Sin descuidar su agenda mundana, la TV abierta empezó de a poco a interesarse por la guerra en Ucrania

Sin dejar de lado su habitual prioridad por los temas más mundanos y ligeros de la agenda local, a la TV abierta no le quedó en las últimas horas otra alternativa que empezar a meterse de a poco en el tratamiento del tema excluyente de la atención mediática en las últimas horas: el estado de conmoción que se desató en todo el mundo luego de que Rusia lanzara una invasión total de Ucrania.

Después de esa curiosa punta de lanza que fue el choque, en la emisión del jueves 24 de Flor de equipo, entre Florencia Peña y Analía Franchin a propósito del conflicto, conductora y panelista del ciclo de Telefé limaron algunas asperezas este viernes. “Lamento el odio, pero bienvenida la disidencia”, señaló Peña en una continuidad mucho más amable de la fuerte discusión que ambas mantuvieron en la víspera.

La atención al conflicto se extendió a algunos otros talk shows vespertinos de los canales de aire, que por lo general aprovecharon las ventajas del Zoom y otras herramientas de comunicación a distancia para salir a buscar testimonios en lugares cercanos al epicentro de la guerra o a puntos estratégicos de las decisiones internacionales.

Momento D, en la pantalla de El Trece, consiguió la palabra a través de videollamadas de la periodista argentina Nieves Zuberbühler, desde Nueva York, y de la argentina Natalie Makhankova, desde Kiev. En un momento pareció que Fabián Doman, conductor del ciclo, retomaba en otro lugar y en medio de circunstancias muy distintas el estilo que le había impuesto en ese mismo lugar a Intratables. A su lado, seguramente desde la memoria de su paso por 60 minutos en la década del 80, Silvia Fernández Barrio sugirió un paralelismo entre el cuadro que se vive en Ucrania y lo que sucedió aquí durante el conflicto de las Malvinas.

En Todas las tardes (El Nueve), Maju Lozano y su equipo conversaron, también a través de videollamada, con el argentino que en ese momento se encontraba en medio de una travesía por tierra que se inició en Ucrania y terminaría 15 horas después en Dinamarca. Contó cómo logró escapar de Ucrania junto con su esposa Denise y sus experiencias mientras en ese momento cruzaba Polonia, a la altura de la ciudad de Katowice. La pareja también habló con el equipo de Momento D.

Poco antes, en Telefé, el programa Cortá por Lozano (interinamente conducido por Paula Chaves) también le prestó atención a la guerra con una didáctica introducción de la periodista Paola Juárez y la conexión con un móvil instalado frente a la sede de la embajada rusa en Buenos Aires, desde el cual se escucharon los testimonios de varios manifestantes que cuestionaban con dureza la decisión del gobierno de Vladimir Putin.

Ninguno de estos programas decidió en estas primeras coberturas la convocatoria de analistas o expertos en temas internacionales y prefirió llevarlas adelante con sus respectivos paneles, integrados por nombres mucho más atentos a otros temas de actualidad y a las frivolidades de la farándula. Tampoco hubo comentarios de periodistas de las respectivas emisoras. Los conductores prefirieron decir que el tema se desarrollaría en los distintos espacios informativos de los canales.

A propósito de noticieros, fue notorio el sesgo prorruso del análisis que se hizo en la edición matutina del viernes del informativo de la TV Pública. El periodista ruso Victor Ternovsky (de la agencia estatal Sputnik Mundo, desde Moscú), el historiador del mismo origen Alexander Dementiev y el analista internacional Ignacio Hutin coincidieron en justificar la decisión de Putin y adjudicar a los “nazis ucranianos” la responsabilidad del conflicto. “Ver a Rusia como invasor es algo que Freud explicaría mucho mejor que yo”, dijo Dementiev.

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