La modelo y presentadora Paula Chaves (33) regresa a la televisión este domingo con la conducción del nuevo reality de pasteleros amateurs Bake Off Argentina, que emitirá Telefe. Sin disimular su entusiasmo, hace balance de lo aprendido en los últimos años y opina que la pequeña pantalla argentina necesita nuevos contenidos "más allá de las peleas y el conventillo".
Su paso por el programa Este es el show (eltrece), junto a José María Listorti , resultó enriquecedor en lo profesional, aunque afirma que no se sentía cómoda ante los juicios de valor que plantean los programas de espectáculos. No fue fácil despedirse de los productores con los que creció -y aprecia-: Federico Hoppe y el Chato Prada, y de su mentor, Marcelo Tinelli , pero la conductora mira hacia adelante y se muestra abierta a nuevos desafíos.
Chaves parece haber superado también momentos difíciles como la depresión sufrida por su madre en los últimos años o situaciones de acoso en contextos laborales a los que se refirió estos días, en su caso, ante un fotógrafo que la incitó a quitarse la ropa en una sesión de estudio.
La vida en familia junto a su pareja Pedro Alfonso y sus hijos Olivia (4) y Baltazar (uno y medio) es su indudable remanso de paz y no duda en señalar que, en el hogar, se sigue sintiendo "una ama de casa". Su experiencia junto a los pasteleros durante la grabación del programa le permitió ampliar sus conocimientos culinarios y ahora sabe que, si al budín de banana que le prepara a sus nenes le agrega un huevo de más o de menos, "no sale como tiene que salir".
-¿Qué fue lo que más te sedujo a la hora de asumir la conducción de Bake Off?
-No había visto nunca el de afuera y cuando lo comenté con mi círculo todos me dijeron que lo veían y yo me dije: ¡no puede ser que yo esté siempre tan out! Me pasa con las series, con los programas de televisión -últimamente lo único que veo es Disney Junior- y empecé a ver los Bake Off de Inglaterra, Italia, Rusia y Brasil, y dije: ´guau, qué peso tener que conducir semejante formato acá, que es una super apuesta de Telefe, un reality espectacular, y no lo dudé ni un segundo. Tenía muchísimas ganas de un cambio, de estar más tranquila, de no trabajar de lunes a viernes, de estar con los chicos, y ya había tomado la decisión de dejar Este es el show. También me atrajo mucho la propuesta: firmé un año de exclusividad con ellos, más allá de Bake Off, para hacer otras cosas y seguiré un año como artista del canal, ya veremos en qué otros programas.
-¿Qué tipo de conducción te planteaste para el reality?
-No se pretendía que yo estudiara pastelería (para eso está el jurado). Mi rol como conductora era el de ir sorprendiéndome junto con los participantes, yo estoy muy de su lado. Es un programa super tranquilo, no hay nada de agresividad ni un jurado con devoluciones fuertes. No me encasillo en el tipo de conducción, las cosas van surgiendo, podemos hacer chistes con algún pastelero si pasa algo con el horno o ir más a fondo en historias como la de una chica que empezó a estudiar pastelería a través de Internet cuando tuvo leucemia e hizo recetas desde la cama durante los dos años que estuvo en reposo. Yo me amoldo un poco a ellos, ellos son los protagonistas, no voy como conductora realizada.
-¿Te gusta conducir?
-Me encanta, me siento muy tranquila.
-¿Cómo es tu vínculo con la cocina: sos más productora o consumidora de platos?
-Soy más de producir. Hay una chica en casa que me ayuda y yo le digo: quiero hacer un pollo con tal salsa e indagamos las dos, y entonces ella lo hace porque yo no tengo tiempo, pero me gustan mucho las recetas. En el programa me comí todo, lo disfruté mucho porque me encanta lo dulce.
-¿Qué aprendiste de tu paso por Este es el show?
-Descubrí que podía ser conductora junto a quienes confiaron en mí. José (Listorti) fue un gran compañero, como todo el resto, y aprendí de todos. Formamos un grupo muy lindo. Fueron años de mucho aprendizaje, lo pasé bárbaro y no es que dije: tengo ganas de cambiar por tal cosa, simplemente se dio así, y este último año es como que yo ya no lo quería hacer.
-¿Ya no te sentías cómoda?
-Me costaba, y el último año se notó bastante al aire: cosas que a mí me incomodaban, como tener que especular sobre la vida de la gente. Siento que lo pude manejar estos años y si tuviera que hacerlo de nuevo, lo volvería a hacer, pero no es el lugar en el que yo me sienta más cómoda, aunque trataba de ponerme del lado de las personas y de no crucificar a alguien si un día no quería dar una nota. Cuando teníamos que indagar más profundo en la vida de alguien, ahí sí me ponía muy nerviosa y trataba de no opinar porque tampoco me gusta que opinen de mi vida. No me sentía cómoda haciendo juicios de valor. La pasé espectacular y re contra aprendí, pero tenía ganas de cambiar.
