Acompañada por su nieta Juana Viale y junto a invitados estelares, la conductora regresó a su ciclo de eltrece, luego de cuatro meses de ausencia y de la compleja operación cardiológica a la que se sometió en septiembre
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“No voy a llorar”, se prometió Mirtha Legrand antes de comenzar a grabar La noche de Mirtha, pero no cumplió. La emoción no solo se apoderó de la diva, sino también de su nieta Juana Viale, de los invitados a la mesaza y de todo el equipo, liderado por Nacho Viale y Diego Palacio, que hace posible la salida al aire del programa. No era para menos, la estrella volvía a participar de su propio ciclo luego de su última aparición acontecida el 28 de agosto pasado.
El programa que se vio anoche por la pantalla de eltrece, fue realizado el viernes por la tarde en los estudios La Corte, ubicados sobre la calle Fraga en el barrio capitalino de Chacarita. Día atípico, ya que siempre se graba los sábados, y una dinámica fuera de la habitual dada la presencia de la reina madre de la dinastía Legrand-Tinayre-Viale.
“No veo la hora de estar sentada en la mesa del programa”, confesó la diva este miércoles en una entrevista exclusiva con LA NACIÓN. Finalmente, el momento tan deseado llegó y Chiquita volvió a revalidar sus títulos con todos los honores.
Recibimiento
El reloj marcaba las 15, cuando, este viernes, se comenzó a alistar el set, la chef Jimena Monteverde puso en marcha la cocina, el equipo de producción organizó las tarjetas con las biografías y preguntas para los invitados y ultimó los detalles de la rutina. Pasadas las 17 llegó Juana Viale, quien se ubicó en su camarín habitual, donde terminó de repasar el paso a paso del programa. Ese mismo camarín, un rato después sería ocupado por su abuela. Aunque no es de grandes dimensiones, está ubicado dentro del estudio, de esta forma, Mirtha no debió desplazarse demasiados metros hasta ingresar en la escenografía. Años atrás, era utilizado por Marcelo Tinelli, ya que en el estudio, hoy ocupado por La Noche de Mirtha y Almorzando con Mirtha Legrand, se hacía ShowMatch.
Si algo abundó fueron las flores que le obsequiaron a Mirtha, que no cesaron de llegar tanto a La Corte, como a su domicilio particular. Cerca de las 17.30 comenzaron a arribar los invitados: Ricardo Darín, Diego Torres, Jey Mammón y Darío Barassi. A esa hora, la locutora Nelly Trenti, quien pertenece al staff del programa desde hace treinta años, ya estaba lista para hacer las presentaciones de rigor. A diferencia de lo que sucedió en agosto, esta vez la profesional, pionera de la televisión argentina, volvió a ocupar su lugar.
“En diez, grabamos”, dijo el director por el talk back. El anuncio desde el control apuró el paso de Juana Viale, quien ingresó rápidamente a la escenografía, donde ya estaban ubicados, entre bastidores, cada uno de los invitados.
A las 18.15, luego de la cortina habitual del programa, el famoso tema “Emperatriz”, compuesto por el maestro Luis María Serra, comenzó a sonar “Celebra la vida”, el hit del cantante Axel, que sirvió de marco para el ingreso de Juana Viale.
Diez minutos después, el automóvil que conducía a Mirtha Legrand ingresó al edificio de La Corte. Llegó vestida en blanco y rosa y con su barbijo haciendo juego, acompañada por su asesor de vestuario Héctor Vidal Rivas y Elvira, su histórica asistente personal. A las 18.35, la diva ingresó por la cocina y se dirigió a su camarín para cambiar su outfit. Cerca de las 19, Chiquita fue presentada con bombos y platillos por su nieta. Ninguna pudo evitar que sus ojos se humedecieran. La emoción era aún mayor a la que experimentaron en diciembre del 2020, cuando Mirtha se mostró por primera vez en tiempos de pandemia. Detrás de cámaras, no faltaron los que se secaron las lágrimas ante la emoción de ver a Mirtha, una vez más, haciendo lo que mejor sabe hacer.
