Marcos, el ganador de Gran Hermano: su presunta novia, la promesa que cumplirá con el premio y qué lo salvó de la angustia
El ganador del reality show habló de cómo era su vida antes de entrar a la casa y de cuáles son sus prioridades en la etapa que comienza
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Marcos Ginocchio habla de manera pausada. No apura sus palabras ni se embrolla en sus ideas. En cada una de sus frases se percibe esa calma interior que lo convirtió en el jugador favorito del público, y en consecuencia en el ganador de Gran Hermano 2022. El “primo”, como lo rebautizaron en el juego, no se avergüenza de confesar que no utilizó ninguna táctica en el marco de un show en el que a no pocos les gusta colgarse la medalla de grandes estrategas.
Marcos torció la historia de Gran Hermano, demostró que se puede ganar simplemente siendo uno mismo, y que en tiempos de urgencias y conflictos, quizá la televisión necesita poner un freno y darle protagonismo a gente de actitud serena. Este jugador hizo de la armonía su mayor virtud, y en diálogo con LA NACION habló sobre su cotidianeidad antes del sigma que fue el reality, de sus planes a futuro y de cómo sobrevivió a un duro momento personal en el que no tenía de dónde sacar fuerzas.
-En el primer brindis adentro de la casa dijiste que era importante tratar de dar el ejemplo, ¿sentís que lograste ese objetivo y que pudiste ser un ejemplo?
-No sé si me considero un ejemplo. Eso lo pensé en términos de no dar un mal ejemplo, porque al estar en una casa tan famosa, todas las cosas que uno hiciera podían llegar a ser copiadas por otras personas. Entonces sentía que estaba bueno dar lo mejor de cada persona, para disfrutar de la casa pero también de uno mismo.
-¿Y estás satisfecho con la imagen que diste?
-Sí, estoy contento.
-Durante las primeras semanas tuviste una pelea con Juan, que fue tu único choque fuerte en el reality. ¿Eso te hizo recapacitar sobre qué imagen quería dar?
-No, nunca me replanteé esa pelea. Creo que si decís las cosas con respeto, las podés hablar y que las personas se pueden tratar de una forma que no sea insultándose. Creo que está bueno que ambas partes puedan hablar y decirse qué les molesta de cada uno, y eso fue lo que hice. Si uno habla las cosas de forma tranquila, las partes van a poder comprenderse.
-¿Cómo era tu vida antes de entrar en Gran Hermano?
-Durante las mañanas siempre estaba muy ocupado, hacía muchas cosas respecto a mis estudios y también ayudaba a mi mamá y a mi papá con sus trámites. A la tarde hacía Jiu Jitsu, que es un deporte que me despeja y que siempre me hizo bien. A la par de eso también entrenaba en el gimnasio y a la nochecita me juntaba con mis amigos a comer algo.
-Vos estudiás Derecho, ¿en qué rama te gustaría especializarte?
-Todavía no me decido, pero me gustan Familia y Penal.
-En varios momentos hiciste referencia a un momento muy difícil de tu preadolescencia, en el que sentías que no podías avanzar, que no podías hacer pie. ¿Cómo fue esa época para vos y qué le dirías a un chico que, como vos, está lidiando con una angustia similar?
-Es algo muy difícil y creo que siempre que uno toca fondo, la subida es mucho más alta. Pero de todas las cosas malas se aprenden cosas buenas. Todos tenemos miles de defectos y por eso es importante saber llevarlos, aunque es muy difícil estar en esa situación. A mí lo que me pasaba es que no lo hablaba mucho, cuando lo más importante es saber con quién hablar y no quedarse callado. Entendí que es algo muy bueno poder contarle las cosas a alguien cercano y que puedan ayudarte de alguna manera. En esos casos hay que aferrarse a lo que más querés. En mi caso fue Dios y a mí eso me ayudó y me guió. Siempre es bueno saber que no hay problema que no se pueda solucionar y que todas las cosas que para uno pueden ser muy dolorosas, después pasan, y que cuando termina la tormenta sale el sol.