-¿Cómo viviste el cambio de canal?
-Me costó más despedirme de El Chato (Prada), de Fede (Hoppe) y de Marcelo (Tinelli) que del canal en sí, porque me parece que uno puede ir y volver un montón de veces; este trabajo te permite eso. No me fui enojada con nadie ni nadie se enojó conmigo, siempre dejé las cosas re claras: hablé con ellos, los adoro, el Chato y Fede son mis amigos; Pedro sigue trabajando con ellos, son sus productores teatrales y sigo comiendo con ellos, pero fueron ocho años y me parece que también está bueno poder renovarse.
-¿Qué aprendiste de Marcelo Tinelli?
-El equipo que se forma. Es un todos para adelante, poniéndose la camiseta, es algo que se genera y yo creo que se genera por cómo es él y por cómo son sus productores, que tratan a todos por igual y es todo para adelante. La empresa está pasando por el peor momento, nadie cobra y, sin embargo, todos siguen ahí.
-¿Es mucho lo que te deben?
-Un montón, mucha plata. Todos tenemos una deuda tremenda por cobrar, algunos más, otros menos.
-¿Crees que lo podrás recuperar?
-Eso espero, no quiero regalar mi plata trabajada a personas que quizás no hicieron las cosas bien, pero bueno, lo veo como un plazo fijo sin intereses y chau. Lo que más me angustia es la situación de mis compañeros: de los productores, maquilladores y peluqueros que sí tienen que llegar a fin de mes. Gracias a Dios yo tengo un marido que trabaja y tengo ahorros, pero hay gente que lo está pasando realmente muy mal.
-¿Qué opinás de nuestra televisión?
-En cuanto a contenidos, siento que todo lo malo es lo que garpa, las noticias negativas, y me parece que está bueno hacer programas que sean buena onda. Creo que hay gran parte de la gente que no quiere sentarse a ver peleas ni conventillo, ni noticias malas. Veo peleas y agresividad en muchos, por eso me parece interesante apostar por formatos entretenidos y atrapantes.
-¿Cómo compatibilizás tu actividad laboral con tu vida personal?
-Me cuesta un montón pero se puede. Con Pedro tratamos de complementarnos y de que algunos de los dos siempre esté con los chicos. El año pasado yo me iba cinco horas por día y llegaba, me sacaba todo, el maquillaje y demás, me metía a bañar, a hacer la comida, todo lo que hacemos las mujeres cuando llegamos de trabajar. Por eso yo me sigo sintiendo una ama de casa y creo que las amas de casa hoy por hoy cambiaron también.
-¿Qué cosas disfrutás del día a día con tu familia?
-Bailamos mucho, Baltazar trae el parlante para que le ponga la música a todo lo que da y hacemos tipo mega recitales en casa; nosotros dos tirados en la cama, yo con las piernas para arriba –si llego con los pies destruidos por los tacos-, y ellos bailan y bailan, son incansables. Terminan, nos vamos a bañar y bajamos todos juntos a comer. Subimos, nos lavamos los dientes y nos acostamos los cuatro en la cama a dormir. A veces nos quedamos los cuatro y a veces los pasamos a su cuarto o vamos viendo, sino traemos los colchones.
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-¿Te gustaría agrandar la familia?
-Me gustaría tener más hijos, pero todavía no. El chiquito es muy bravo, es divino pero es otra maternidad la que estoy viviendo con Balta; tuve que poner redes de contención en la planta baja porque se tira; es salvajismo puro. Y además tenemos dos perros y siempre estoy adoptando un tercer animal que me encuentro en la calle y lo traigo para después entregarlo en adopción.
-¿Hay algún proyecto que te gustaría concretar en un futuro cercano?
-Siempre estoy como queriendo emprender algo, siempre pienso en cosas. Yo me recibí en Organización de Eventos Corporativos y en una época pensé en crear una empresa de eventos que se encargue de todo: de hacerte el vestido, de conseguirte el peluquero, el maquillaje, pero nunca tengo tiempo. También pensé en una marca de ropa propia, porque a veces me quiero vestir y no encuentro la ropa que realmente me gusta y digo: ¿y si me pongo una marca? Pero todavía no es el momento y apuesto un montón por seguir conduciendo y seguir trabajando en televisión, que me encanta.
-¿Qué opinás de la participación de tu hermana Delfina en Edha?
-Todavía no vi la serie, pero Delfi (que es mi bebe todavía) siempre la rompió en la actuación, en La casa del mar, en Amar después de amar ... Y me encanta cuando la gente me dice: "¡Qué genia que es tu hermana!" Se me cae la baba porque sé todo lo que luchó para llegar hasta ahí.
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