Mirtha lució uno de los tres vestidos, diseñados por Claudio Cosano, que se había probado el miércoles por la tarde en su domicilio. Juana, en cambio, mostró una creación de Gino Bogani.
Genio y figura, rápidamente la Legrand se hizo cargo del programa. Se sentó en su escritorio, escoltada por su nieta y arremetió como si nunca hubiera discontinuado su tarea. Minutos después, ambas ya estaban instaladas en la mesa junto a los invitados. Mirtha, desde ya, ocupando su lugar en la cabecera.
“Tengo muchas ganas de volver. Para mí es muy raro no estar en el aire. Mi programa era diario y luego pasó a un formato de dos veces por semana, que también es mucho. Así que salir solo dos veces en todo un año es muy poco, pero la pandemia así lo dispuso. Tenemos que adaptarnos a estos nuevos tiempos”, se sinceró en su última charla con LA NACIÓN.
Latiguillos
Mirtha no pudo con su genio y se mostró fiel a ella misma, repitiendo sus frases ya conocidas y un sinnúmero de interrupciones. Si eso no sucediese, no sería ella. Además, aprovechó la ocasión para confesar cómo transitó este tramo de la pandemia, referirse a la actualidad nacional demostrando estar informada de todo y no se privó de contar cómo marcha su recuperación, luego de la colocación de dos stents en el mes de septiembre.
Tanto Mirtha y Juana, como sus invitados, disfrutaron de un menú sencillo y apetitoso preparado por la chef Jimena Monteverde. Sabido es que Mirtha gusta de la buena mesa, de los sabores poderosos y de la abundancia. La entrada consistió en una burrata con jamón crudo y tomates grillados, luego se sirvió como plato principal un risotto de calabazas asadas y de postre una degustación texturas de merengue, algo que seduce el paladar de la anfitriona. Monteverde conoce los gustos de la Legrand, por eso trata de complacerla cada vez que le toca cocinar para ella. Como siempre, Mónica, la asistente que también trabaja de manera personal con Mirtha, estuvo al pie del cañón atenta a sus necesidades. Elvira, la histórica asistente de la Legrand, tampoco se separó de la diva. Ubicada a pocos metros de la mesa, estuvo toda la tarde atenta a que Mirtha estuviese cómoda.
Pablo Codevilla, integrante del staff directivo de programación de eltrece, se hizo presente en el estudio, gesto que la diva agradeció. Adrián Suar no fue de la partida, pero Codevilla se encargó de transmitir su saludo.
La grabación terminó cerca de las 21.30, momento en el que Mirtha se tomó la habitual fotografía con sus invitados. Luego, cuando besó a su nieta, le susurró algo al oído. Otra vez la emoción. En minutos, Mirtha volvió a estar cambiada, lista para subir a su automóvil. La ovación de sus colaboradores coronó la jornada. A pesar de contar con sus tres dosis de vacuna, Mirtha evitó las muchedumbres y, fuera del aire, utilizó siempre su barbijo. Algo cansada, el viernes cerca de las 22.30, arribó a su casa, satisfecha con lo realizado y con la ansiedad de verse nuevamente en el aire. En el camino, habló largo y tendido con su hija Marcela Tinayre.
Anoche, los seguidores de la diva tuvieron la posibilidad de disfrutar de ella por última vez durante este año. Aún es un misterio la fecha del regreso del programa durante la temporada 2022 y, a esta altura, pandemia mediante y dada su edad, nada hace confirmar que Mirtha retome su regularidad semanal.
“Este sábado no será mi despedida. Simplemente, es un saludo de fin de año y la ocasión para agradecerle a Juanita todo lo que ha hecho”, remarcó en el diálogo con LA NACIÓN de este miércoles. Seguramente, el próximo ciclo volverá a contar con la presencia de la diva de manera esporádica. Cuando eso suceda, Mirtha ya habrá cumplido sus jóvenes 95 años y su programa estará transitando su quincuagésimo cuarto año de vida. Todo un récord.
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