por "Candombe para Gardel", "Santanita" (a Carlos Santana) y "Amado John", un homenaje al inolvidable beatle de una forma muy original y auténticamente uruguaya, con música de pericón nacional.
A ésto hay que agregarle las renovadas versiones de "Montevideo" (del segundo álbum de Opa, "Magic Time") y "Candombe Pa`l Fatto", dedicada al tecladista, que también prepara un álbum solista para el mismo sello y que "sale en estos días".
"Cantando tangos siento que soy de acá", confiesa Rada, más aún después de estar tantos años radicado en México como parte de la banda de Tania Libertad. De vuelta en el Río de la Plata, el percusionista cambió Lanús por Montevideo:"Me dí cuenta que estando allá tardo menos para venir a Buenos Aires".
Y en la capital uruguaya ya presentó el álbum con una banda de lujo: Fattoruso (teclados), Bullock (guitarra), Kumalo (bajo), Martín Ibarburu (batería) y la cuerda de tambores del Lobo Núñez, además de Elena Mañosa y Lea Bensasson en coros.
La idea del Negro es que en marzo próximo, y con la misma banda, pueda dar a conocer "Montevideo" en Buenos Aires: "Allá lo presentamos en el Solís, y cada músico, además, tocó temas propios. También vamos a presentarlo en Buenos Aires con la misma banda, pero cuando pase el verano. Este fin de año hay muchos recitales".
También está encantado con la reedición de los dos álbumes de Opa, la banda de fusión que a mediados de los setenta compartió con sus compatriotas Hugo y Osvaldo Fattoruso, Ringo Thielmann y Airto Moreira: "Es un gusto recuperar esa música. Para nosotros y para la gente que compartió aquella experiencia con nosotros".
Mientras se espera ver otra vez a Rada sobre un escenario, "Montevideo" es una excelente excusa para ir disfrutando desde todos sus sabores. Tal vez, como escribe Weiss en el booklet, éste sea "un viaje como el que usted nunca vio antes".