Todas las vidas de Maruja
La actriz, dramaturga y directora desnuda en escena su vida amorosa, narra cuentos fantásticos y le pone el cuerpo a la historia de otros
En la casa de Maruja Bustamante hay una generosa colección de chanchos de todos los colores, formatos y texturas. Ocupan uno, dos, tres estantes. Llevan años con ella. Desde hace un tiempo, la pasión por ese coleccionismo parece que está por vencer. Todavía no sabe cómo resolver la cosa. Quizá formen parte de una performance para su cumpleaños en la que cada invitado se lleve uno. Pero dice esto y pone cara de desconcierto.
Maruja es una talentosa y personal actriz, dramaturga y directora. Tiene en cartel tres obras: Maruja enamorada , un biodrama dirigido por Vivi Tellas; Doberman , la obra de Azul Lombardía que se presenta en el Rojas, y La leyenda de Lis Chi , su novela episódica para niños y niñas "marujianos" que está en el Teatro 25 de Mayo.
En ese trabajo su asistente es Nicolás Capeluto. Nicolás anda por la casa de Maruja pendiente del flete de una heladera que se va. La película que marcó su infancia, y su vida, es Xuxa contra Bajo Astral . Ella se sabe la vida entera de Beyoncé. En el biodrama en el que cuenta su propia vida la acompaña en escena Ignacio Ocampo (o Iti el Hermoso). Él dice ser el único que puede nombrar a todos los integrantes de Mambrú sin usar Google. Ambos forman parte de Te Amo, "dúo sentimental-punk" que está por lanzar su disco.
Maruja enamorada se estrenó hace poco. Por fuera de cualquier manual de estilo de una actriz frente a un grabador, dice: "En la obra me cansa, me cansa, me cansa mucho escucharme. A los 20 minutos de haber comenzado pienso que los espectadores deben estar pensando que tienen que aguantar unos 40 minutos más de esta piba hablando, y me canso, me canso, me canso". Y pone cara. La cara de Maruja Bustamante o esa expresión a mitad de camino entre el aburrimiento y el cansancio más existencial de la existencia y la más leve levedad.
Cuando se cansa de escucharse se apoya en Iti (el hermoso). "Pero él también se cansa, queda agotado", reconoce. En Catch , de José María Muscari, también se cansaba. Venía de hacer textos de Pessoa y Silvina Ocampo y, de buenas a primeras, pasó a luchar en el barro. Claro que en ese caso el cansancio era físico. "Todas las obras que hice me fueron sanando. Para mí el cuerpo siempre fue un problema porque era gorda y yo qué sé...; pero en Catch aparecía desnuda. Pensá que hasta ese momento me costaba desnudarme en la intimidad... Catch debe haber sido una autoterapia de shock violenta y necesaria. Otra vez hice de curandera maldita. Hasta ese espectáculo siempre había hecho de gorda buena, ¿entendés? En una escena tenía que tirar arroz en plena cara de Julieta Zylberberg que tiene como una cara de porcelana, que es tan linda. Esa cosa violenta me hizo romper con algo. Los otros días hablaba con mi psicólogo y le decía que Maruja enamorada me demuestra que soy mujer. Todo este tiempo anduve con rodete y jogging, con algo de aire de capanga cuando, en el fondo, tengo sueños de princesita rodeada de mis chanchitos rosas..." Y pone cara de princesita.
Para el biodrama de Vivi Tellas eligió ponerse un vestido de flores con volados. "Estoy en proceso de dejar de ser una nena varonera a la que sus papás sobreprotegieron de un mal modo, o algo así", se sincera. Alrededor de los estantes con chanchos y chanchitos están sus cuadros de colores estridentes en medio del territorio del Abasto. "Me visto con colores aunque siempre me siento un poco ridícula, desubicada. Igual, soy coqueta. Recién ahora, no digo ahora mismo, que lo pienso. Y pienso: «No estás disfrazada de mujer. Sos mujer»."
El color rosa la puede. El año pasado, mientras grababa Tiempos compulsivos , una maquilladora de El Trece le sugirió usar sombra rosa. Se hizo fanática. "Ese programa fue increíble. Soy medio tímida y verme en medio de esos genios que saben tanto me impactaba. Siempre los observaba desde lejos. Fueron todos muy buenos conmigo. De hecho, Paola Krum fue la que hizo crecer a mi personaje. Se lo debo", dice. Desde la distancia miraba llegar a Marilú Marini a su camarín y hacer, religiosamente, 60 abdominales y 60 flexiones de brazos. Después observaba cómo se sentaba frente al espejo buscando un detalle para el personaje. La adoró en silencio aunque la otra Maruja, la del escenario, tenga una energía arrasadora.
Un Batman nac and pop
Maruja dice tener un lado pop que aflora a pleno en Te Amo , el dúo de canciones bellamente bellas, y su lado más lírico, cuando le gana su faceta de dramaturga. La leyenda de Lis Chi, quizá, sea la conjunción de esos das facetas. "Es la historia de un superhéroe que debe pelear contra su ex novia de la primaria, a quien dejó porque él es judío y ella, goi", ha dicho por ahí sobre esta especie de Batman judío.
El espectáculo acaba de estrenar su segundo capítulo. Es, según sus palabras, teatro episódico en cinco entregas que terminarán a fin de año. Maruja no tiene mucha experiencia en infantiles. En verdad, ninguna. "Los chicos se creen todas las convenciones, todo es verdad. Eso lo disfruto enormemente", dice la autora de esta propuesta con mucho de animé, videojuegos, vestuario hecho a mano y un superhéroes que toma mate . "El teatro independiente tiene prejuicio con el pop, le cuesta. Lo pone en una zona menor", dice en otro momento de la charla.
Su madre se fue de su casa cuando Maruja tenía 10 años. Partió tras los pasos de una religión llamada Perfecta Libertad. Ese relato le lleva buena parte de Maruja enamorada . Ahora, es una madre sobreprotectora preocupada por los problemas en las cervicales de su hija. Vive en el Sur. Cuando le contó a su padre la idea de llevar su vida a escena a él mucho no le interesó. Por lo pronto, no fue a verla. Sus dos hermanos, tampoco. Algunas veces, muchas, uno de ellos fue a verla al teatro y se quedó dormido. "A nosotros nos gusta cuando cantás...", le dijeron varias veces su hermano y su papá. "Hacé comedias, Maruja. Haceme reír", le ha dicho otras varias veces su mamá. Con La leyenda de Lis Chi unos y otros se rieron. Eso la puso contenta. Muy contenta.
Por eso ahora pone cara de contenta, enmarcada por infinidad de chanchitos multicolores con caras de felicidad y un cartelito de "Te quiero" por ahí. El cartelito es de color rosa (obvio).
- Maruja enamorada
El Extranjero, Valentín Gómez 3378.
Domingo, a las 20.30.
Entradas, $ 70.
- La leyenda de Lis Chi
Teatro 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444.
Sábados y domingos, a las 17.
- Doberman
Centro Cultural Rojas, Corrientes 2038.
Martes, a las 21.
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