El mundo oculto de Sabrina es la última encarnación de un arquetipo adolescente de larga tradición: la chica americana mitad bruja y mitad humana que lucha por crecer bajo sus propios términos, y que está al frente de una historia en constante mutación. Cada iteración fue diferente: el cómic de Archie, los dibujos animados de los 70, la comedia de los 90 con Melissa Joan Hart y, ahora, el nuevo y macabro thriller de Netflix . Al igual que Nace una estrella, es una historia que se cuenta una y otra vez, porque la Sabrina de cada generación tiene un nuevo relato que contar. Pero siempre hay algo intrínsecamente oculto en el hecho de ser una adolescente en un mundo hostil: crecer como mujer significa vivir una vida secreta que el mundo nunca conocerá.
La magnífica El mundo oculto es la primera versión que va de lleno al terror. El showrunner Roberto Aguirre-Sacasa toma el mundo de Archie Comics y le da un cambio de imagen oscuro y vanguardista. Kiernan Shipka, a quien conocimos como Sally Draper en Mad Men, es una adolescente verdaderamente temible, atrapada en la interzona entre la escuela secundaria y el bajo mundo. Esta vez, en lugar de enredarse con Britney o N’Sync, se está enfrentando a su aquelarre que adora al diablo y a su patriarca satánico misógino.
En la Sabrina que conocimos en 1996, uno de los programas para adolescentes más divertidos de la década, Melissa Joan Hart vivía con un par de tías feministas y el gato más ácido de la historia de la televisión, un felino irónico llamado Salem. Con invitados como Debbie Harry y Britney Spears, la comedia estaba llena del optimismo de los 90. El patriarcado era una pesadilla de la que Sabrina se estaba despertando, junto con el resto de la Generación X. Las brujas adolescentes eran el futuro.
El mundo oculto de Sabrina es una serie más oscura, para tiempos más oscuros: el optimismo de las versiones de los 70 o 90 ahora parecería absurdo. Shipka tiene la capacidad de hacer que esta Sabrina sea la más dura hasta el momento, una mujer fuerte que aparece como Juana de Arco y se estrella contra una mezcla de Harry Potter y Jóvenes brujas. Shipka se convirtió en una de las revelaciones más grandes de Mad Men, el caso más raro de una artista infantil que creció hasta convertirse en una verdadera actriz, capaz de potenciar una escena. Al igual que Sally Draper, está creciendo bien educada en el tipo de mal que hacen los hombres. También se está dando cuenta de que va a pelear esta batalla mucho después de que termine la secundaria. La serie es más que un gran viaje de terror a la escuela, y carga orgullosamente 50 años de tradición de brujas adolescentes.
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