Las exitosas, como la actual 100 días para enamorarse , suelen agotarse en su primer año; el regreso de El marginal y el de Un gallo para Esculapio podrían alterar esa larga tendencia
El éxito de 100 días para enamorarse es el hecho más importante para la pantalla abierta local en lo que va de 2018. Más que el Mundial si lo vemos en perspectiva, porque las ficciones marcan tendencia y determinan comportamientos mucho más que acontecimientos circunstanciales como Rusia 2018, por más inalcanzable que sea el rating de sus instancias más importantes.
Cuando un programa se impone saca tanta ventaja e influye con su rating en las decisiones más importantes de programación de los canales de aire. La primera pregunta que todos se hacen pasa por su continuidad. Nadie querría en Telefe privarse de su as de espadas.
En otros lugares, los artífices de un ciclo de estas características ya estarían discutiendo con los programadores el perfil de una segunda temporada ya garantizada. Aquí, en cambio, se trabaja con otros plazos: los 80 episodios acordados originalmente por la productora Underground y Telefe casi seguramente se extenderán. Pero de un segundo año en el aire nadie habla.
Nos empachamos de las historias más atractivas y convocantes, en vez de dosificarlas para un aprovechamiento integral. Sin embargo, hoy están dadas las condiciones para que esta tendencia cambie
El éxito de las ficciones en la Argentina es de corto plazo. En ese sentido, nuestra pantalla chica tiene una larga tradición autodestructiva. Nos empachamos de las historias más atractivas y convocantes, en vez de dosificarlas para un aprovechamiento integral. Sin embargo, hoy están dadas las condiciones para que esta tendencia cambie.
Así como festeja la sostenida repercusión de una historia tan compleja de hacer y con tantos abordajes simultáneos como 100 días para enamorarse, el mundillo televisivo celebra al mismo tiempo la renovación de algunas de sus ficciones más destacadas de los últimos tiempos.
Ya está confirmado para después del Mundial el lanzamiento de la segunda temporada de El marginal, que volverá a tener a la TV Pública como primera pantalla y luego llegará a Netflix. Lo mismo ocurrirá en octubre próximo con Un gallo para Esculapio, fuera de dudas la mejor ficción argentina de 2017, recientemente coronada con el Martín Fierro de Oro. En este último caso, las grabaciones de la temporada 2 arrancaron el 22 de mayo. Pero, a diferencia de El marginal, aquí el estreno se producirá –según todos los indicios actuales– solo a través de TNT en la TV paga, junto con todas las plataformas streaming de Cablevisión.
El marginal y Un gallo para Esculapio representan un nuevo y exitoso concepto de concepción, producción, realización y emisión de ficciones en la Argentina. Más cortas, más funcionales al nuevo modelo de consumidor de series, más adaptables a múltiples plataformas. Y, en principio, más propicias a la continuidad que encontramos en la mayoría de las realidades de esta televisión cada vez más global.
¿Por qué la permanencia en el aire de las ficciones mejor recibidas por el público argentino en los últimos tiempos sería hoy mucho más fácil? Por dos razones. En primer lugar, por el cambio de hábitos impuestos a partir del "modelo Netflix". Lo que se impuso con la nueva manera de ver televisión vía streaming, entre otras cosas, es la costumbre de devorar temporadas completas en el menor tiempo posible.
Ahora que la televisión argentina empieza a habituarse a producir y programar series más compactas con la respuesta favorable del público, ese estímulo invita a sus responsables a reforzar la apuesta y seguir contando de esta manera aquellas historias que funcionan. En este sentido, lo que ocurre con El marginal y Un gallo para Esculapio resulta casi ejemplar, sobre todo en el segundo caso. A ellas podría sumarse El lobista, otra producción de la misma factura que demostró en su arranque más de una virtud. Y la lista incluye algún nombre inadvertido, como la comedia absurda Psiconautas.
Con todo, el televidente argentino ya largamente acostumbrado a disfrutar vía streaming de sus series favoritas (a plataformas como Netflix y Amazon Prime Video se suman los dispositivos Flow y On Demand de Cablevisión) y a esperar ansiosamente anuncios sobre renovaciones y regresos deberá aguardar todavía un buen tiempo para que esa costumbre pueda generalizarse entre las ficciones locales.
Así como El marginal y Un gallo para Esculapio pusieron en marcha entre nosotros un nuevo paradigma, también es muy factible que en el contexto de las ficciones vigentes todavía se impongan las fórmulas del pasado. Si algo caracteriza a las ficciones argentinas de la TV abierta es la perseverancia por exprimir al máximo cualquier idea exitosa de ficción en una sola temporada. Seguimos siendo herederos convencidos del modelo clásico de telenovela latinoamericana por más que la expresión local de esa identidad haya experimentado en los últimos años cierta renovación estilística y visual y (en parte) narrativa. El mayor esfuerzo en esta dirección se lo debemos a Underground, cuyas dos primeras experiencias de éxito fueron Lalola (150 episodios) y Los exitosos Pells (134). Ambas atravesaron el aire en dos años consecutivos, pero siempre dentro de una sola temporada.
La lista de producciones que responden a esta lógica es larguísima: va de Costumbres argentinas, Graduados y Viudas e hijos del rock and roll a El sodero de mi vida, Son amores y la reciente Las estrellas. Cuéntame como pasó lleva 19 temporadas en España y su versión argentina no superó la primera. Así ocurrió desde siempre en las ficciones exitosas de nuestro prime time, con poquísimas excepciones (Los Roldán, Sin código, Son amores) que llegaron cuando guionistas, actores y productores ya dejaban a la vista el agotamiento de sus respectivas fórmulas.
Ese modelo tenía todo para modificarse gracias a una historia como la de 100 días para enamorarse. Del titulo mismo se desprendía una dinámica temporal más que propicia para manejar los tiempos y adaptar la historia a lo que parece buscar el consumidor actual de series: pensar un cierre de temporada creando expectativas irresistibles para la apertura de la siguiente.
Pero la cárcel de las tradiciones pesa más. Con la proyectada ampliación del número de episodios acordados, todo lleva a que los 100 días... se cerrarán antes de fin de año y para 2019 Underground estará pensando en otra cosa. El modelo vuelve a ser exitoso, pero con fecha de vencimiento bien a la vista.
- 100 días para enamorarse. Es la ficción más exitosa del momento, con un rating alto que se sostiene en el tiempo (llegó a 17,4 de promedio el 15 del mes último). Podría extender su duración original de 80 a 125 episodios, pero todos en una sola temporada.
- El marginal. La segunda temporada, de ocho capítulos, en clave de precuela, se emitirá por la TV Pública como primera pantalla después del Mundial. Reaparecen la mayoría de los intérpretes originales: Gerardo Romano, Claudio Rissi, Nicolás Furtado, Martina Gusmán, Brian Buley y Carlos Portaluppi. A ellos se sumará Esteban Lamothe.
- Un gallo para Esculapio. Ya están en marcha las grabaciones de la segunda temporada, que tiene emisión confirmada por TNT y las plataformas de Cablevisión. Resta definir si también se verá, como la primera, por un canal abierto, como Telefe. Siguen Peter Lanzani, Ariel Staltari, Luis Luque y Julieta Ortega, y se suma Miguel Ángel Solá.
- Edha. Luego de su lanzamiento directo a través de Netflix y de la enorme polémica abierta a partir de ese estreno comenzaron las especulaciones sobre una posible y hasta ahora no confirmada segunda temporada, que se mantiene todavía como un signo de interrogación.
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