¿Quién es la máscara?: el secreto mejor guardado de Telefe y cómo es la relación entre Natalia Oreiro y Wanda Nara
A horas de su estreno, LA NACION charló con los protagonistas de este formato que promete ser un verdadero éxito. La dinámica de juego, el rol de los investigadores y el debut de la actriz como conductora
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Cada vez falta menos para descubrir el secreto mejor guardado de la televisión, ese que todos quieren saber. El próximo lunes, a las 22.30, llega a la pantalla de Telefe ¿Quién es la máscara?; el impactante big show musical en el que grandes celebridades competirán desplegando toda su destreza musical, pero ocultando su verdadera identidad.
La propuesta es sumamente tentadora. Camuflados de pies a cabeza, los 24 participantes darán todo de sí para despistar, mantener el misterio y no ser desenmascarados por los cuatro investigadores -Wanda Nara, Lizy Tagliani, Roberto Moldavsky y Karina “la Princesita” Tejeda- que con toda su astucia, intuición e imaginación intentarán revelar quiénes son los famosos detrás de esos impactantes trajes. ¿La encargada de mediar en este difícil desafío? Nada más ni nada menos que Natalia Oreiro, quien con toda su experiencia, carisma y frescura enaltecerá aún más la competencia.
“Para mí es una ilusión estar acá. Que hayan confiado en mí para semejante proyecto es muy gratificante. Así que intentaré acompañar y ser el ensamble entre estos personajes debajo de las máscaras y los investigadores lo mejor posible. Y adivinar porque, aunque no sea mi función, yo también quiero jugar”, le cuenta la flamante conductora a LA NACION entusiasmada con este nuevo desafío en su carrera.
Con un impresionante despliegue artístico y visual, este show viene a traer alegría, música, humor y muchísimo misterio a las noches de Telefe. “Se presentarán seis famosos por noche. Los investigadores y el público presente serán los encargados de votar las mejores performances y eliminar a uno de ellos, que antes de irse del escenario deberá quitarse la máscara y terminar con el secreto mejor guardado”, explican los protagonistas de este talent show que tiene todo para quedarse con el prime time de la TV.
El misterio, el gran protagonista del certamen
Si bien los programas con famosos están de moda, este debe ser el único formato en el mundo donde las figuras no quieren que se los reconozca. Y precisamente eso es lo divertido, que nadie sepa quiénes son estas 24 figuras que sorprenderán sobre el escenario, entre los que se encuentran cantantes, actores, periodistas, deportistas e influencers.
Y para que el secreto se mantenga a salvo, el hermetismo y el operativo de seguridad durante las grabaciones son extremos. Nadie, ni delante ni detrás de cámara, sabe quiénes son los participantes convocados. “Hay un chofer especial que los trae al canal y que firmó un contrato de confidencialidad. Una vez que llegan, son trasladados a los camarines con biombos negros para que nadie los vea. No se puede filtrar nada por eso también vamos muy al límite con las grabaciones porque si empiezan a filtrarse los nombres se mata el chiste”, advierte Oreiro. Y si bien en un momento se barajó la posibilidad de ir en vivo, la conductora explicó que el tema de ponerse y sacarse los trajes es tan complejo que demandaría mucho tiempo para el aire.
“Puede estar cualquier persona ahí adentro y no te das cuenta. Además de los protocolos, hay todo un trabajo previo que hacen los personajes (antes de cada performance), donde estudian cómo moverse, disimulan la forma de caminar, cambian la voz a la hora de cantar; a tal punto que a veces no sabés ni qué genero es”, explica Lizy Tagliani que es una de las más despistadas a la hora de seguir los indicios que se van dejando en la pista.
La competencia no solo será sobre el escenario, en donde las 24 figuras lucharán por llegar a la final, sino entre los propios investigadores que competirán por ser los primeros en adivinar la verdadera identidad de los participantes. “Hay una rivalidad tremenda entre nosotros. No voy a decir cómo vamos pero las peores somos Wanda y yo”, bromea Lizy mientras Moldavsky se queja: “Se encienden una a la otra, no paran. Yo opino que hay que separarlas como en el colegio”.
Si bien el comediante piensa poner en marcha todo su ingenio, humor y rapidez, hasta el momento esta táctica no le estaría funcionando. “No solo no le pego sino que ni siquiera me aproximo, las cosas que digo son un disparate. El otro día me pareció que estaba Obama (el expresidente de los Estados Unidos), por ejemplo”, cuenta, entre risas, sobre lo que fue la primera semana de grabación. “Lo que te juega en contra es que por ahí te viene un dinosaurio y no sabés por dónde mira, ni cuánto mide esa persona. No le ves las patas, cuánto calza, si es hombre o mujer”, explica justificando su mala puntería.
“Yo lo que más miro es la tela del traje. Trato de descubrir en donde la compraron, en que calle del Once, cuantos metros hay ahí, cuánto gastaron”, bromea el excomerciante textil mientras reconoce no tener el oído musical de Karina ni el don de su excompañera de El precio justo. “Lizy es una enciclopedia de la televisión argentina. Conoce todo, te repite de memoria párrafos de telenovelas, canta canciones de tipos que sacaron un solo disco en su vida, sabe muchísimo. Por suerte Wanda hace años que no está acá, así que eso me empareja un poco con ella”, reflexiona.
