Una historia de amor en el ring
Esa historia chiquita, frágil, como la define Arana, comienza cuando Martín Quesada y "la Monita" se cruzan.
En palabras de Oreiro, Esperanza "La Monita" Muñoz, es "una chica a la que su madre abandonó a los tres años y desde entonces se quedó en el mismo conventillo de La Boca, sólo que ahora vive con la familia de su suegra. Es que ella se pone de novia con Quique (el personaje de Carlos Belloso), entonces, su suegra pasa a ser su mamá, y Quique es como su hermano, aunque ya llevan nueve años de novios. Pero ya están aburridos. La cosa es que él ve cómo ella se pelea en la calle y la convence para que se haga boxeadora. Y él es su manager, aunque en realidad es un cafiolo, porque en la casa todos viven de lo que ella pelea y si ella no pelea, no hay bolsa. En el comienzo de la historia, ella tiene una pelea muy importante, pero no le va bien. Y una de sus amigas en el conventillo, Kimberley (Fabiana García Lago) le dice que hay un puesto vacante en la empresa de Quesada. Y «la Turca» (Mónica Ayos) la viste y la pinta como ella, que es medio gato.
"Y así es como se conocen", interrumpe Arana. "Mi personaje, que nació en una familia muy acomodada, está bastante desencantado. La familia que tiene es su primo, Alfredo (Alejandro Awada), su mano derecha, su consejero, y su novia desde hace tres años, Constanza (Carla Peterson). Ellos se quieren y ella tiene el proyecto de casarse y formar una familia. Pero a él, la vida le da lo mismo."
"Hasta que me conoce a mí", apunta Oreiro, y abre la dosis de misterio para esta noche.