Mamushka: un ciclo para entretener a toda la familia y con una Mariana Fabbiani en su mejor versión

Mamushka (2020). Producción: Mandarina. Conducción: Mariana Fabbiani. Emisión: de lunes a viernes, a las 18.45, por eltrece. Nuestra opinión: bueno.

El de los programas de entretenimientos es uno de los géneros más tradicionales de la TV. Y en estos tiempos de streaming a destajo tal vez sea uno de los últimos formatos que funcionan mejor en la televisión abierta. Claro que para seguir adelante estos ciclos deben buscar siempre nuevos giros, pequeños o grandes cambios que les permitan mantener su estilo sin ser la copia o la repetición de otros del pasado. En el caso de Mamushka, estrenado esta semana en eltrece, la innovación está en la escenografía armada con diez enormes muñecas rusas que contienen premios que pueden alcanzar hasta casi los dos millones de pesos. El mecanismo del juego se apoya en lo vistoso de las muñecas, la suerte de los participantes y la habilidad que tengan para calcular las probabilidades de acumular dinero a medida que avanza la partida.

El formato de origen israelí que ya se hizo también en España, Gran Bretaña y Turquía supone que se deben contestar preguntas de categorías como "Parece que fue ayer", "Música", "Deportes", "Espectáculos" y "Cine y series", entre otras, para acceder a la apertura de las mamushkas. En las primeras emisiones del programa la dificultad de las preguntas que se deben responder con verdadero o falso no fue demasiado alta. Al contrario, la producción sabe que el mayor atractivo del programa no es el despliegue de conocimiento de sus jugadores sino su suerte. Y, en todo caso, las estrategias que utilicen para acumular dinero.

De hecho, ver cómo las diferentes parejas de participantes encaran el juego resulta uno de los aspectos más entretenidosde la propuesta que Mariana Fabbiani lleva adelante de manera impecable. Simpática, didáctica y capaz de ayudar a los jugadores a que dejen de lado los lógicos nervios de estar en televisión y de competir por una cantidad considerable de dinero que se pueden acumular tan rápido como se pierden, la conductora está en su elemento y se nota.

La curiosidad de grabar un ciclo en tiempos de cuarentena aporta además raras escenas de época al programa. Ante el triunfo de los participantes, la conductora se lamenta por no poder abrazarlos y antes se toma el trabajo de desinfectar el botón que tanto ellos como los jugadores deben accionar para que se abran las muñecas. La tribuna de amigos y acompañantes de los competidores está toda luciendo su correspondiente tapaboca, lo que le da un aire de actualidad y extrañeza a todo el asunto.

Para los seguidores de los programas de concurso en donde los ganadores y sus premios se definen a partir del conocimiento de cada uno, tal vez les parezca Mamushka un juego demasiado básico, pero si se lo evalúa según su presentación como un entretenimiento para toda la familia, el ciclo cumple con las expectativas que genera.

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