El popular conductor y productor dejó atrás el histórico ShowMatch y apostó por Canta conmigo ahora, un formato internacional que, acorralado por Gran Hermano, no logra la audiencia esperada; radiografía de una estrella que buscará reinventarse en 2023
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La última publicación de la cuenta de Instagram de Marcelo Tinelli referida a su programa Canta conmigo ahora, emitido por eltrece, fue hace siete semanas, tal como reza la leyenda que aparece por default debajo del posteo. Sobre la foto se puede leer “qué felices somos haciendo Canta conmigo ahora, Nicolás Reyna campeón, gracias a ustedes”. Fue la última referencia en su feed de esta red social en la que se refirió a su programa. Luego vendrían las fotos de un festejo por el fin de la primera temporada del show televisivo, en donde cantó L-Gante y estuvo presente la mediática Wanda Nara.
Los siguientes posteos se convierten en una detallada hoja de ruta de su viaje a Qatar para ver en persona el Mundial de Fútbol. Ayer, Tinelli llevaba 19 días a orillas del Golfo Pérsico, muy cerca de Baréin, país donde se llevó a cabo la última visita fuera del Vaticano e Italia que realizó el papa Francisco. Hasta este jueves a la mañana, todas sus “historias” de Instagram estaban referidas a su travesía en tierra árabe.
Marcelo Tinelli no es ingenuo. Hay todo un mensaje hacia eltrece, el canal en el que trabaja desde 2006 y con el que terminaría su relación contractual a fin de mes, tal como el mismo expresó ¿Marcelo Tinelli le soltó la mano a su programa o al canal? ¿El canal le soltó primero la mano a su máxima estrella? Hoy el programa sale en horario tardío, cuando la emisión de Gran Hermano está muy avanzada en Telefe.
Históricamente, el vínculo del empresario con las autoridades de la emisora, de la que Adrián Suar, Pablo Codevilla y Coco Fernández son las cabezas visibles, atravesó tensiones reiteradas. Tiranteces que son un vaivén paralelo a los vínculos y cargos ejecutivos de Tinelli en el intrincado y político mundo del fútbol (San Lorenzo de Almagro y la AFA) y su cercanía o alejamiento con el gobierno nacional, sea kirchnerismo o macrismo, según el caso.
Todo cambia
Durante la pandemia, Tinelli no dejó de producir, algo que, a todas luces, se celebra. Tinelli es una factoría que genera alrededor de 300 puestos de trabajo directa e indirectamente. Detrás del conductor hay cientos de personas cuya inserción laboral y subsistencia económica dependen de él.
Con el Covid dando vueltas, primero fue Cantando 2020, sin su conducción, y, el año pasado, volvió a ponerse frente a cámaras con ShowMatch, “La Academia”, un émulo de su tradicional competencia de baile, el “Bailando...”, pero con demostraciones artísticas interdisciplinarias que maridaban la danza y el canto.
En ese contexto, de la Santísima Trinidad del divismo argentino, conformada por Mirtha Legrand, Susana Giménez y el propio Tinelli, solo el conductor tenía presencia en el aire de una TV donde abundaban –abundan– las producciones de bajo costo y con talentos de segunda o tercera línea.
El año pasado, el primer programa de ShowMatch, “La Academia” generó polémica ya que se vio a mucha gente en el set realizando los números de la apertura, aparentemente sin el requerido distanciamiento sanitario. El conductor aclaró que ese segmento había sido grabado en partes y que todos habían mantenido las normas requeridas por las autoridades de salud.
Aquella temporada terminó el 10 de diciembre de 2021, aniversario del regreso de la democracia al país, y con un promedio de 11,7 puntos, tres décimas por encima de MasterChef Celebrity, el exitoso espacio de Telefe y superando los 6,1 de Nunca es tarde, el late night show que conducía Germán Paoloski en aquel canal.
