Pipo Mancera, el hombre que revolucionó la TV
Ayer, a los ochenta años, falleció el conductor que en la década del 60 cambió para siempre la pantalla chica local
El periodista y conductor televisivo Nicolás "Pipo" Mancera, creador de Sábados circulares , falleció esta tarde a los 80 años en su hogar, como consecuencia de un ataque cardíaco, según confirmaron sus familiares.
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"Tengo tres televisores frente a mi cama. En uno dejo un canal local de noticias; en otro, una señal internacional informativa, y con el tercero hago zapping permanente. Algunos lo llaman esquizofrenia, yo lo llamo tevemanía. Es algo común en los profesionales de la TV.
Así, como un profesional del medio que cambió para siempre, se definía Pipo Mancera en una entrevista realizada en 1996 con La Nacion. Y eso era, el hombre que le quitó la cuadratura a los sábados, que creyó en un muchacho de nombre Sandro, en otro llamado Joan Manuel, y hasta consiguió la primera nota con "el chico malabarista" que unos años más tarde se transformaría en goleador, héroe y ese milagro llamado Diego Maradona. Tantos artistas, tantas personalidades y formas de hacer TV descubrió Mancera desde sus Sábados circulares que sin él, sin aquel ciclo que comenzó el 6 de enero de 1962 en Canal 9 y tuvo su pico de popularidad a partir de 1964 en Canal 13, la pantalla chica de hoy no sería lo que es. Porque antes de que Marcelo Tinelli se convirtiera en el comediante, conductor y centro indiscutido de su propio show, Pipo intentaba reproducir -en vivo y sin red- los trucos de Harry Houdini, se metía en la jaula de los leones, trasmitía desde las cloacas de la ciudad y se tiraba en paracaídas (la única de sus hazañas públicas en la que sintió verdadero terror, según recordó años después).
El miedo nunca le impidió buscar el próximo desafío, la próxima novedad que lo pusiera al frente del rating y lo convirtiera en el conductor más popular entre 1962 y 1974. Una ocupación bastante improbable para el muchacho que terminó su bachillerato en Francia y allí empezó su carrera como periodista gráfico especializado -fascinado- por el cine. Entre ese joven, que contra los deseos de su mamá se quedó en París un año más de lo pactado, y el hombre que se metía en un cajón especialmente fabricado para intentar un truco de escapismo sumergido en el Río de la Plata algo cambió. Y ese algo fue la llegada de la TV. Primero fue cronista cinematográfico en el ciclo Pantalla gigante, pero la verdadera transformación se completó un día sábado.
Junto a las estrellas
"¿Cuál considera que ha sido su aporte más importante a la televisión y lo que ésta le ha devuelto en experiencia? «Sería egolatría hablar de un aporte mío a la televisión y no quiero pecar de vanidoso. El aporte, sí, de Sábados Circulares ha sido convencer a quienes lo discutían de que ese día por la tarde también puede prenderse un aparato de TV»", decía Mancera a este diario en 1967, en el pico de su popularidad. En esos años las aburridas tardes de sábado se llenaron de Alain Delon, Raphael, Lolita Torres, Charles Aznavour, Ringo Bonavena y tantos otros que viajaban de lejos para compartir un rato con el hombre de los ojos saltones y los gestos intrépidos. Ese que para ganarle a la competencia -Sábados continuados, de Canal 9, que conducía Antonio Carrizo-, se aseguraba la transmisión del casamiento de la pareja más popular de la época: Palito Ortega y Evangelina Salazar. Luego llegaría la boda de Néstor Fabián y Violeta Rivas -anunciada ese mismo día-, y de manera embrionaria, inocente, casi ingenua, la TV daba sus primeros pasos en su ahora habitual práctica de invadir la privacidad de sus estrellas. Con el casamiento de Palito y Evangelina, Sábados circulares consiguió un promedio de rating de 45,6 puntos. Dos años después, cuando nació Martín, el primer hijo de la pareja, allí también estaba Mancera, mirando los regalos recibidos con el médico y charlando con los padres primerizos, además de captando las primeras imágenes del bebé. Amable pero intrusivo -la imagen del conductor arrodillado al borde de la cama de Salazar con el micrófono es irrepetible-, Mancera no sólo se ocupó de los ricos y famosos sino que también, mucho antes, que Tinelli -mucho antes que los reality shows- le dio espacio y tiempo de pantalla a los anónimos.
Fue con las cámaras sorpresas que trajo desde la TV norteamericana en febrero de 1962. Un elemento novedoso más de todos los que se subieron al primer programa ómnibus de la televisión. Ese que en el pico de su éxito llegó a tener una duración de ocho horas. Después, cuando el ciclo terminó en 1974, llegarían los años lejos de la Argentina, de la pantalla chica y unos regresos algo fallidos. Tal vez porque las expectativas eran demasiado altas, demasiado exigentes con el conductor/personaje/visionario que creó un estilo de hacer televisión que hizo escuela, que acuñó una frase que hoy debería escucharse en los hogares de todos aquellos que disfrutaron más de sus sábados gracias a Pipo Mancera. "Fuerte ese aplauso."
DESPEDIDA
"Tengo recuerdos imborrables por haber iniciado mi carrera como solista en su programa. Todos los artistas que venian de cualquier parte del mundo pasaban por ahi, Era la gran vidriera del espectaculo"
Palito Ortega
Cantante
"Nos dejo, pero quedo en la historia. el Abrio un camino para todos los conductores que lo seguimos"
Marley
Conductor
"Era unico: un gran periodista, que sabia sacarles jugo a las figuras"
Pinky
Conductora
"Se perdio una persona con mucho talento, pero talento de verdad, un elogio que no les cabe a muchos en una epoca en que cualquiera esta en la TV"
Carlos Perciavalle
Actor
"Hay un antes y un despues en la pantalla con Pipo Mancera. fue el creativo mas grande que tuvo la tv argentina"
Chico Novarro
Cantante
"Con su muerte se va el primer gran animador de nuestra TV"
Juan Carlos Calabró
Actor