"¿Están listos para rockear? Somos los Black Keys, estamos contentos de verlos otra vez", dijo Dan Auerbach cuando apareció en el escenario del Wiltern Theatre de Los Ángeles el viernes pasado con su compañero Patrick Carney. Después, el riff distorsionado y sucio de la guitarra de Auerbach dio comienzo a "I Got Mine", de su quinto disco Attack & Release. La canción fue como una caricia eléctrica para los fans, que no veían al dúo en vivo desde su presentación el festival Outside Lands en 2015, cuando decidieron tomarse un tiempo para seguir trabajando juntos.
En junio de este año, el grupo había aparecido por sorpresa en un local de instrumentos de Nashville frente a uno pocos afortunados para anunciar la salida de su flamante disco Let's Rock. Pero lo de ayer representó su regreso oficial. Durante casi dos horas, y acompañados por tres músicos sesionistas -dos guitarras y un bajo-, The Black Keys tocaron algunos de sus temas nuevos en vivo por primera vez frente a 1700 personas, como "Tell Me Lies", "Fire Walk With Me", "Walk Across The Water" -que sonaron más crudos que en el álbum-, y también repasaron los clásicos de su carrera: "Lonely Boy", "Gold on The Ceiling" y "Howlin’ For You".
Cada vez que Auerbach realizaba un solo, como en "Lo/Hi", parecía que un torbellino de miles de voltios salía de la pared de amplificadores Marshalls que tenía a sus espaldas y envolvía al público. Con el ritmo de los martillazos de la batería de Carney como guía, eso fue una entrega de rock and roll en su estado más puro.
En su nueva gira, ‘Let’s Rock Tour’, el grupo recorrerá Estados Unidos y Canadá desde esta semana y hasta fines de noviembre, con fechas en Denver, Kansas, ST. Louis, Chicago, Austin, Washington, Nueva York y Toronto, entre otras ciudades.
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