Este año, Tinelli decidió patear el tablero y hacer algo diferente, comprando dos formatos extranjeros nunca vistos en nuestras pantallas. Uno de ellos fue All Together Now, el certamen de canto amateur cuyo jurado está conformado por cien figuras del mundo de la música y que nació en la cadena BBC 1 en 2018. En nuestro país, algunos de esos nombres fueron José Luis Rodríguez, Cristian Castro, Manuel Wirtz, Bahiano, Susan Ferrer, Cande Tinelli, Coti Sorokin y Oscar Mediavilla, entre muchos otros.
Tal como reconoció Tinelli en su charla con LA NACION en julio último, previo al debut de su nuevo ciclo, probaría cómo funcionaría la primera temporada de Canta conmigo ahora y, en caso de no cumplir las expectativas de rating, estrenaría el otro título de origen extranjero guardado bajo siete llaves.
El programa no rindió como se esperaba pero, sin embargo, estrenó una segunda temporada, actualmente en el aire, y se está grabando una tercera, pero con la conducción de Manuel Wirtz, aunque ni siquiera el propio equipo sabe si saldrá al aire durante el verano ni con qué frecuencia, ya que es una posibilidad firme que solo vea el aire los sábados y domingos. En las últimas horas, crecía el rumor que esta tercera temporada recién se pondría a conocimiento del público en marzo. En el canal, por ahora, todo es silencio.
La expectativa del debut le permitió a Canta conmigo ahora arrancar con el pie derecho. El lunes 25 de julio, la presentación del formato, con una puesta en escena de costo millonario que nada tiene que envidiarles a las versiones que se producen en el Primer Mundo de la industria audiovisual, marcó un promedio de 15,1 puntos y superó los 12,8 puntos de La voz Argentina, el concurso de canto conducido por Marley en Telefe.
Cuando, semanas más tarde, a Tinelli le tocó enfrentarse con ¿Quién es la máscara?, un formato internacional conducido por Natalia Oreiro en reemplazo de La voz Argentina, tampoco le fue mal, alternando el liderazgo entre eltrece y Telefe.
Sin embargo, cuando comenzó a enfrentarse con Gran Hermano, el famoso reality cuya actual temporada fue estrenada por Telefe el último 17 de octubre, a Tinelli se le complicó el panorama y los números comenzaron a caer estrepitosamente hasta tocar pisos cercanos a los cinco puntos, una cifra exigua para una figura de la magnitud del conductor. Este miércoles 7, Gran Hermano marcó un promedio de 18,6 puntos, mientras que Canta conmigo ahora hizo 5,9 puntos, con un piso de 5,1 puntos.
A Tinelli se le reprocharon reiteradamente los escandalosos enfrentamientos entre jurados y participantes de “Bailando por un sueño”. Nunca falta el que saca a relucir aquellos tiempos donde la humorada era que el conductor le cortase la pollera a una participante. A la fuerza o, en el mejor de los casos, por convicción, Tinelli se deconstruyó y acorde a los tiempos dejó atrás el ADN machista y patriarcal de su show.
Este año, ofreció un producto intachable desde los contenidos y desde su puesta en escena. La música, las historias de vida y la competencia con fair play dominaron la atmósfera del show. Desde ya, su carisma y dominio televisivo hicieron el resto. Sin embargo, enfrente triunfa, con números que se extrañaban en la televisión, un reality, creado en los Países Bajos por John de Mol, en el que reinan el morbo, la sexualidad expuesta y las peleas. ¿En qué quedamos? Lo que se le reprochó tanto a Tinelli no se le juzga a los anónimos concursantes que buscan sus cinco minutos de fama de la convivencia descarnada ante las cámaras.
Con todo, la baja audiencia de Canta conmigo ahora no es una excepción en el canal. Es cierto que eltrece no transita su mejor momento, aunque Adrián Suar y su equipo más de una vez hicieron de su emisora un verdadero Ave Fénix.
