Miguel Angel Rodríguez: "No me arriesgaría a hacer el ridículo"
El actor vuelve a encarnar a Minguito, en el regreso a la TV de Polémica en el bar; confía que el personaje todavía tiene cosas que decir y un público que quiere escucharlo
Miguel Ángel Rodríguez no es un solamente un actor que trabaja en cine, televisión, se sube escenarios o hace giras de teatro. Es un ser humano que tiene una particularidad por demás curiosa: cuenta con una especie de álter ego que ha ido pasando de generación en generación. No se trata de alguien ordinario, claro, sino del mismísimo Mingo, "Minguito", la popular creación del inolvidable Juan Carlos Altavista, que fue y es parte de su hermosa familia.
En la previa del regreso del histórico Polémica en el bar - a partir de este domingo, a las 14, por la pantalla de Telefé, con producción de Gustavo Sofovich y Endemol- pudimos conversar con los dos: con Miguel y con Minguito, quienes no sólo abrieron sus corazones sino que pensaron la tele de hoy, el teatro y los futuros planes, tanto para la persona como para el personaje.
-¿Cómo lo encuentra a Minguito este regreso histórico al bar?
-Lo encuentra con la nostalgia de los que ya no están, con la vuelta al barrio, con la vuelta al bar, con volver a ocupar una silla que ocupó durante tantos años. Y lo encuentra con un desafío también de tiempos que pasaron, de tiempos que cambiaron. Entonces se va a ir aggiornando como pueda a esta situación pero va a mantener la esencia del personaje. La esencia del barrio que es la fórmula de Mingo sí o sí. Creo que va a poder ganar a otras generaciones que no lo vieron y los de 30, 40 años y para arriba lo van a poder volver a disfrutar.
-¿Y por qué Miguel aceptó este proyecto? Porque Minguito aceptaba seguro volver al bar…
-Y porque no había nada en la tele. Había tanto quilombo que lo agarró. (Risas). No, hablando en serio, por muchas cosas. Primero, porque ya lo hice varias veces y me da mucho placer hacerlo. Es un desafío, no digo que no, a pesar de que esté tan instalado en el programa. Pero acepté porque justamente más allá de que siempre es trabajo me siento muy cómodo haciéndolo, me divierte y es tener la imagen viva del personaje. Además, porque sale bien, sino no lo haría. Tal vez queda mal que lo diga, pero la verdad es esa. No me arriesgaría a hacer el ridículo. Creo que a todo el mundo le gusta y la respuesta del público está. En ShowMatch cuando lo hicimos mató y eso te deja tranquilo. Me gusta mantenerlo vivo. Familiarmente, afectivamente también es muy importante. Vamos a ver cómo responden ahora.
-¿La vuelta surgió a partir de lo que pasó en ShowMatch o ya venían con alguna idea previa y trabajando sobre Polémica...?
-No, ya venía la idea. Es más, yo había grabado un sketch que hacía Mingo, un piloto que se grabó con Gerardo. Fue lo último que hizo y después falleció. A partir de ahí, Martín Kweller de Endemol me vino a avisando y Gustavo Sofovich también me llamó porque estaba la idea. Eso fue el año pasado y después surgió que Freddy, que es un amigo, me llamó para ir al programa de Marcelo. Fue una cosa cortita, muy bien cuidada. Lo hicimos y estaban de acuerdo todos, desde Gustavo hasta Tomás Yankelevich porque era una invitación y yo quería hacerla. Se cuidó mucho y salió fenómeno.
-También les permitió probar cómo impactaba Polémica en el bar hoy…
-Totalmente y potenciarlo. Como homenaje estuvo muy bien que cada uno haga a los personajes, pero hacíamos a personas. En este caso, Mingo es un personaje. Es distinto este Polémica en el bar a aquel homenaje que hicimos en ShowMatch.
-Y si le pedimos a Mingo que prenda la tele hoy, ¿qué creés que vería?
-No tiene plasma, Mingo, ojo.
-Bueno, pero le compramos uno en 12 cuotas, ¿qué creés que pensaría?
-Y, no sé, pensaría muchas cosas, dónde están todos los que estuvieron, los que hacían esa tele maravillosa, que hoy no están más. Pensaría cómo hacer para reconocer un reality. Pensá que Mingo vio blanco y negro y ahora... Yo creo que Volver es el canal que miraría Mingo.
-¿Y el canal preferido de Miguel cuál sería?
-¡Volver, también! (risas)
Yo miro varias cosas: fútbol, boxeo, que me gusta mucho. Esto de laburar en el verano con dos funciones no te permite ver tanto. En casa, miro Bendita y algunas cosas políticas. Las tiras no las vi hasta ahora. No puedo opinar nada porque no las vi. No sé de qué se trata ninguna, ni la de El Trece ni la de Telefé. Sé que andan ahí, que pelean, que van y vienen porque está difícil como todo. El humor se viralizó por todos lados. Antes un noticiero era un noticiero y ahora no. Ahora te meten bloopers, videos, te divierten, algo que está bueno también. No está mal, no lo estoy criticando. Es otra historia, es otra tele. Por eso vamos a ver cómo nos insertamos en esta nueva tele. Por suerte para mí está Polémica... , está Mingo ¡y para la gente también por supuesto! Les gustará más, menos, nos criticarán o no, pero yo creo que nos va a ir bien.