-En esa etapa tan dura para vos, el Jiu Jitsu fue una suerte de salvavidas, ¿es así?
-Sí, me ayudó mucho a despejarme cuando tenía esos días de tanta pesadez mental. Entonces iba a entrenar y me sacaba todo el estrés, fue algo elemental en mi vida. El Jiu Jitsu es una disciplina muy linda, y yo la comparto con amigos. Era mucho sacrificio, mucho entrenamiento, pero me daba una motivación para hacer cosas y decirme: “Todos los días puedo mejorar y subir un escalón de a poco”. Cualquier deporte que hagas siempre es muy bueno para la salud física y mental.
-Entiendo que entraste en la casa siendo soltero, pero ayer se habló mucho sobre una posible novia llamada Julieta, ¿cómo es esa historia?
-Con Ju estuvimos más o menos tres años y medio, y unos meses antes de entrar en la casa decidimos no seguir con la relación. Y después fue todo muy rápido, en el sentido que no tuvimos tiempo para hablar porque apareció Gran Hermano y pasaron un montón de cosas, entre las cuales yo tenía que apurarme para llegar a Buenos Aires y estar aislado en el hotel. Todo fue como a último momento y en la casa sentía que la extrañaba. En el reality tenés mucho tiempo para pensar y tenía pensamientos que me daban mucho dolor, porque no sabía qué pasaba afuera. Y cuando entró mi hermana le conté qué me estaba pasando y le dije que, cuando saliera, quería hablar con Julieta para ver qué onda. Pero todavía estoy aislado y no pude hablarlo con ella.
-¿Sentís que tenés ganas de estar en pareja con Julieta?
-Ahora quiero averiguar qué es lo que me pasa y qué tengo que hacer. Pero por ahora todavía no sé qué quiero hacer. Tengo que hablar con ella, porque solo la vi en el estudio, la saludé y la abracé. Pienso que para ella pudo haber sido muy duro no poder hablar conmigo tantas cosas, y que a la vez haya pasado tanto tiempo, porque estuvimos muchísimos meses sin comunicarnos.
-¿Es cierto que con el dinero del premio te gustaría emprender algún tipo de acción social?
-Yo estoy agradecido por tanto cariño y apoyo que me dio la gente, porque de verdad no siento que haya tenido tanta participación o estrategia en el juego, como para decir “qué buena forma de jugar”. Y siento que me eligieron quizá valorando otras cosas mías, y yo en la casa dije: “Ojalá pudiera devolver un poquito del amor que me hicieron llegar a mí”. Entonces me parece que esta es una buena forma de comenzar con eso. Los 19 millones del premio, todo va a ir para donaciones, y así ayudar un poco a los chiquitos de la calle. Poder sacarle una sonrisa a una persona es algo que me llenaría el corazón.
-¿Qué fue lo que más sufriste y lo que más disfrutaste del juego?
-Lo que más disfrutaba era cuando la gente me sacaba de una placa, o al escuchar un grito. Eso era lo más lindo porque ahí me llegaba el amor de la gente. Para mí fue una experiencia muy linda estar en la casa, disfrutaba mucho el día a día, incluso en las cosas más ordinarias, y también con la gente a la que sentía más cercana. Y con respecto a lo que sufría, esos eran los días previos a un domingo. Si un amigo estaba en placa, era algo de muchos nervios, o también la ansiedad que me agarraba si yo estaba nominado. Cuando un compañero se iba era súper feo, eso lo sufrí mucho. Adentro te apegás mucho con las personas que son elementales en tu día a día. Y aunque creo que después me supe manejar, al principio me costaba mucho.
-¿Te gustaría hacer carrera en los medios, o tu relación con la televisión es una etapa cumplida?
-La verdad es que no sé qué es lo que quiero hacer. Todavía no pude ver mucho, pero ahora lo que más quiero es estar con mi familia y mis amigos, que me cuenten todo lo que pasó y todo lo que hicieron mientras yo no estuve, como también contarles qué me pasó a mí. Yo ahora quiero tener tiempo para los demás.
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