True Blood: los mejores momentos

...y así, como en un suspiro, se nos fue la tercera temporada de True Blood; sin dudas, la mejor de toda la serie hasta el momento. Los que todavía no vieron el último capítulo no se preocupen, no voy a contar ni una palabra. Vayamos directo a un repaso-homenaje de esas secuencias memorables que nos dio el programa, suerte de placebo hasta el comienzo de la cuarta. Y si quieren recordar la música de la serie, pueden hacerlo acá.

1. El beso entre Eric y Sookie

Capítulo 10 - "I Smell a Rat"
Tercera temporada
Posiblemente uno de los momentos más esperados de la serie haya sido este. Antes, Alan Ball había calmado a los más ansiosos con un par de escenas oníricas - la cosa es así: como Sookie había probado de su sangre, empieza a sentir deseos sexuales hacia Eric, de ahí los sueños -, pero el verdadero beso llegó hace tan solo dos capítulos. Ella irrumpe en su oficina de Fangtasia en uno de sus clásicos berrinches y él, usando su posible muerte definitiva como anzuelo, pide besarla. No hace falta ser experto en la serie para saber que la verdadera química la tiene Sookie con Eric, no con Bill. "No es solo porque tomaste de sangre", le dice él. No, ciertamente no lo es.

2. Russell, Rey de Mississippi, se desquicia en TV

Capítulo 9 - "Everything is Broken"
Tercera temporada
Cada temporada de True Blood tuvo un villano definido: Rene, Marianne y Russell. Como Russell, ninguno. El vampiro superpoderoso, Rey de Mississippi, entró a la serie y eclipsó a todos. Su momento cumbre fue cuando, tras sufrir la pérdida de su pareja Talbot en manos de un vengativo Eric, le muestra al mundo su poderío en gran escala: en televisión. Para que todos lo vean, Russell le saca literalmente la espina al conductor de un noticiero y se pone shakespeariano con un monólogo aterrador que desemboca en hilarante. El mejor final de un capítulo de True Blood. Vean para creer.

3. Lafayette prueba la sangre de Eric y enloquece

Capítulo 4 - "Shake and Fingerpop"
Segunda temporada
Lafayette es uno de los aciertos indiscutibles de True Blood y esto mucho se lo debemos a Ball quien, a contramano de una de las novelas de Charlaine Harris donde muere rápidamente, decide mantenerlo vivo en el programa. En esta escena, Eric le permite probar su sangre para curarse de una lesión y, luego de hacerlo, se pone a bailar de modo infantil y bizarro, como solo Lafayette puede hacerlo. Luego, claro, comienza a tener fantasías con Eric también, pero esa es otra secuencia completamente diferente. Es que True Blood da para todo.

4. Adiós, Godric, ¡te extrañaremos!

Capítulo 9 - "I Will Rise Up"
Segunda temporada
En True Blood, el vínculo entre el maker (el vampiro que convierte a un humano en vampiro) y el convertido en cuestión es vital, es una relación de padre e hijo, de fraternidad y amor que roza lo tierno. Dos ejemplos de ésto son Eric y Pam y Bill y Jessica. El tercer ejemplo, pero el primero en orden de importancia, es el de Godric y Eric. Uno convierte al otro y así su lazo se vuelve inquebrantable. Por eso, cuando Godric decide inmolarse, True Blood nos da uno de los momentos más tristes y poéticos de todas sus temporadas y nos muestra la faceta más "humana" de Eric que todos queríamos ver.

5. El primer encuentro entre Bill y Sookie

Capítulo 1 - "Strange Love"
Primera temporada
True Blood tiene mucho de soap-opera y la parejita que, más allá de ser cuestionada por muchos, debe luchar contra viento y marea, es la de Sokie y Bill. El primer encuentro es una de las escenas más bellas de la serie, una lucha erótica de miradas con musiquita romanticona cursi de perfecto telón de fondo. En ese instante, ambos se enamoran. Este momento, visto en el primer capítulo, fue la carta de presentación de la serie que, un par de temporadas después, se convertiría en objeto de culto.

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