Pobre Clara: de los desagradables cometarios que recibió Alicia Bruzzo en Italia a la sorpresa de Germán Kraus
Germán Kraus, Juan Vitali y Andrea Barbieri recuerdan las grabaciones de una ficción que fue una de las más vistas de 1984 y dejó a la vista la versatilidad de la actriz al momento de construir un personaje
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Pobre Clara fue una de las telenovelas más exitosas de los ‘80, de esas que consiguieron traspasar fronteras. Sus protagonistas, Alicia Bruzzo y Germán Kraus, ya tenían carreras sólidas cuando la novela salió al aire por el viejo Canal 11, en 1984. Producida por Reytel, estaba basada en una historia original de Carmen Daniels estrenada en México 9 años antes, y que en nuestro país adaptó Marcia Cerretani, en 94 capítulos. En los ‘90 hubo otra versión que emitió Canal 9 y se llamó Dulce Ana, con Patricia Palmer y Orlando Carrió.
La trama narra la historia de Clara (Bruzzo), una mujer sometida por su malvada madre, Mercedes (Hilda Bernard), que no la deja crecer ni ser, y la hace sentir inútil. Así, Clara se convierte en una persona gris, que apenas sonríe y se afea, porque prefiere que nadie la mire. Conmovida por la vida triste que lleva Clara, su tía Emilia (Nélida Romero) le paga un viaje a Italia que le cambiará la vida. Allí Clara conoce a Cristian (Kraus), un prestigioso neurocirujano que se enamora perdidamente de ella. El milagro del amor provoca la transformación de Clara en la bella mujer que realmente es. El elenco se completaba con Hilda Bernard, Marcela López Rey, Néstor Hugo Rivas, Juan Vitali, Andrea Barbieri, Emilio Comte, Laura Bove, Cristina Allende, Patricia Rozas, Susana Ortiz, y Mario Corazza, entre otros. La dirección era de Emilio Ariño y la producción ejecutiva, de Miguel Ángel Spera.
Las grabaciones transcurrían en los porteños estudios de la calle Pavón, y los exteriores se hicieron en algunas locaciones de Buenos Aires y en Italia, en ciudades como Roma, Venecia y Florencia.
La fuerza de Alicia
“Tuve el placer de trabajar con una de las mejores actrices argentinas, y en Pobre Clara nos hicimos muy amigos. Una amistad que siguió hasta el final”, rememoró Kraus, en diálogo con LA NACION. “En aquella época yo tenía un campo en Montes y ella venía a quedarse algunos días, con mi mujer y conmigo. Después volvimos a trabajar juntos en Libertad condicionada, en Canal 9. Sentí muchísimo su muerte”, se lamentó el actor al recordar a Bruzzo, que murió tempranamente el 13 de febrero de 2007.
Y enseguida agregó: “De Alicia recuerdo su audacia. Su personaje, en un momento de la historia, tenía una afección neurológica y yo la operaba. El personaje tenía una regresión a los 3 o 4 años, y ella enseguida decidió que iba a hablar como una nena chiquita. Y alguien le dijo: ‘Pero sos la protagonista femenina, no podés hablar a media lengua’. Alicia insistió y lo hizo así, hablando a media lengua. Pensé que era riesgoso, pero la gente lo compró. Hizo un laburo importante. También fue audaz en la trasformación de la Clara extremadamente tímida, hasta la Clara que se libera y despliega toda su sensualidad. Hilda Bernard era la villana, y muchas otras veces lo fue, aunque en la vida real era amorosa”.
Patricia Rozas, en una entrevista con el sitio Nuestros Actores, dio testimonio de cómo fue para ella compartir escenas con Bruzzo en Pobre Clara: “Nos conocimos trabajando en esa tira. Eran mis comienzos y me sentía muy nerviosa. Para que ganara confianza, Alicia me dijo una frase que siempre voy a recordar: ‘Vos y yo nos parecemos, somos dos morochas fuertes e interesantes. Y además, nena, sos muy buena actriz’. ¡Ella diciéndome eso a mí! Fue realmente conmovedor”.
También Cristina Allende habló con ese medio sobre la actriz: “Nos vimos todos los días durante un año. La recuerdo como una mujer muy trabajadora, muy buena persona. Hacía un estricto régimen porque tenía tendencia a engordar, a pesar de que tenía una cinturita... Se cuidaba mucho. (...) Trabajar con ella era una delicia. Nunca la ibas a ver enojada. Hay muchos actores maravillosos que han muerto y que mejor no hablar de ellos como seres humanos. En cambio, ella era además una gran persona”.
