Top Five: famosos que ocasionan fracasos en taquilla
Un repaso por esos actores por los que nadie pagaría una entrada
Los publicistas en Hollywood existen por algo: para evitar, precisamente, que el público se revele contra un determinado actor y evite ir al cine si una película con su nombre es parte de los estrenos. Los publicistas en Hollywood también existen por otra razón: la vida personal y profesional de los actores alcanzó una sinergia tal que lo que sucede en el primer ámbito repercute indefectiblemente en el segundo. Sin embargo, hay un factor que esos publicistas no pueden ni prever ni moldear a su antojo: la falta de carisma. Así como hay casos de jóvenes intérpretes que se han ganado el cariño del espectador (Jennifer Lawrence, como ejemplo más reciente), también hay casos en los que, por más que se intente, no se puede hacer nada contra lo insípido (Katherine Heigl, quien forma parte de esta lista). Veamos a qué actores el público les ha venido dando la espalda:
*1. TAYLOR KITSCH
¿Dónde quedó el querible personaje de Tim Riggins al que daba vida Taylor Kitsch en la gran serie Friday Night Lights? No lo sabemos. Cuando concluyó el sólido drama de Peter Berg, Hollywood empezó a poner el ojo en Kitsch, intentando convertirlo en uno de los actores más jóvenes con poder para liderar una película por sí mismo. Ese enfoque no podría haber sido más erróneo. En lugar de lucirse primero en roles secundarios, demostrando que efectivamente tiene talento, Kitsch pasó a protagonizar dos películas donde el guión no lo acompañó y donde las expectativas fueron tan altas como el posterior fracaso. Por un lado, Battleship, un paso en falso de Berg que apenas pudo recaudar más del presupuesto invertido; por el otro, la anticipada John Carter, entre dos mundos, cuya inversión fue de 250 millones de dólares, en contraposición con los 282 que terminó recaudando. Como si esto no hubiese sido suficiente para Kitsch, Oliver Stone lo convocó para Salvajes e incluso siendo parte de una historia coral, su nombre tampoco ayudó a elevar las recaudaciones en taquilla. El film de Stone sólo obtuvo 82 millones, muy por debajo de sus expectativas. Sin embargo, los directores siguen creyendo en él y nuevamente Berg lo puso entre los nombres principales de su nueva producción bélica Lone Survivor, al lado de Mark Wahlberg y Eric Bana.
*Taylor Kitsch en
*2. KATHERINE HEIGL
Si tenemos que rastrear el origen de la indiferencia general del público hacia Katherine Heigl, deberíamos remontarnos al momento en el que cometió el grave error de criticar al realizador Judd Apatow luego del estreno de Ligeramente embarazada. La actriz, quien ya había cuestionado los guiones de la serie que la lanzó a la fama y le valió un premio Emmy (Grey’s Anatomy), hizo lo propio con la comedia co-protagonizada por Seth Rogen, a la que tildó de misógina. Así, se fue ganando el mote de actriz pretenciosa y complicada y terminó protagonizando, inexplicablemente, un sinfín de comedias en las que sus habilidades actorales consistían en la repetición sistemática de tics. ¿Ejemplos? 27 bodas y, sobre todo, la deplorable La cruda verdad, donde sí podemos notar más de un subtexto misógino, o una misoginia a secas. Desde ese momento en adelante, la carrera de Heigl consistió en aliarse con un comediante menos carismático que ella (Ashton Kutcheren Asesinos con estilo ), en mostrarse (sin éxito) como una chica de armas tomar en One for the Money y en sumarse al elenco de La gran boda, una de las películas más inexplicables de los últimos años. Estas últimas tres comedias fueron un verdadero fracaso, pero Heigl va por más y ahora intentará reflotar su carrera con North of Hell, junto a Patrick Wilson. ¿Tendrá suerte esta vez?
