Steve van Zandt, el mensajero del Jefe
Protagoniza una serie por Internet y hoy toca con Springsteen
En Los Soprano era Silvio Dante, en Lilyhammer es Frank Tagliano y en la E Street Band es la mano derecha de Bruce Springsteen, la guitarra de pulso soulero, el hombre del eterno pañuelo en su cabeza. Se llama Steve van Zandt, también se lo conoce como Little Steven y está lejos de los mafiosos que interpreta en la ficción. Es un tipo amable, que se entrega gustoso a la charla telefónica en un alto de su gira con El Jefe. Hoy se subirá al escenario principal del quinto Rock in Rio Lisboa, pero unos días atrás charlamos con él sobre la serie de Netflix (ver recuadro) y, claro está, sobre música.
–¿Te sedujo la idea de volver a interpretar a un gánster?
–Llegaron a mí con el ofrecimiento y les dije que no pensaba en interpretar a un gánster otra vez, pero la idea era demasiado buena y no me pude resistir (risas). Querían que me involucrara en el guión, que conociera a los escritores, a los productores, a todos. Ahí me terminé de dar cuenta de que era algo muy diferente, así que decidí arriesgarme.
–¿La sangre italiana ayuda para componer el personaje o eso es un cliché?
–Hay distintos tipos de gánsteres. ¿No? El mafioso judío, el irlandés y, por supuesto, el italiano. Creo que si fuera un estudioso de esa criminalidad podría tener una interpretación mas certera, podría asociar mejor la cultura italiana con el crimen americano. Sería más fácil si fuera fan de El padrino, pero no es el caso.
–Noruega no es un destino común para un mafioso ítalo-americano, ¿no?
–¡Desde ya! Es aburrido, allá casi no hay crimen. Es una gran idea ir a un país donde no hay pobreza y donde la gente es tolerante.
–¿Sentís que creciste como actor? ¿Te sentís más seguro?
–Los Soprano fue mi primera actuación. La verdad es que no tenía ningún interés en ser actor. Me gustan los films y pensé en escribir o dirigir, pero nunca en actuar. Ya ves, es algo que se dio y creo que aprendí a hacerlo y a disfrutar del trabajo.
–¿Encontrás algún punto de conexión entre la actuación y el rock?
–El rock es como la actuación en un teatro, tenés a la audiencia en frente y le hablás en el momento. Son dos tareas llenas de emociones y muy inspiradoras. Pero la actuación en la tele o en el cine es otra cosa, sólo interactuás con los actores que comparten escenas con vos. Es como una conversación privada más que pública y a mí me gusta más lo otro.
–Pero la actuación no te impidió volver a salir de gira con tu amigo Bruce Springsteen y la E Street Band. ¿Cierto?
–Exacto. Con Bruce somos amigos desde hace muchísimo tiempo y continúa siendo divertido salir de gira con él porque sigue escribiendo muy buena música y canciones importantes, que hablan sobre lo que pasa hoy en el mundo. Cada vez que salimos de gira siento que es como la primera vez. Este es un nuevo tour, con un nuevo álbum, Wrecking Ball. Hay una nueva historia para contar, algo nuevo en la mente para compartir y es divertido porque es algo nuevo. No es ni un disco ni una gira nostálgicos. Estamos más en tiempo presente y eso es muy estimulante.
–De todos modos el disco remite en parte al espíritu de los años 70.
–Sí, creo que está presente el espíritu de los 70 y de los 60, porque nunca nos abandonó. Siempre mantuvimos ese espíritu. Sé lo que queres decir. En aquel entonces las cosas eran importantes, no eran sólo entretenimiento. Podés entretener, no tiene nada de malo, pero en los viejos tiempos lo que decías tenía más sustancia. ¡Ok! Somos entretenimiento con sustancia (risas).
–¿El soul es una influencia importante a la hora de tocar la guitarra?
–Sí, es muy importante, es casi tan importante como el rock n’roll. Todos nosotros, de una forma u otra, fuimos influidos por la cultura negra y lo que hacemos es tratar de entender su esencia. El rhythm and blues, el soul, el gospel son músicas que sonaban exóticas para los oídos de chicos blancos como nosotros y era maravilloso intentar copiarlos y apasionarse con escuchar a los músicos negros. Es lo que hicieron los Beatles, los Stones y las grandes bandas de los 60. Todos intentamos ser parte de la experiencia negra y el hecho de no alcanzarla hizo que el híbrido que logramos se convirtiera en una música con sello propio. No estábamos cómodos siendo blancos, intentamos ser negros ¡Pero nunca lo logramos!
–¿Colaboraste en el disco póstumo de Joey Ramone (...Ya Know?) que salió días atrás?
–Sólo un poquito, como invitado. Fui al estudio una, dos veces, nada demasiado grande. Es un buen álbum y me puso feliz haber aportado mi granito de arena para el disco que armó Mickey, su hermano.
–¿Te acordás cómo conociste a Bruce Springsteen?
–Sí, nos conocimos hace muchos años, en 1965. ¡Somos los abuelos del rock n’roll! Bruce tenía una banda local y yo también. Cada uno era líder en su grupo. No había muchos en Nueva Jersey, por ahí 10 bandas en todo el área. Nos conocíamos porque si estabas en un grupo eras un tipo conocido por todos y a los pocos años empezamos a tocar juntos. Después, en los 70, me sumé a la E Street Band... y acá estamos, tratando de seguir rockeando.
–Es común decir que todos vienen a tocar a Buenos Aires, pero eso recién se va a cumplir cuando vengan ustedes.
–Lo vamos a intentar este año. Calculo que hacia fines de este año o, a lo sumo, comienzos del próximo, vamos a estar por allá con esta gira. Ya es ridículo, ¿No? No sabemos por qué no fuimos en todos estos años. Sabemos que tenemos muchos fans argentinos, gente que amaría ver a la banda. A lo mejor mi éxito televisivo pueda llevarnos, jajaja. Por favor, deciles a todos los lectores que queremos ir y que lo vamos a intentar.
La televisión por Internet
Netflix es un servicio de suscripción por Internet que ofrece películas y series para ver cuando uno quiera y en donde quiera. Transmite desde la Red y puede verse en la compu, en los televisores y en consolas como Playstation 3, Xbox 360 y Wii, entre otros.
La primera temporada de Lilyhammer es de ocho capítulos y es la gran apuesta de Netflix para este año. La serie, calificada como un éxito por los responsables del servicio, tiene garantizada una segunda temporada.
Aquí, en Lilyhammer , Steve van Zandt es el protagonista excluyente. La experiencia de Los Soprano le sirvió y mucho para ponerle el cuerpo a Frank Tagliano, un mafioso de Nueva York que decide testificar en contra de su jefe y entrar en un programa de protección de testigos. ¿Se muda de ciudad y de estado? Un poco más que eso: cruza el océano para instalarse en la fría y lejana Noruega, en el pequeño pueblo de Lilyhammer. Pero, qué puede hacer un gánster ítalo-americano en suelo nórdico. Bueno, ése es uno de los interrogantes que la serie revela en su primera temporada.
En Noruega se vio por televisión y fue todo un suceso: fue vista por una audiencia de 1.2 millones de personas, de los 5 millones de televidentes que tiene el país nórdico.