Andrea Barbieri tuvo su primer personaje con continuidad en Pobre Clara. “Fue la primera novela en la que tuve un papel en el elenco estable, porque antes había hecho interpretaciones más chicas. Era la sobrina del personaje de Alicia, la nieta de Hilda Bernard. Recuerdo que fue un placer trabajar con ellas, eran súper queribles, divinas. Alicia siempre hacía chistes y estaba de buen humor. Hilda era como una abuela, me daba consejos sobre actuación, sobre ropa, sobre todo. Y también recuerdo que empecé a hacer yoga por Juan Vitali, que hacía de mi pareja en la novela y practicaba yoga y me recomendó un muy buen lugar. Las grabaciones eran larguísimas, pero yo estaba chocha porque era mi primer programa importante y pasábamos horas charlando, tomando mate. Era un ambiente súper amable, todos buena onda. Fue muy lindo hacer la novela”.
En Italia, con amor
Escarbando entre sus recuerdos, Kraus encuentra algunas anécdotas: “La productora de la novela era Reytel, del padre de Carola Reyna, Eduardo Reyna. Y los exteriores de la novela los hicimos en Italia, en Roma, en Florencia, en Venecia. Viajamos con Alicia y Emilio Ariño, el director. Pasaban cosas graciosas también. Alicia era una actriz de un talento muy especial y muy audaz, que se jugaba mucho por los personajes. Tal es así que Clara era muy tímida, inclusive físicamente, sojuzgada por la madre, corta de vista. Yo era un neurocirujano y la pareja se conocía en Italia, donde grabábamos la parte de cuando estaba fea y linda porque en ese viaje se transforma”.
“En las famosas escalinatas de Piazza Spagna, en Roma, estábamos sentados, grabando, y de afuera parecía que era un periodista que estaba haciendo una nota y Alicia estaba caracterizada, con el cabello recogido, anteojos y tímida hasta en lo gestual. Y una mujer que pasaba dijo, ‘Ay, cómo le hacen una nota a una mujer tan fea’ (ríe). Y después pasó un tipo que hacía retratos con su cámara de fotos y me dijo que me hacía un retrato a mí, pero a ella no porque era muy fea. Fue muy gracioso. Cuando se arreglaba, Alicia era una mujer hermosa. En Venecia teníamos una toma muy romántica en una góndola y el gondoliere decía que no, que llovía. Por suerte pudimos convencerlo y grabamos bajo la lluvia con un paraguas porque no podíamos demorarnos”, rememora el actor.
“Pobre Clara fue un programa hecho con mucho cariño y con un elenco bárbaro. Ya había sido un éxito en México. También me acuerdo que cuando fuimos al aeropuerto de Fiumicino se me acercaron un montón de personas que me decían ‘signore Renato’ de acá y de allá. Pensé que me confundían con alguien, no entendía nada. Y era porque me reconocieron de la novela que había hecho con Verónica Castro, El rostro del amor, y mi personaje se llamaba Renato”, cuenta el actor a LA NACION.
Juan Vitali también guarda un buen recuerdo de Pobre Clara. “El elenco era maravilloso y además en Canal 11. Ya había nacido nuestro primer hijo y vivíamos en un departamento muy práctico y lindo, nuestro primer nidito de amor en Buenos Aires. Entonces era importante tener trabajo, pagar los gastos y poder ir a Mar del Plata a visitar a nuestras familias. Yo iba al canal en bicicleta y me acuerdo que había otro compañero que estaba en la parte de realización de decorados, que venía de zona sur, de apellido Piazzolla creo. Éramos los dos locos que andábamos en bicicleta; no estaba de moda todavía y me gastaban mucho porque era una locura en ese momento. En cambio, cuando salió la película Flashdance y la protagonista andaba en bici, ya era otra cosa”, ríe. Y enseguida agrega: “Hacíamos los exteriores con Marcela (López Rey) en la plaza de Tribunales, y tengo esas imágenes muy presentes. Era lindo ir a grabar, hermoso grupo de compañeros, entrañables. Y el libro también era bueno, además de la dirección de Emilio Ariño, un tipo de la prosapia del espectáculo argentino. Fue un muy buen producto”, concluye.
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