Terminó Hora de aventura, la serie animada que rompió el molde: por qué no habrá otra igual
Cuando el 5 de abril de 2010 Cartoon Network puso en pantalla Hora de aventura, la historia de un chico de 12 años que luchaba contra el mal acompañado por un perro con poderes mágicos, nadie imaginó que marcaría un hito en el universo de las series animadas gracias a una trama compleja que no subestimaba a los niños ni los dejaba de lado, con presencia de personajes profundos y diversos y una estética tan libre como atractiva. Esta semana, diez temporadas después, el ciclo dijo adiós, dejando un espacio vacante que será difícil de llenar. "La serie merecía esta gran despedida", aseguró su creador en exclusiva a LA NACION.
A lo largo de estos años el humano Finn y el perro Jake formaron una de las parejas más icónicas de la pantalla chica, recorriendo la tierra de Ooo para descubrir sus secretos, hacerse amigo de sus habitantes y ayudar a quien necesitara ser socorrido del terrible Rey del Hielo. Si bien nunca dejó de ser un ciclo infantil, pronto los adultos también cayeron bajo el hechizo de una historia bien contada y sin estereotipos.
"Hay muchos factores que explican el increíble éxito de Hora de aventura pero no hay dudas de que el impacto de la serie no sería el mismo si no tuviésemos Internet. La creación de contenidos por comunidades de fanáticos y cómo se fueron compartiendo amplificó de una manera imposible de lograr sin redes sociales", confesó Rob Sorcher, director de contenidos de Cartoon Network, en diálogo con LA NACION desde Atlanta.
Fueron estos fanáticos adultos los que acompañaron el crecimiento de la serie, que fue un éxito inmediato en los niños y que se volvió así objeto de culto para más de una generación. Su creador, Adam Muto, cree que este fenómeno está vinculado a la diversidad que se ve en pantalla: "Creo que es una serie que tiene diferentes aristas que atraen a diferentes públicos: están los que aman la estética y el universo visual que creamos; pero hay otros que disfrutan las tramas y la manera de contar mientras que hay personas que se hacen fans de algún personaje en particular".
"Supongo que la clave es que no lo hacemos a nadie en particular: es un programa que escribimos para nosotros mismos, con las historias que queremos ver o los chistes que nos hacen reír pero sin perder el foco en los más chicos, ya que son para nosotros el público que nos interesa. Buscamos escribir para niños sin subestimarlos: quizá se les escape algún chiste o alguna referencia, pero es una serie para ellos", completó.
Como cabeza de toda la producción original de Cartoon Network, Sorcher no tiene tapujos en reconocer sus virtudes: "Hora de aventura no es una gran serie para niños: es una gran serie y punto. Tiene una narración y un estilo únicos. Tiene humor, tiene acción, tiene desarrollo de personajes, es muy tierna pero también es muy profunda"
Ahora, tras diez temporadas exitosas, llegó la despedida. "El final fue triste no porque nosotros lo hayamos planteado así de manera explícita, sino porque es inevitable que la conclusión a todos estos años despierte estos sentimientos. Creo que hubiese sido raro que no fuese triste. Pero también escenas hubo alegres, guiños al espectador... digamos que la serie merecía una gran despedida", explicó.
Si bien no es común que los ciclos animados tengan una trama que complete con un cierre, ya que en general se trata de episodios independientes y pensados para que sean disfrutados por un espectador ocasional que se los tope en pantalla, aquí se trató de la culminación de una narrativa extensa y compleja aunque no por eso menos divertida.
Para Sorcher era necesario dar un cierre que hiciera justicia con lo que se generó el ciclo en todo el mundo: "No hay dudas de que terminar Hora de Aventuras no fue una decisión fácil pero ya lleva diez temporadas y no queríamos sacrificar el buen nivel que siempre tuvo. Nos vimos en la responsabilidad de ofrecer un final que sea satisfactorio para la audiencia para poder ser responsable con el legado que la serie tendrá".
Y no fue una despedida improvisada, sino que está en la cabeza de su creador desde hace una década. "Si bien desde hace dos años estamos haciendo que las tramas comiencen a converger en este final, te mentiría si no te dijese que desde el comienzo sabíamos cómo debían cerrarse estas historias. Quizá no con los detalles y no de la exacta manera en la que lo hizo pero sí entendiendo de qué manera esto podía suceder. Es que es difícil trabajar y escribir si no sabés hacia dónde vas, cuál es el camino que querés recorrer. Creo que sabíamos hacia dónde nos dirigíamos y lo estamos cumpliendo", explicó Muto.
Pero quizá el legado más importante de Hora de aventura es haber abierto las puertas para toda una generación de grandes series animadas escritas para chicos pero disfrutadas por jóvenes y adultos, como Steven Universe o Gravity Falls. "No quiero decir que nosotros somos responsables de su éxito porque eso sería exagerado y no sería cierto pero sí creo que si a Hora de aventura no le hubiese ido tan bien, a estos shows les hubiese costado más estar en pantalla o convencer a los ejecutivos de que era una buena idea hacerlos. En esta industria el timing es muy importante pero sin dudas la audiencia para este tipo de ciclos existía y estaba esperando algo así", admitió Muto.
Pero el adiós de Finn, Jake, Dulce Princesa, Gumbald, Marceline y el resto de los personajes ¿será para siempre? Muto sabe que es importante no hacer promesas: "Cuando hubo habla de franquicias televisivas… ¡nunca se tiene la última palabra! Con franqueza, no sé qué pasará con Hora de aventura en el futuro. Por ejemplo, la película de los Jóvenes Titanes fue exitosa, así que eso abre la puerta a nuevas posibilidades que pueden ser muy interesantes. Así que jamás diría jamás, uno nunca sabe lo que puede suceder dentro de algunos años. Pero para nosotros ahora, éste es el final".