Una edición lujosa y en dos volúmenes (Pira y Alcaebza ed surgenda) con la obra explosiva de este artista plástico.
En uno de los textos que acompaña Pira, uno de los volúmenes del primer libro del artista plástico argentino Tomás Espina, el historiador del arte Roberto Amigo establece la relación entre la obra de Espina y la de Francisco de Goya. Más específicamente, entre la serie de pólvoras sobre tela 26 de junio de 2002, donde Espina toma las fotografías periodísticas de la Masacre de Avellaneda, la secuencia de la represión policial en el Puente Pueyrredón que le costó la vida a Kosteki y Santillán, y la serie de grabados Los desastres de la guerra, que el español registró a comienzos del siglo XIX. Afirma Amigo: "La obra de Espina no actúa, entonces, en el terreno de la utilidad, único fin del arte político. Su problema es la imagen: la elección de imágenes mediáticas del conflicto social, incorporadas al fácil reconocimiento visual del espectador, le permite acentuar la narratividad por fuera de la propia imagen. (...) Espina parte de la apropiación de una imagen represiva, porque toda imagen consolidada en el imaginario social es, de algún modo, represiva".
En la entrevista de Claudio Iglesias, Espina afirma: "La estela que produjo el primer trabajo en pólvora fue más por la escena que representaba (una imagen de la violencia policial que generó la crisis) que por el medio utilizado. Yo diría que, en ese momento, el medio fue el que posibilitó que esa imagen pudiera infiltrarse. Yo digo ‘esa imagen’ porque ya estaba mediatizada, a fin de cuentas lo que la pólvora hizo fue hipermediatizar esa imagen; el medio hizo las veces de espía".
Pira incluye en sus 148 páginas un resumen de la obra de este artista, discípulo de Pablo Siquier y Marina de Caro, en los últimos diez años. Pinturas difusas, retratos de explosiones, instalaciones con hollín, aves de mal agüero (tal el título de Alma Ruiz, curadora del Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles).
El segundo volumen, Alcaebza ed surgenda, es una selección de dibujos en carbonilla y papel, con dinámica de cómic y opresión abstracta, realizados siempre de noche, entre febrero y octubre de 2009.