Karina no solo corre con ventaja por ser una profesional en el ámbito de la música sino que es la única que conoce el formato por dentro, ya que meses atrás participó de la versión uruguaya. “Soy muy observadora y reconozco mucho las voces de los cantantes, pero el tema es que acá no son todos cantantes así que trataré de prestar atención a las pistas y a los movimientos corporales”, dice La Princesita”, que suma su experiencia del otro lado del estrado: “En Uruguay, hice una participación especial, pero como cantante. Me pareció una buena experiencia para entender lo que es estar debajo de la máscara. Así que valoro mucho más lo que están haciendo los participantes”, confiesa.
Una de las diferencias que tiene este formato con el resto de los certámenes musicales es que la función de los cuatro investigadores no será la de juzgar; algo que influyó en más de uno a la hora de aceptar la propuesta. “Acá no estamos para juzgar y eso es lo que más me atrapo de esta propuesta. Estamos para divertirnos y disfrutar sin que nadie se sienta incómodo”, señala la cantante de cumbia en referencia a su experiencia pasada como jurado y coach en realities de canto.
“A mí lo que más me gusta de este formato es la libertad que tienen los participantes. Al estar camuflados es como cantar en la ducha, el disfraz te da cierta impunidad. Hay mucha gente que sin la máscara no se animaría y así hacen unas performances con una garra que no entendés de dónde la sacan”, dice Lizy a quien le hubiera encantado ser concursante. “Cuando me enteré de este proyecto, llamé a los directivos y me ofrecí sola. Les dije: ‘Yo quiero estar en algún programa cantando’. Pero bueno, después me mandaron para acá y estoy chocha”, reveló, entre risas.
Oreiro también se animaría a calzarse esos imponentes trajes en alguna edición y Moldavsky se suma a la idea: “Yo también me hubiera animado porque no sos vos, sos un bicho. Después cuando te sacás la máscara, pedís perdón y listo. Aparte bajás como dos kilos ahí adentro de lo que debés transpirar; dejás la vida”, bromea fiel a su estilo.
Otra de las grandes diferencias con el resto de los talent shows es que, en este caso, muchas veces el participante que queda eliminado es el que hizo la mejor performance. “La idea es que elijan al que menos les gustó, pero lo que está pasando es que están eligiendo a los que más les gustan porque quieren ver quién es”, cuenta la conductora sorprendida. “Sabemos que es injusto pero queremos saber quién es. Te agarra una locura que querés ir a arrancarle la máscara y no te importa si te echan del canal; solo querés ver quién es”, se justifica Moldavsky mientras reconoce que ser muy virtuoso es contraproducente.
Sorprendidos por lo que viene sucediendo en esta primera etapa de grabación, los cuatro investigadores coinciden en que están viviendo este programa cual fans. “Hasta ahora todos los que se sacaron la máscara me sorprendieron. Dije: ‘no puede ser que estén acá’ y estaban. Realmente no me los hubiera imaginado. Obvio que terminaron la performance y corrí a sacarme una foto”, revela el único hombre del estrado, generando una fuerte expectativa por lo que a partir del lunes veremos en pantalla.
Los mejores detectives
Si bien todos reconocen ser un poco “detectives” en sus vidas, la versión local de ¿Quién es la máscara? no podría tener mejor equipo de investigadores. Mientras que Wanda Nara ya ha demostrado que a ella “no se le escapa nada”, a Roberto Moldavsky tantos años de trabajar en Once le han dado olfato para percibir cada vez que lo “chamuyan”.
Por su parte, Lizy asegura ser muy observadora y “muy buena descubriendo infidelidades” y Karina suele recurrir a su intuición a la hora de tomar decisiones. “Y la voy a usar acá, así que quién te dice que termine adivinando más que mis compañeros”, amenaza la intérprete de “Mentiroso” ante la mirada temerosa de sus compañeros.
Si bien su misión no será adivinar, Natalia Oreiro también se suma al juego y asegura ser muy buena continuista, algo que claramente le ha dado su vasta experiencia en ficción. En este caso, no tendrá que hacer uso de este don pero sí de todo su carisma, frescura y simpatía para llevar con éxito este nuevo desafío que su carrera le pone por delante. “Yo no soy conductora. Si bien hice cosas, no me preparé para esto, no es mi fuerte entonces me da un poco de nervios”, confiesa mientras asegura estar aprendiendo a ser ella en televisión.
La expectativa es aún mayor porque este big show musical significa su regreso a la TV, luego de varios años abocada al mundo del cine y las series por streaming. “Tengo mucha ilusión. El 90% del equipo es el mismo con el que trabajé hace más de 25 años en Muñeca brava. La energía es la misma, el trato es el mismo, así que volver a un lugar donde hay tanto amor y cariño recíproco me da mucha paz. Creo que son los frutos que uno recoge después de tantos años de trabajo”, reflexiona sobre su tan esperado regreso a Telefe.
