Una decisión acertada

En 2008, la televisión abierta ofreció 375 programas. De ellos, 13 - menos de un 5 por ciento- fueron para chicos. Sólo 6 fueron producción nacional. Y de los 10 programas infantiles más vistos, sólo 2 fueron argentinos.

Los chicos que en 2008 buscaban programas para ellos, recurrían al cable. A excepción de Encuentro, debían ver señales extranjeras con programas enlatados, producidos en países y realidades ajenas y lejanas.

Con la expansión del espacio infantil en Canal 7, los chicos podrán ver más programas para ellos en un canal abierto, público y de producción nacional.

Una TV de calidad es aquella que sabe identificar la demanda de las audiencias, que incorpora diferentes voces, que refleja una sociedad plural, que construye identidad y que es diversificada en su programación. El espacio infantil en Canal 7 forma parte de esta TV de calidad.

Cuando nació la televisión, los primeros hogares con TV fueron aquellos en los que había chicos. Las casas que hoy cuentan con más de un televisor, tienen niños. La mitad de los chicos argentinos tiene televisor en su cuarto y es el medio que más lamentarían perder si desapareciera. Todo ello obliga a pensar en la necesidad de una programación infantil.

Canal 7 dio el primer paso. Quizá los canales abiertos privados puedan sumarse con nuevos contenidos para estos televidentes, que aun no encuentran en sus grillas, la variedad y calidad que merecen.

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