Durante nueve años, Rick Grimes ( Andrew Lincoln ) fue el motor de The Walking Dead y en todo ese tiempo su personalidad vivió cambios constantes. Desde sus inicios como un idealista sheriff hasta convertirse en un asesino despiadado, hubo un largo recorrido y no pocas muertes. Ahora, frente a su propia muertey ante la noticia de una trilogía de films para televisión con él como protagonista, repasamos cinco de los grandes momentos que convirtieron a Grimes en uno de los (anti) héroes más importantes de la tele del siglo XXI.
1. A caballo de la ley
El piloto de The Walking Dead es una pulida carta de presentación. No solo porque de un golpe zambulle al espectador en esa realidad apocalíptica, sino también porque con muy pocas pinceladas muestra cuál es la esencia de Rick. Luego de sobrevivir a un tiroteo que lo dejó en coma varias semanas, despierta en un hospital para encontrarse con que los zombis dominan la Tierra. Solo y sin saber qué sucedió con la humanidad, se refugia en la casa de Morgan (Lennie James), un superviviente que se atrincheró junto a su hijo. Después de quedarse allí unos días, el protagonista decide salir a buscar a su mujer y a su pequeño hijo. Montado a caballo, recorre las enrarecidas calles de una ciudad que le arrebataron los muertos vivientes. Y esa imagen del sheriff cabalgando, sombrero y pistolera incluidas, remite directamente a la iconografía del western clásico, a la imagen del vaquero que entiende a la ley por sobre todas las cosas. No es azaroso mostrarlo de esa forma, ya que se trataba de un personaje que no aceptaba matices en su forma de separar el bien del mal. Lamentablemente, poco le duraría esa visión.
2. Rick conquista la prisión
"¿A cuántas personas mataste?" era una de las preguntas de Rick para identificar a los extraños que se cruzaban en su camino, porque –como descubrió con el tiempo– a veces el homicidio era necesario. Promediando la tercera temporada, el protagonista había empezado dejarse ganar por el cinismo. La traición de su amigo Shane (Jon Bernthal) y el descubrir amenazas humanas que eran peores que cualquier zombi, le mostraron el lado más carnívoro de su realidad. Frente a ese panorama, paulatinamente entendió que para sobrevivir debía estar a la altura de las circunstancias. Y "Sick" marca el despertar del nuevo Rick, porque en dicho episodio asesina a sangre fría a una persona.
Cuando se encuentra a la conquista de una prisión que quería convertir en refugio, el personaje hace equipo con un desconocido que cuestiona su liderazgo. Luego de una pelea en la que ese anónimo le arroja un zombi para matarlo, él no lo duda y le quita la vida de un machetazo en el cráneo. Es una escena breve, pero que cambia dramáticamente su personalidad y deja en claro que ese idealista que confiaba en un futuro pacífico había muerto para siempre.
3. Carl es el límite
La lucha contra el Gobernador (David Morrissey) dejó huella en la psiquis de Rick y la consecuencia más inmediata fue el despojarse definitivamente de su disfraz de héroe para convertirse casi en un villano. En el último episodio de la cuarta temporada, hay dos momentos que evidencian ese cambio. En la secuencia inicial, el sheriff, Michonne (Danai Gurira) y Carl (Chandler Riggs) caen en una emboscada tendida por unos rivales con los que ya habían tenido un breve cruce y el líder de ese grupo amenaza a Rick a punta de pistola. Los villanos tienen al trío contra las cuerdas e incluso uno de ellos da a entender que abusará sexualmente de Carl. Pero el protagonista, cuyo único motor son sus hijos, revierte la situación y mata a su captor. El cómo lo ejecuta habla de su repentina bestialidad porque lo hace de un mordisco en el cuello. A través de esa muerte, el héroe se convierte simbólicamente en un zombi y la serie redefine entonces quiénes son en realidad esos "muertos caminantes".
Pocos minutos después, el grupo cae nuevamente en una trampa y es encerrado en un vagón que lleva una "A", letra que da nombre al episodio. Allí se encuentra Glenn (Steven Yeun), Maggie (Lauren Cohan) y el resto de sus compañeros y al verlos, el protagonista pronuncia la frase que mejor lo representará de ahí en adelante: "Ellos se sentirán muy estúpidos cuando se den cuenta que se metieron con la gente equivocada". Es claro, Rick ya no es víctima... es victimario.
4. Ricktadura
En el quinto año de la serie, el sheriff llega al tranquilo pueblo de Alejandría. A los pocos días de instalarse allí, nota que en esa sociedad hay muchos descuidos que pueden derivar en invasiones de cualquier tipo. Entonces acaricia la idea de tomar el poder a la fuerza, algo que no cae demasiado bien entre sus compañeros. Finalmente Deanne (Tovah Feldshuh), líder del lugar, concluye que el visitante es una potencial amenaza y no un salvador. Con el pueblo reunido y debatiendo si deben expulsarlo o no, él llega con un zombi al hombro y los alerta sobre una brecha en la seguridad de la ciudadela. Acto seguido, un habitante enfurecido con Rick asesina por accidente al marido de Deanna y la mujer le pide al sheriff que mate a ese hombre en venganza. El protagonista lo hace instantáneamente con una frialdad alarmante, justo cuando reaparece Morgan, quien practica el "no matar" como credo inviolable. Por primera vez y a través de los ojos de ese viejo conocido, el espectador entiende el brutal cambio que atravesó el héroe y cómo eliminar humanos o zombis ya le resulta prácticamente lo mismo.
5. Su enfrentamiento contra Negan
La aparición de Negan ( Jeffrey Dean Morgan ), como es sabido, llevó a Rick a romper los pocos límites que le quedaban. Luego de un comienzo de temporada feroz que incluyó dos muertes, el villano lo quebró psicológicamente dejándolo en un lugar de sometimiento. Pero poco a poco, el sheriff recuperó su valor y emprendió una silenciosa contraofensiva que, a largo plazo, le valió la victoria. Pero hubo una escena clave en esa serie de enfrentamientos, y fue en "The First Day of the Rest of Your Life", el final del séptimo año. En el clímax de ese capítulo, Negan derrota al héroe y le dice que va a matar a Carl enfrente suyo. Pero cansado de agachar la cabeza, Rick lo mira a los ojos y sin titubeos le responde que no importa qué haga para dañarlo porque tarde o temprano lo va a asesinar. En ese momento, el tigre de Ezekiel (Khary Payton) revierte la situación y los Salvadores son expulsados.
Que el personaje haya aceptado la muerte de Carl como una pérdida posible en el marco de esa guerra, es el último eslabón en su deshumanización. Cuando poco tiempo después finalmente Carl muere, Rick (y la ficción) pierde por completo su rumbo hasta llegar al fatídico destino que encontró en el último episodio.
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