Tele: ¿de qué nos reímos cuando nos reímos?
El jueves próximo empieza otra temporada del ciclo La culpa es de Colón, donde cinco standuperos latinoamericanos hacen humor de sus desgracias
Latinoamérica no sólo late y vive sino que se une por y para la comedia. La culpa es de Colón es el proyecto multimedia y multiplataforma (televisión, teatro, web y redes sociales) que integran los destacados comediantes, actores y guionistas de stand up Fernando Sanjiao (Argentina), Bobby Comedia (Venezuela), Roberto Flores (México), Fabricio Copano (Chile) y Ricardo Quevedo (Colombia). Todos ellos se reunieron con LA NACION para charlar acerca de qué nos reímos cuando nos reímos en estas latitudes del globo. Risas, aplausos y una atmósfera más que divertida en este show de chistes traducido a su versión digital. Aquí están, estos son, los elegidos del humor para toda Latinoamérica.
-Ahora que están los cinco juntos, lo que podríamos llamar la Copa América, la selección latinoamericana del humor, ¿de qué nos reímos cuando nos reímos por estas tierras? Calculo que de las desgracias que tiene cada uno así que cuéntenme sus desgracias...
-Fernando Sanjiao (ARG): Mi primer stand up fue sobre mi trabajo. Yo era vendedor de electrodomésticos en un hipermercado y eso era una desgracia para mí. En los shows, le contaba eso a la gente, hablaba de cómo era atender al público. Claramente esa fue mi primera desgracia y, por suerte, seguí teniendo desgracias. Ahora soy padre (risas) y hablo de eso, de la desgracia de ser padre y no saber cómo hacerlo. La vida es así, hay desgracias todo el tiempo. Por ejemplo, él es venezolano [risas] y gordo.... [risas].
-Bobby Comedia (VEN): Mi primera desgracia sí fue el sobrepeso. Toda mi vida he estado a dieta, nunca ha funcionado, he sido flaco dos veces. Me duró muy poco [Risas]. La verdad que hablar de la gordura en mis primeros shows fue liberador. La gente se reía y le había sacado algo bueno a algo que me había hecho sufrir mucho durante toda mi vida. Esa fue mi primera desgracia. También tengo una hija.... [Risas].
-Fabrizio Copano (CHI): Yo partí de muy chico haciendo stand up, cuando estaba en la escuela. Mi desgracia es que la educación en Chile es muy mala y mi escuela era muy muy mala. Mi primera rutina hablaba de lo malos que eran los profesores, que no sabían de Historia, que confundían a los personajes. El de Matemática me dijo que había repetido el curso. Cuando sacamos el cálculo nos dimos cuenta que el profesor había sumado mal las calificaciones [Risas]. Esas primeras experiencias nutrieron mis primeras rutinas. A partir de ahí he tenido mucho éxito así que sigo contando los chistes sobre la escuela.
-Roberto Flores (MEX): Yo trabajaba en publicidad y acabé harto de eso. Estuve algunos meses sin hacer nada de mi vida hasta que me topé con la comedia y llevo ya seis años de no hacer nada, pero me dedico a hacer stand up que es muy divertido y sé hacerlo.
-Sanjiao: Su pasión es así, Roberto se apasiona así. [Risas]
-Ricardo Quevedo (COL): Mis primeras rutinas fueron también sobre el colegio porque yo estudié en un colegio femenino era el único hombre en el salón entonces me acostumbré desde muy pequeña a ese entorno. [Risas] Cuando empecé a compartir con niños de mi mismo sexo me rechazaban porque yo era medio "afeminadito" o porque sabía jugar juegos de niñas. Eso hizo que me aislara un poco y me volviera serio y amargado, pero luego empecé a hablar de eso explicando que no soy un ogro sino que tengo las cejas muy tupidas.
-Ustedes que giraron por toda Latinoamérica, que tienen horas de escenario, teatro, televisión, ¿piensan que puede haber público sin humor?
-Sanjiao: ¿Público sin humor?
-Copano: Puedo decirte con seguridad que hemos hecho humor sin público... [Risas]
-Bobby: Hay público que tal vez no está de humor para recibir lo que uno está proponiendo.
-Quevedo: Puede ser que no sea el momento adecuado para hacer humor.
