TV Nostra: cómo le fue a Rial durante el primer mes de su nuevo programa
El conductor abordó desde la Causa Maradona y las entrevistas a políticos, hasta la separación de Horacio Cabak y las copias al programa de Mirtha Legrand
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“¿Qué es TV Nostra? Es largo de contar, lo tienen que ver. Pero es un sueño que hicimos realidad. No se qué número de programa de mi trayectoria estoy pariendo, pero este es mucho más grande y superador de lo que había soñado”, dijo Jorge Rial hace un mes. El 5 de abril pasado estrenaba su nuevo programa, esta vez en el prime time de América, luego de dos décadas al frente de Intrusos y de algunas conducciones anexas como la de aquellas ediciones de Gran Hermano con rating récord en Telefe.
Esta vez, el periodista lidera un formato con aspiraciones de late night show, anticipado en su horario, con foco en la actualidad y atravesado por el desarrollo de algunos escándalos del espectáculo que, rápidamente, lo vinculan con su exitosa trayectoria en ese género que convirtió su nombre en una marca referencial. Si Marshall McLuhan sostenía que “el medio es el mensaje”, aquí la rúbrica está puesta en la sangre de la cabeza de compañía: TV Nostra es Jorge Rial.
El rating acompañó el estreno, pero luego se desinfló de manera alarmante hasta que se estabilizó para encontrar su cauce natural, aunque siempre por debajo de Bendita, el ciclo de elnueve conducido por Beto Casella. El lunes 5 de abril, TV Nostra promedió 4,7 y tuvo un pico de 5,2 puntos, según los datos proporcionados por Kantar Ibope Media. Esos números auspiciosos estaban amparados en la expectativa del debut y en la jugosa entrevista que Rial le hizo a Matías Morla, abogado de Diego Armando Maradona, quien, por primera vez, se sometía a un interrogatorio de este tipo. “Todo el mundo cree que vos lo choreaste a Diego”, fue al hueso Rial con inapelable oficio. El martes 6 de abril, con Matías Morla, esta vez en vivo en el estudio, el rating cayó a 3,7 puntos, una buena marca para América, pero que no le permitió superar a su competidor directo en elnueve.
Entre el martes 13 y el viernes 16 de abril, el programa logró una buena media: 2 puntos. Durante su tercera semana en el aire, el ciclo promedió 1,8 puntos, teniendo su pico máximo el miércoles 21 de abril, cuando alcanzó los 2 puntos. Ese día, la agenda del programa abordó los pormenores en torno al expediente de la causa Diego Armando Maradona. Una vez más, todo lo vinculado al fallecimiento del ídolo deportivo le rindió a Rial.
En la última semana, a un mes del estreno, y tomando en cuenta las mediciones desde el lunes 26 de abril al lunes 3 de mayo, el promedio semanal resultante fue de 1,9, el número en el que, por ahora, se estableció el formato. La mejor audiencia de este período la obtuvo el miércoles 28 con 2,3 puntos de promedio. Ese día, Rial abordó lo que él denominó el “Cabakgate”, en referencia a los acontecimientos de público conocimiento en torno a la separación matrimonial del animador Horacio Cabak y su mujer Verónica Soldato.
TV Nostra tiene una gran virtud: no es aburrido. Sin embargo, conlleva cierto defecto de fábrica que no termina de darle definición, y por eso pareciera encontrar su rumbo cuando adquiere el ADN de alguno de los tantos programas de debate sobre los temas del día, sostenido con informes editados con humor. Son esos clips informativos los que recuerdan el formato de Bendita, programa que lleva 16 temporadas en el aire. Pero, a diferencia del espacio animado por Beto Casella, TV Nostra apela al debate periodístico menos anecdótico y más picante. Esta posibilidad no solo reside en el inobjetable conocimiento del oficio de Rial, sino también en los tres profesionales que lo acompañan. Si tanto TV Nostra como Bendita bucean en los océanos de la oferta televisiva del día, para el análisis estaría el primero y para el humor, el segundo. Eso no implica que Rial y su gente no apelen a la picardía, ni que Casella y los suyos no se permitan el análisis pensante, pero cada espacio pareciera encontrar su lugar en aquello que mejor le sale.
A Rial lo secundan la periodista y politóloga Marina Calabró, la periodista Ángela Lerena y el actor Diego Ramos. Calabró, que durante la mañana integra el staff del programa de Jorge Lanata por radio Mitre, es quien aporta el análisis más redondeado, en base a su inteligencia, buen decir, sus rigurosas fuentes y sus conocimientos académicos, combo que le permite siempre abordar cada tema con conocimiento de causa. Lerena demuestra ser una periodista integral, toda una revelación, que proviene del periodismo deportivo y de conducir diversos espacios con contenidos educativos en los medios públicos. Ramos, por su parte, apela al sentido común y a abordar cada tema desde el punto de vista más virgen, sin intentar un abordaje del tipo periodístico.
TV Nostra es, quizás, un programa de transición para Jorge Rial, quien aún no termina de patear el tablero de los dimes y diretes del siempre atractivo mundo del chisme. Cuando el programa se mete con Juana Viale y la herencia del sitial cedido por su abuela Mirtha Legrand, en la falta de originalidad en el nuevo programa de Mariana Fabbiani, en los entretelones en torno al escándalo que tiene por protagonista a Horacio Cabak, o en la supuesta “corruptela” en la dinámica de MasterChef Celebrity, la atmósfera se torna muy cercana a Intrusos. En cambio, cuando Rial aborda temáticas referidas a la actualidad política, acaso desarrolla la veta que más le interese mostrar. Se lo nota cómodo entrevistando a personajes de la política como Santiago Cafiero, Diego Santilli o Sergio Berni, surfea cómodo esas aguas. Quizás, en la mixtura conformada al hablar sobre las declaraciones de Leonor Benedetto, los pormenores en torno a las denuncias que pesan sobre el cirujano Lotocki y la palabra de un médico infectólogo sobre el coronavirus se apoye la identidad del programa.
La puesta en escena de TV Nostra es muy buena. Impacta la escenografía sostenida en pantallas de última generación en 180°. Aunque le falte la orquesta en vivo, Rial ingresa bailando para abrir su late night show o este formato que aún está buscando su propia identidad. Las últimas emisiones transcurrieron con Marina Calabró desde su casa, transitando su contagio de Covid, y con Rial sin barbijo frente a cámaras, pero respetando la distancia social con sus compañeros, algo no tan habitual en la televisión de la pandemia.
Si bien América apostaba a quitarle el trono del tercer puesto a Bendita en el prime time, eso aún no sucedió. Aunque los 2,2 puntos que el último lunes obtuvo Rial encienden la esperanza, Casella se cortó solo con cómodo tercer puesto sostenido en los 5,1 puntos que promedió esa misma noche.
Con todo, Jorge Rial tiene ganas de más y se le nota. Tiene con qué, pero aún parece no animarse del todo y prefiere tener siempre a mano alguna figurita de la farándula para sacarle el jugo, eso que hace muy bien. El formato le permite abordar temas políticos sin apartarse de la farándula. Acaso algunos pasos en falso en el pasado, al abordar las intimidades de los famosos descarnadamente, constituyan un escollo del que se tiene que enjuagar para poder transitar ese otro camino que tanto anhela y para el que capacidades no le faltan. Pero, se sabe, el prestigio es una construcción que se hace a lo largo del tiempo y sin mácula.
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