Tras confesar que no conocía el formato, reveló que fue su hijo Atahualpa, quien la convenció de aceptar este desafío. “Mi hijo me pidió que lo haga. Cuando me hicieron la propuesta, me mandaron un video, creo que de la versión inglesa, y Atahualpa, que tiene 10 años, lo vio conmigo. Quedó fascinado con los trajes porque son muy imponentes, muy lúdicos y con los bailes y me dijo: ‘Tenés que hacerlo’. Me quedé pensando y me pareció lindo que él me pueda ver en un programa de televisión así, ya que la mayoría de las cosas que hice no las puede ver o no las entiende”, explica.
Quien también está feliz con su regreso a la pantalla chica es Lizy Tagliani, que se confiesa fanática de todas sus telenovelas. “Cuando me dijeron que era con Natalia Oreiro no me importó nada del programa, dije que sí de una. Es mi ídola, creo que yo sé más de su vida que ella misma”, bromea la capocómica mientras Oreiro asegura que la admiración es mutua.
“Yo llegué y el primer día le pedí una selfie a Nati y a Wanda. Yo soy el más cholulo por escándalo en este programa. Cuando se sacan la máscara lo único que estoy pensando es en sacarme la foto con ese famoso”, interrumpe Moldavsky con total sinceridad. Si bien el actor era el único que conocía el formato previamente (lo había visto en uno de sus viajes a Israel), en su caso también hubo una persona muy especial que influyó en su decisión a la hora de aceptar este trabajo.
“Varias cosas me hicieron decir que sí. La primera es que había visto el formato de casualidad afuera y me divertí mucho. Me divertía ver cómo mi familia trataba de sacar quién estaba detrás de la máscara. Pero lo primordial fue que Gerardo Rozín me había dicho: ‘si llegan a hacer La máscara y te lo proponen, hacelo’. Yo confío, confiaba (se corrige con pesar) mucho en su visión televisiva, él entendía muy bien todo esto. Así que cuando me llamaron no lo dudé”, confiesa el humorista al que por primera vez en toda la entrevista se le borra la sonrisa.
Si bien Karina tiene experiencia en los realities musicales, esta propuesta significó algo más para ella: cambiarse a un canal como Telefe. “En realidad, por mi profesión siempre estoy paseando por todos lados. Pero Telefe me venía esperando hace un montón y yo hace rato que tenía ganas de estar acá, así que feliz de ser parte de ¿Quién es la máscara?”, expresa quien ya conocía a Oreiro de haberse cruzado en algunas ficciones. A Lizy también la conocía pero de su barrio, ya que son vecinas y durante la pandemia estuvieron muy unidas. “Son todos muy buena onda, muy divertidos; tal como se muestran en cámara”, advirtió desmintiendo los rumores de conflicto en el equipo.
Es que en las últimas horas, la imprevista partida de Wanda Nara a Turquía (para acompañar a su marido, Mauro Icardi, en la firma de su contrato con el Galatasaray) generó todo tipo de especulaciones: que había plantado las grabaciones, que sus compañeros estaban furiosos, que la producción ya le estaría buscando un reemplazo; todas hipótesis que fueron inmediatamente desmentidas por los propios protagonistas.
Mientras la empresaria hizo un descargo a través de un vivo de Instagram minutos antes de subir al avión, sus compañeros hicieron lo suyo en plena presentación del ciclo. “Con Wanda pegamos muy buena onda. Me divierte mucho, me hace reír. Es un personaje tan lindo, tan entrador que me encanta. Estamos haciendo una dieta juntas, yo la llamo y le mando mensajes para que se acuerde de comer”, comenta Tagliani, dando cuenta de lo amigas que se hicieron.
Quién también la defendió y se mostró muy fan de Nara fue Moldavsky. “Me encanta Wanda, el martes chateamos cuando se iba. Ella tiene mil cosas, ya estaba contemplado, no nos sorprendió. Ojalá que me lleve a mi algún día”, bromeó quien a esta altura de su vida no se bancaría laburar en un grupo donde haya conflicto.
A quien señalaban como la más enojada era a Oreiro, que también se tomó unos minutos para aclarar la situación. “Nos llevamos alucinante. Me da pena que se digan estas cosas porque está todo tan bien que es una lástima. Aparte me da pudor por ella porque siempre están hablando y metiéndose en sus cosas. Me da lástima que le busquen cosas negativas porque es un amor”, indica la conductora mientras enumera qué es lo que más le gusta de la presencia de Wanda en el programa: “Es súper rápida. Le tirás una y te devuelve diez”, indica.
“Yo soy una persona exigente que, por supuesto, puedo enojarme pero como todos y en cualquier ámbito. No por las cosas que dijeron. Yo no tengo problema con nadie porque soy una persona que comprende las distintas realidades y que siempre está para sumar. Así que no hay nada real en todo lo que se dice, y me da pena porque Wanda tampoco se lo merece”, concluye Oreiro.
Cuándo estrena. ¿Quién es la máscara? se emitirá a partir del 12 de septiembre, de lunes a jueves y los domingos, a las 22.30, por la pantalla de Telefe. También, estará disponible en Pluto TV y Mi Telefe.
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