-Sanjiao: O hay temas que algunas personas no les gustan o no están cómodas con eso; que no quieren reírse de eso; que tienen prejuicios con eso. Por ejemplo, yo siempre hablo de la convivencia y de que las mujeres son mejores porque el hombre es un desastre. En una presentación en Córdoba se levanta un tipo de la silla y me dice: "Si hacés dos chistes feministas más yo me voy".
-Quevedo: Claro, podías hacer sólo uno más… [Risas].
-Flores: En México pasa mucho con la doble moral. Hay ciertos temas de los que no se ríen y luego decís algo mucho peor y sí se ríen. Entonces tenés que retarlos y decirles: "No se ríen del aborto pero sí de un niño con cáncer".
-Sanjiao: ¡Calmate, Roberto! Vas a romper el grabador...
-Entonces hay cosas de las que no nos podemos reír…
-Quevedo: Uno puede reírse mucho del narcotráfico fuera de Colombia, pero dentro no gusta mucho que venga un extranjero y haga chistes o estigmatice un poquito.
-Sanjiao: Bobby, contá la anécdota del vino...
-Bobby: Debo decir que me arriesgué un poco. Hice un show en Mendoza y les dije que yo había viajado mucho y que su vino no era el mejor del mundo. Luego les dije que había una cosa mejor que el vino y que era el público de Mendoza... ¡pero no funcionó!
-Copano: Pero Bobby ¡qué tiene que ver el público con el vino! ¡La misma gente que hace el vino es el público! ¡Sigue siendo una ofensa, amigo! [Risas]
-Bobby: Bueno, lo intenté. Eso es lo que hace el comediante, pasar por esto y levantarse.
-¿Se han robado chistes entre ustedes?
-Bobby: No, eso sí que no. Eso es punto de honor entre los comediantes.
-Sanjiao: Es lo que no se hace, digamos.
-Copano: La ética de nuestro trabajo es trabajar sobre ideas originales, traer algo nuevo y cuando falla un poco eso, si un chiste lo dijo otro o se parece a uno de otro, lo elimino.
-Flores: A mí en México me va muy bien con la rutina de Quevedo. Funciona perfecto allá.
-Y ¿de qué los salvó el humor?
-Copano: De trabajar en una oficina. Imagínate que nosotros nos subimos a un escenario, nos divertimos por el tiempo que dura la rutina y además nos pagan por eso. Yo creo que nos salvó de vidas muy aburridas que cada uno de nosotros tenía destinadas.
-Sanjiao: Igual, lleva mucho tiempo trabajar de esto para hacerlo bien. Hay que pasarla mal, bancarte que te abucheen, sentir que no servís para nada, no ganar plata por mucho tiempo.
-Flores: O hacerle un show a ocho personas que tienes que hacer reír porque están ahí y pagaron por verte, aunque el resto del teatro esté vacío. Hay momentos muy difíciles.
-Sanjiao: ¡Pero llegaste al Teatro Ópera! (Aplausos).
-¿Por qué tenemos que seguir a este equipo en La culpa es de Colón?
-Sanjiao: Yo creo que nos podemos reír bastante de las desgracias de Latinoamérica y que todos se pueden sentir identificados con eso y con nuestras diferencias. Dicen siempre por ahí "todos somos iguales", pero acá lo bueno es que todos somos diferentes. Es lo que explotamos desde el humor.
-Bobby: El esquema del programa es poner premisas, situaciones y, a partir de ahí, cinco comediantes hacemos humor. Este proyecto tiene el plus de nuestras nacionalidades diferentes, es un lugar donde todos nos encontramos y podemos reírnos de lo diferente. Representamos una buena parte de la región y demostramos que sí podemos tener un punto de encuentro desde el humor.
-Quevedo: Lo que más me gusta es que, ya el año pasado que estuvimos por muchos países de Latinoamérica y nos dimos cuenta que sin importar las diferencias entre nuestra forma de hablar el español, la gente logra entender perfectamente lo que cada quien está diciendo y las risas siguen estando ahí.
-Copano:La culpa es de Colón es un concepto y es lo precioso de este proyecto. El humor de Latinoamérica en un solo lugar.
[Aplausos de los cinco].
¿Cuándo verlos? La culpa es de Colón estrena el 19 de mayo, a la medianoche, por Comedy Central.
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