*Katherine Heigl en la fallida
*3. MEL GIBSON
El caso de Mel Gibson es paradigmático si de esplendor y ocaso se trata. La realidad es que, como mencioné previamente, cuando la vida privada (y unas cuantas declaraciones desafortunadas) se funden tanto con los proyectos profesionales, por algún lado la respuesta negativa va a llegar. Independientemente de sus apuestas controversiales como realizador, Gibson entró en los 2000 con el pie izquierdo con Éramos soldados y posteriormente, debido a sus escándalos mediáticos, optó por aparecer en pantalla de manera esporádica. A pesar de esto, la audiencia no estaba precisamente lista para comprar una entrada para verlo ni en La doble vida de Walter ni en Vacaciones explosivas. En el primer caso, la película de Jodie Foster, toda una parábola sobre el alcoholismo (lo cual explica la presencia de Gibson en ella, además de la amistad que lo une con la directora y actriz), recaudó una muy baja suma de seis millones de dólares. En segundo lugar, el correcto film de acción de Adrian Grunberg recaudó poco más de siete. Lo curioso es que estamos hablando de dos propuestas decentes, siendo la de Foster una de las más subvaloradas y rechazadas a priori (incluso por la crítica). De todos modos, y a los fines prácticos, nadie quiso ir al cine para verlo a Gibson hablar con un castor de peluche. ¿Ustedes lo hicieron?
*Una escena de la subvalorada
*4. LINDSAY LOHAN
De una forma u otra, Lindsay Lohan siempre hace méritos para aparecer en algún Top Five. En esta oportunidad, y como aludimos el viernes pasado respecto a su filmografía en ruinas, el público dejó de prestarle atención a Lindsay cuando ella misma dejó de prestarle atención a su carrera. Sus múltiples arrestos, ingresos a rehabilitación y otros pormenores la sacaron de ese pedestal en el que se encontraba (el de una de las actrices jóvenes más prometedoras) para ubicarla en otro (el de una actriz que ya es una parodia de sí misma). En consecuencia, cada paso en falso que fue dando Lindsay estuvo acompañado por sus efectos dominó. A saber: las películas de las que formó parte o salían directamente en DVD (Labour Pains, por mencionar sólo un ejemplo) o se estrenaban con formato televisivo (Liz and Dick) o bien fracasaban antes de su estreno, con solo ver la sinopsis (Sé quién me mató). Este año, Lindsay intentó hacer el gran regreso con la polémica The Canyons, junto a la estrella porno James Deen y bajo la dirección del no menos polémico Paul Schrader, pero la movida no funcionó y el film con guión de Bret Easton Ellis (sí, sí, leyeron bien) terminó recaudando la pobre suma (para los estándares de Hollywood, claro) de 43 millones de dólares.
*Lindsay, muy sensual en el trailer de
*5. RYAN REYNOLDS
Es una lástima que Ryan Reynolds se haya convertido en sinónimo de fracaso en taquilla, porque en ciertas películas podemos encontrarle un innegable atractivo, especialmente cuando se vuelca a la comedia. Tales fueron los casos de Adventureland, Definitivamente quizás y La propuesta, donde conformó una gran dupla con Sandra Bullock. El quiebre se produjo con la original Enterrado, film que se cargó el hombro solo y por el cual recibió algunas de las mejores críticas de su carrera. El declive llegó después con una trifecta que lo terminó por hundir. En primera medida, Linterna verde, donde conoció a su ahora esposa Blake Lively pero no así al éxito; en segundo lugar, The Change-Up, donde juntó fuerzas con Jason Bateman reflotando un subgénero del cual el espectador parece agotado (el de la fórmula de cambio de identidades); en tercer lugar, la reciente R.I.P.D.: Policía del más allá, donde co-protagonizó nada menos que con Jeff Bridges y cuyas recaudaciones apenas llegaron a los 59 millones de dólares. Reynolds, cuando tu mejor papel en años es un hilarante cameo en Ted, significa que deberías repensar tu carrera. ¿Qué piensan?
*Algunas imágenes de
Participación. ¿A qué actores les huyen ustedes?
lanacionarOtras noticias de Jennifer Lawrence
Más leídas de Espectáculos
"El dolor fue real”. Denzel Washington: su cambio físico, la ayuda que recibió de Lenny Kravitz y una impensada confesión
Polémica. Quién es Manuel Anido Cuesta, el polémico nuevo amor de Ana de Armas
"Destruido para siempre". La contundente respuesta de Pampita a García Moritán y el nuevo paso que dio en su relación con Martín Pepa
"Fue mucha movida". Fátima Florez: de sus shows en Las Vegas a quién imitará en Carlos Paz y el personaje que no haría “nunca”