"Me rompí el alma para crear este personaje"
Jeff Daniels habla de The Newsroom, la serie que protagoniza y esta noche emite su final de temporada por HBO
LOS ANGELES.–Es imposible asegurarlo, pero uno supone que desde que interpreta a Will McAvoy en The Newsroom –la serie de HBO que esta noche, a las 23, cierra su primera temporada– algo cambió en Jeff Daniels. Que el periodista y conductor de noticiero creado por Aaron Sorkin influyó en su forma de hablar, en la manera en que cuenta una historia. Porque cuando Daniels habla uno siente que está escuchando a una versión menos eufórica y colérica de McAvoy. Una versión menos eufórica y colérica de Aaron Sorkin también. En resumen, por cada pregunta que se le hace, Daniels devuelve un relato. Así, cuando alguien quiere saber cómo fue que llegó a la televisión después de años de cimentar su carrera en el cine y el teatro, él nos invita a viajar hacia atrás en el tiempo e imaginar una charla en el despacho de su representante.
"Estamos hablando y decidimos que vamos a buscar un papel para que yo haga en televisión, pero tiene que ser un programa de Aaron Sorkin y tiene que ser después de que haya ganado su primer Oscar. Ah, y además yo tengo que ser el protagonista", inventa Daniels. Porque, claro, esa conversación nunca existió y aun así, su llegada a la pantalla chica se dio exactamente como lo podría haber soñado. Si él soñara con estas cosas. El dice que no. Que sencillamente cuando el Cadillac de los canales de cable te llama para que protagonices una de sus ficciones no queda otra que decir que sí. Y si el programa en cuestión lo escribe Sorkin, el único resultado posible es haber encontrado el papel de tu vida.
–¿Qué tiene este personaje para haberse transformado en el más importante de su carrera?
–Es un desafío, recorre todo el espectro de la comedia al drama. En el desarrollo de la historia tuve que hacer mucha comedia sin ser obvio, ni intentar ir por el chiste o el remate, es sutil. Además se trata de Aaron Sorkin escribiendo sobre un tema que él quería escribir. Y eso es lo que queremos: a uno de nuestros mejores autores escribiendo sobre lo que le interesa, que es cómo se producen y consumen las noticias. Durante la primera temporada se ve esa lucha para aferrarse a los ideales del periodismo. Conseguir la verdad, sin importar si proviene de la izquierda o la derecha, lo que estás dispuesto a sacrificar, ratings y espectadores, para hacer las cosas bien. Mirá ese discurso en el primer capítulo: no hay nada en él que no sea cierto. Tal vez no te guste, pero es verdad.
Cuando parece que Daniels se va a quedar sin aliento y que los discusos que memorizó y aprendió a decir de manera brillante para The Newsroom lo tomaron por completo, el tipo se calla. Ya dijo demasiado parece decir su mirada y su casi sonrisa casi lo confirma. Hablar por demás no forma parte de la identificación entre Daniels y McAvoy. Tampoco la necesidad de siempre estar en el candelero y la aceptación del público que desvela al personaje y al actor le da exactamente lo mismo. Si hasta, a diferencia de la mayoría de sus colegas, el actor no vive ni en Los Angeles ni en Nueva York si no en Michigan, donde se crió.
–¿El hecho de vivir lejos de la industria afectó su carrera?
–Creo que todo lo contrario. Vivir en Michigan me permite mantenerme enfocado en ser actor, no hago las cosas que hace la gente que vive acá, como ir a las premieres de otras personas, a las fiestas, eventos, ceremonias de premios y todas esas cosas que forman parte del negocio, pero que nada tienen que ver con lo que hacés entre los gritos de "acción" y "corte". Estando en Michigan me concentro sólo en esos momentos, que son lo que siempre quise hacer. Lo único que quise hacer en mi vida. Porque todo lo demás, las obligaciones del negocio, me aburrían, me parecían superficiales, no me las creía. Además de que soy malísimo para las relaciones públicas. Siempre pensé que si me querés en tu proyecto es porque crees que soy buen actor, que soy profesional, que voy a hacer un buen trabajo con el material que me des. Si te interesa eso, ahí estaré, si querés otra cosa, llamá a otro.