Guido Kaczka, con Los 8 escalones de los dos millones, y el programa de Tinelli suelen ser los ciclos más vistos de un canal que transita una crisis de rating en los últimos tres meses, aunque tuvo un primer semestre de año más rendidor con un inesperado éxito como fue el de El hotel de los famosos, el reality que ya está grabando una segunda temporada, donde también prima el encierro, pero, en este caso, con personajes conocidos.
Políticas
Los designios del público son dinámicos, a veces azarosos y hasta caprichosos. Quizás a Tinelli lo haya desgastado su vocación por la política, algo que nunca terminó de plasmar ciento por ciento.
Su participación en la fallida “Mesa del hambre” no fue bien vista. Cuando Alberto Fernández fue electo presidente, una de sus primeras iniciativas fue la conformación del Consejo Federal Contra el Hambre. En la presentación oficial del proyecto, que buscaba menguar las desigualdades en torno a la alimentación de los sectores más vulnerables, participó Tinelli, quien formó parte de aquella reunión, junto a referentes sociales como Estela de Carlotto. También fueron convocados el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel y hasta la chef Narda Lepes. Todos participaron con la mejor intención, pero de la “Mesa del hambre” poco se supo. La pobreza creció y el acceso a la alimentación es cada vez más dificultoso para aquellos que están en las márgenes de la sociedad.
Sin embargo, es insoslayable la labor social que Tinelli desarrolla a través de las fundaciones que acompañan a sus empresas. Antes fue Ideas del Sur y ahora Laflia. A través de estas organizaciones, que el conductor mira de cerca en el día a día, ha realizado innumerables emprendimientos de ayuda social como la realización de obras que facilitan y garantizan el acceso al agua potable de la comunidad Wichí en el norte argentino. El empresario ha ayudado a hospitales, organizaciones no gubernamentales y pedidos de personas particulares. Y lo sigue haciendo con mayor o menor visibilidad.
Y si en el mundo de la política no termina de asentarse, más allá de su intención de jugar en Primera A en este universo, también en el controversial mundo del fútbol se ganó enemigos y fue el propio Tinelli quien le reconoció a LA NACION haber recibido amenazas destinadas tanto hacia él como a su familia. Acaso sea su costado político el que haya desgastado su figura, pero, de todo modos, las explicaciones lógicas no siempre bastan y los programas llegan en un tiempo en el que las audiencias buscan otra cosa.
Por otra parte, si bien todos saben que Canta conmigo ahora siempre se emitió grabado, la partida de Tinelli hacia Qatar enfrió el programa. Incluso puede hasta ser leído como una “soltada de manos” a su propio ciclo y al canal que lo tiene contratado. ¿El fin de una era?
A comienzos de noviembre, Tinelli apeló a las consultas del público en sus redes sociales para contar de primera mano aquello que era un rumor. ”Quería aclarar algo que por ahí algunos preguntan... Primero, yo no me retiro bajo ningún aspecto de los contenidos de la tele, de las plataformas, del streaming” y agregó: “Amo los medios de comunicación. A fin de año, lo único que termina es mi contrato con el canal donde estoy”.
¿Qué hará en el futuro? En esa misma “conversación” con sus seguidores aclaró: “Voy por seguir trabajando mucho. Voy a estar conduciendo otra vez. Voy a hacer algunos proyectos interesantes que tengo con mi productora”.
No es exagerado afirmar que Tinelli es necesario para la TV. Desde su debut como comentarista deportivo en Badía y compañía hasta hoy, su trayectoria no pasa inadvertida. Este año se reconvirtió, pero no contó con el favor masivo del público, acaso porque, a sus 62 años, sea tiempo de patear aún más el tablero y dejar de lado los certámenes y la conducción enfervorizada prologada por el “Buenas noches, América”, para dar paso a otro tipo de programas que lo cuenten como productor y/o conductor.
Lleva más de treinta años, desde aquel debut a comienzos de los noventa, con VideoMatch en las trasnoches de Telefe, conduciendo con tono informal y juvenil. Quizás, llegó el momento de sosegarse y ofrecer algo diametralmente opuesto.
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