-Desde el humor uno puede decir mucho. Vos desde Mingo, en este caso...
-Seguro, a lo mejor cosas que pienso yo, como Miguel, y no puedo decir, puestas en Mingo las digo. A mí me encanta caracterizarme, me ubica en otro lugar.
-¿Cómo es la relación de los compañeros de este programa con Mingo y con Miguel?
-Están medio asombrados los compañeros. Se me quedan un poco. Están alucinados con el personaje. Nosotros hemos grabado pruebitas, pilotos, ayer mismo incluso y se quedan asombrados. Es tan fuerte el personaje que cuando habla o dice algo ellos se quedan mirando. A veces es difícil seguirlo. Me gusta mucho la espontaneidad, el caradurismo, la personalidad, que tienen Migue Granados y Joaquín, que son dos chicos que a su estilo le van a poner una impronta muy buena. Joaquín (por Flammini), que tiene 15 años, cuando lo vio a Mingo, lo buscó, lo entendió. Yo estaba vestido de Mingo y me trajo escarbadientes para que tenga. Esto es bárbaro para agarrar nuevas generaciones. Y Migue Granados está en un gran momento. Creo que ahí está la fórmula. Además, las chicas que entran, que es el caso de Noelia (por Marzol) tiene una frescura genial. Tristi (por Tristán) también agarra a generaciones viejas y nuevas, por los chicos que lo han visto en El Clan.
La jugada de la vuelta de Polémica... es especial. En el caso de Mingo se trata de un personaje que traspasa generaciones. Hay pibes de 30 años que vienen y me hablan de Don Mateo o de Los Rodríguez y yo digo "a la flauta". Con Mingo va a pasar, pero la jugada es particular. Yo lo hago en el teatro y se viene abajo porque te pega en todos lados: en la emoción, en el humor, en verlo, en el recuerdo. El público en el teatro reacciona de una manera bárbara, meterlo en la tele de forma fija es una jugada y creo que nos va a ir muy bien.
-¿Y cómo estuvo este verano en lo personal? Vimos tu nombre dando vueltas por varios programas de tevé…
-Son todas boludeces, no hay nada. Mucho más no puedo decir sobre este tema, más que lo que dije sobre la separación después de muchos años de estar juntos con Maribel. Los que más lo sufren o lo pueden sufrir creo que son mis hijos. Algunos dicen que hay que salir a hablar, que son las reglas del juego. Yo salí en algún momento para decir cuál era mi situación, pero nada más. Pero las reglas del juego están porque existen tales o cuales programas y si uno no quiere jugar... ¿cuál es el problema?
-Por eso, ¿a vos no te molesta que digan tal o cual cosa, que hablen de romances [lo vincularon con Sabrina Carballo]?
-A mí me molesta más que nada por los pibes que siempre me acompañan (señala a su hijo que está sentado en la misma mesa).
-¿Y tu relación con los actores, los colegas, cómo es?
-Creo que hubo iniciativas muy buenas como fue Sagai y los reconocimientos que hizo Néstor Kirchner en su momento. Ahora se está hablando mucho de la Ley del Actor y creo que hay que pensar bien en cómo se implementa. Lo que sí, es difícil porque ha producido mucha división entre los actores y eso no me gusta. Si se produjeron divisiones en las familias, mirá si esto no iba a pasar entre nosotros los actores.
-¿Seguís con Toc-Toc mientras estés con Polémica...?
-Sigo con Toc-Toc y los domingos haré el programa. Es una gran obra, un obrón. A mí ya me la habían ofrecido en 2010 para hacer el personaje de Daniel Casablanca. Nos fue muy bien en el verano. Es una obra muy exitosa. De todas formas, la temporada en general fue mala. Muy difícil. En Mar del Plata, en enero tardabas cinco minutos en llegar de un lado al otro. Hubo muchos fracasos, incluso te podría decir de figuras importantes. No había gente en la ciudad. No sé si se fueron a Brasil o no gastaban. Las entradas no se modificaron de precio de una temporada a la otra, pero son caras en relación a lo que la gente gana. Ese es el tema. El teatro no es caro en sí. No podés cobrar menos de 300, 400 pesos, pero estuvo difícil la temporada. Algunos decían: ¡Ni los invitados vienen! A nosotros con Toc- Toc por suerte nos fue muy bien. Hubo días que teníamos funciones de 400 espectadores y era un teatro grande, así que no me puedo quejar. Fue la forma de pasar el verano para mí.
-Te hago la última, ¿1ué creés que le diría Minguito a Miguel antes de salir a escena en este regreso al bar?
-Creo que le diría: "¡Qué hacé, tri tri!", pero en otro sentido como diciendo, "¿qué estás haciendo, tri tri?". (Risas).
-Hablando en serio, ¿creés que estaría contento?
-Seguro. Muy contento. Desde arriba está todo aprobado porque lo que vino y viene siempre desde allá fueron y son bendiciones. Así que esperemos que nos vaya bien.
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