La cantante le dejó en claro al astro de la cumbia que ella está para otra cosa; la actriz contó detalles de su niñez, y Marcelo Tinelli acertó con un casting de chicos bailarines
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Cuando uno creía que había visto todo, Patricia Sosa se encargó de ponerle los puntos a L-Gante. Primero contundente, después espiritual, pero siempre irónica, la cantante dejó claro en Implacables que el chico puede ser muy simpático a la hora de las entrevistas, pero si es micrófono en mano, ella está para otra cosa.
Flor de la V mantuvo una charla muy divertida con Jey Mammon, en la cual reveló su obsesión por la pantalla chica. Mientras que Marcelo Tinelli en “La Academia” armó un ritmo con chicos invitados y consiguió el acierto mayor del programa en lo que va del año.
La Biblia y el calefón
Discepolín lo dijo hace casi cien años en Cambalache: “Vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo todos manoseaos”. Le faltó nomás predecir que el chapoteo de lodo se iba a transmitir por pantalla plana y con abono mensual. Patricia Sosa estaba lo más bien, hablando de la obra de teatro en la que participa, de su reciente operación de corazón y del Arcángel Rafael, cuando en Implacables no tuvieron mejor idea que preguntarle por L-Gante y su lista de exigencias. ¿Para qué? Primero lo atendió sin nombrarlo: “Conozco muchos de esos que piden cada estupidez, después salen a cantar y cantan como el culo”. Después con ironía: “¿Consolas de Playstation? Voy a tener que empezar a pedir, la estúpida soy yo”. Y finalmente lo dejó como un fenómeno del momento: “Yo no escuché tanto de L-Gante. La del abecedario y esa que sale en el video con un arma y ya eso no me gusta. Después lo vi en reportajes y me pareció divino. En esta época se trata más de comunicación que de arte, todo pasa por cuántos seguidores tenés y no por qué estás haciendo. Tratemos de que no sea todo tan efímero”.
El chico -que ahora triunfa publicitando billeteras virtuales- le contestó por redes: “Patricia deja de ‘loriar’. Vení, así le cantás unos temas a mi mamá y a las amigas”. Lo que generó una nueva respuesta de la cantante en Los ángeles de la mañana: “Le mando un beso. L-Gante, estoy ‘loreando’, como decís vos, diciendo que te quiero, que tenés una manera de hablar y de decir que a mí me encanta. Nunca hablaría mal de un compañero o un colega, jamás”. Aunque la respuesta estuvo llena de “ondas de amor y paz”, los mal pensados de siempre aseguran que lo de “colegas” fue una nueva ironía. Y de las más duras...
Pasado no tan pensado
El paso de Florencia de la V por Los Mammones no hizo más que reafirmar que el verdadero potencial de la hoy panelista de A la tarde es el stand up. Especialmente cuando se trata de desempolvar recuerdos del pasado que no la dejan muy bien parada.
Parece ser que a Flor el entusiasmo por la tele le viene de chica y era tal su devoción como para mentirle a los padres para poder quedarse todas las tardes en su casa mirando telenovelas: “Para mi papá teníamos que ser Sarmiento. A la escuela no se podía faltar ni con fiebre, ni con dolor de garganta, ni con nada. Un día no me acuerdo por qué falté al colegio, pero ahí descubrí un mundo nuevo, que era el de las telenovelas. En los 80, había telenovelas de una a seis de la tarde, quedabas tarada de tanto verlas. Entonces dije: ‘algo tengo que hacer’ porque yo iba a la tarde. Así que un día le dije a mi papá que por exceso de alumnos me habían pasado a la mañana y no me cuestionó nada”.
“A partir del día siguiente cambié de turno porque sí. Me metí en un tercer grado y fui una semana entera a la mañana. Era un colegio del Estado así que nadie preguntaba mucho”, dijo. Inmediatamente después, la actriz contó cómo también por esa época quiso escaparse con un circo, emulando a Andrea del Boca en la película que hizo con Gaby, Fofó y Miliki. Por lo visto era tan devota a la TV, que si hacía un poco más de zapping terminaba hablándole a una tostada o diciéndole a su maestra: “Es una lucha...”
El talento viene en frasco chico
En una nueva pirueta artística, Marcelo Tinelli en “La Academia” sacó de la galera la idea de sumar a chicos y chicas, como bailarines invitados. La inspiración había surgido casi por casualidad algunos ritmos antes gracias a Agustín “Cachete” Sierra, y había funcionado tan bien, que rápidamente se convirtió en segmento propio. Y a decir verdad, fue lo mejor que se vio en el programa de la trasnoche de eltrece desde su inicio.
El casting (mezcla de propuestas vía Instagram y de alumnos de los coaches) permitió conocer a una nueva camada de artistas infantiles, que brillaron noche a noche. En una mezcla bien explotada de emoción, llanto y talento, los minibailarines atravesaron la pantalla. “Gracias por la emoción, la emoción de ustedes la compartimos. Tratamos de estar con la compostura porque es nuestro rol, pero sino estaríamos a lágrima tendida”, resumió Pampita Ardohain el sentir del jurado luego de la presentación de Luz Lambré, la mejor entre los mejores, en un ritmo que no tuvo traspiés ni segundos puestos.
De la misma manera que muchas veces se le critica al programa la repetición hasta el hastío de ideas y formatos, esta vez ShowMatch apostó al talento mirando hacia el futuro y se llevó el premio mayor. ¿Será que en el verano se viene “La Academia Kids” con algunos de los talentos que pasaron por la pista y otros que resta conocer? Todo es posible en el impredecible mundo de la televisión.
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